Todo comenzó aquella noche, pero no era una noche especial ni diferente. Era una noche más entre las miles de noches que había habitado en toda mi vida. Y ese fue exactamente mi problema, no estar preparado para que una noche diferente se presentara...
La electricidad no había logrado aparecer en la casa, la oscuridad estaba en abundancia por cada rincón de la casa excepto en la sala donde habían velas. Habían decido dormir allí, por la seguridad de todos pero yo no había podido pegar ojo en toda la noche. Me sentía abrumado, y ansioso por regresar a casa pero tenia la sensación de que estaría allí por un largo tiempo lo cual me hacia sentí realmente mal. Observe a Jace el cual dormía, estaba muy cansado y lo entendía porque había pasado demasiado desde aquella noche. Sin poder evitarlo recordé todas las palabras que me dijo, la forma en que lo decía me hacia sentir culpable. Estaba consciente de que lo había herido, pero yo no estaba listo para pensar en ese tipo de cosas, o tal vez aún no he encontrado la persona que despierte ese lado de mi. Aunque muchas de las veces creí que nunca iba a sucederme, que a eso que llaman "amor" no era para mi.
Crei escuchar la risa de Raiza, la misma que había escuchado la primera vez que supe de su existencia. ¿Podría ser posible que estuviera allí? ¿Qué de alguna forma hubiera venido por mi o solo era parte de mi imaginación? Seguramente sea lo ultimo, ella no estaba aqui pero entonces volví a escuchar esa risa. Me destape y mire hacia todos lados, de repente una corriente de aire apago todas las velas pero la risa no volvió a escucharse. Me quede quito esperando volver a escucharle pero paso media hora y lo único que se escuchaban eran los grillos de los alrededores. Rendido me levante y camine en la oscuridad por el pasillo que daba al baño pero vi una especie de forma humana delante de mi. Frote mis ojos con mis manos esperando que solo sea parte de mi imaginación pero allí estaba, una chica de corta estatura mirándose al espejo.
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Su figura y su cabello demostraba que era una mujer, su cabello era muy similar al de Raiza.
-¿Raiza?-Solté rápidamente, pero ella ni siquiera pareció escucharme porque siguió mirándose al espejo.-Raiza-Repetí más alto pero no hubo respuesta tampoco. Me acerque lentamente y fue entonces cuando se giro hacia a mi, lo primero que note fueron sus facciones.
No era Raiza.
Di un paso hacia atrás y ella ladeo su cabeza, de repente comenzó a acercarse de forma tan veloz que de un momento a otro la encontraba debajo de mi nariz. Me tense cuando la escuche, o más bien sentí como me olfateaba.
-¿Por qué hueles a ella?-Pregunto con una voz delicada pero al mismo tiempo daba escalofríos como una fría ventisca. Me quede callado, sin moverme.-Sabes su nombre.
-Si-Trague en seco y observe cada uno de sus movimientos. De repente, unas voces se oyeron a lo lejos. Me gire hacia todos lados al mismo tiempo que la extraña mujer. Ambos estábamos desorientados. Rápidamente corrí hacia una de las ventanas del final del pasillo y observe a través del vidrio corriendo tan solo un poco la cortina que le cubría. Note que esta ventana estaba rota, le faltaba una parte y eso hacia que se escuchara todo con más claridad. Reconocí de inmediato, eran Thomas y Aslan.
-El plan ha salido a la perfección, pronto lo lograremos.-¿Cual plan?
