Parte 25:

57 6 33
                                    

Tic. Tac. Tic. Tac.
Las horas pasaban y yo no podía dejar de pensar en lo que había ocurrido esa noche, no había tenido el valor para verle la cara al rey por mi discurso y aunque no me arrepentía quizás no era lo que esperaba. En primer lugar lo iba a hacer para ayudar a Valeria en su mentira con la que me trajo aquí porque no era tan difícil leer el discurso que ella había preparado pero luego de ver a las familias con lagrimas en los ojos mientras veían a su ser querido en un cuadro realmente me destruyo. De cierta forma me identificaba con ellos, porque también había perdido a personas y aunque mis padres no eran soldados fueron mis héroes al criarme todos estos años.

Me sente en el borde de la cama dándole una ultima mirada a Raiza la cual descansaba a unos pocos centímetros de mi, me levante y camine hacia la puerta con cuidado de que no despertarla pero antes tome mi celular tenia que hablar con alguien.

"Grayson, necesito que hagas algo por mi." Escribí y envié. Creí que tardaría en responder así que aproveche para ir hasta el balcón del salón principal que daba con vista al gran jardín real. Apoye mis manos sobre la baranda de balcón y observe esos kilómetros de flores y arbustos acompañados de fuentes que se podía ver desde ahí.

"¿Qué necesitas?"-Sonreí ampliamente y comencé a escribir.

-Por alguna razón sabia que estabas aquí-Me gire y me encontré a la reina, Nyx a unos metros de mi-Sabia que no ibas a poder dormir luego de tu discurso-Regrese mi vista a los jardines, a los segundos Nyx se encontraba a mi lada apoyada de la misma forma que yo lo hacia-¿No dirás nada?

-¿Qué quieres que diga?-Pregunté sin mirarle.

-Lo que quieras, porque bueno no creo que seas un chico que se deje manipular o eso es lo que has demostrado-Me gire nuevamente hacia ella.

-Mira si vienes a reprocharme o decirme que lo que hice estuvo mal, prefiero estar solo-Nyx negó con su cabeza y se abrazo a si misma.

-Lo qué hiciste fue valiente, fue digno de un rey.

-No soy un rey.

-Pero lo seras y darás discursos hacia tu gente más increíble del que hiciste. ¿Y sabes? Tu tienes algo que ningún príncipe llegara a tener cuando sea un rey.

-¿Qué cosa?-Pregunte confundido.

-El don de ponerte en el lugar de los demás, y no hablo de los demás que rodean a los reyes y príncipes no. Hablo de gente común, ciudadanos, tu sigues con los pies en la tierra más que ninguno.

-Porque he sido uno de ellos, lo soy. Toda mi vida la he vivido como uno de ellos sin saber que pertenecía a todo esto, a las riquezas, al poder que sobreabunda. Toda mi vida he sido nada.-La castaña embozo una sonrisa.-Y estoy muy agradecido, no me arrepiento de haber vivido asi porque gracias a ello, yo soy.

-Espero y nunca pierdas tu esencia.

-¡No puedo ni dormir porque ya vas a tras mi hombre maldita tirana!-Se oyó gritar a Valeria a unos metros de nosotros, ambos nos giramos y allí estaba la chica anaranjada ardiendo de furia.

-¿¡A quien le dices tirana maldita gata!?-Estaba por intervenir en la pelea antes de que termine en rajunios y tironeo de mechones pero mi celular volvió a sonar. Lo desbloquee y una sonrisa apareció en mi rostro al leer el mensaje que Grayson me había enviado con la información que le había pedido.

-No me toques bruja-Chillo Val.

-¡Te cortare la cabeza!-Grito Nyx. Hizo caso omiso a eso y tome a Val por su brazo arrastrándola conmigo.

-¡Venti! ¿Qué haces?-Me pregunto forzajeando.

-Necesito que me acompañes a un lugar.

-Pero...pero...¿No puede ser luego que mate a la arpía por acechar a mi hombre a mis espaldas?-Negué y seguí caminando aún sujetando su brazo-Bueno esta bien, esta bien. Te acompaño pero suelta mi brazo, mi amor.

Todo sea por la corona ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora