Parte 29:

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Silencio y incomodidad, esas dos palabras eran las que describían perfectamente aquella noche entre las rejas. Quería matar a Valeria por habernos metido en esto, aunque no era su culpa sino la de nosotros por habernos dejado llevar. De todas formas no es una cárcel, exactamente. Más bien es donde los crímenes que no tienen juicio por no ser tan grave esperan por que alguien, una alma caritativa pase por allí a pagar la fianza de sus maldades. En mi caso tenia la mala suerte de que el numero de mi padre para que viniera por nosotros tenia la marca de la realeza, lo cual pareciera una broma para los oficiales. De cierta forma no me molestaba, porque nadie sabia que yo seria el futuro rey que los gobernaría en algún punto de sus vidas o quizás a sus hijos o nietos. Me aterraba la idea de fracasar pero tenia un punto de vista a favor, yo había sido uno de ellos los primeros dieciocho años de mi vida. Aunque mi gran miedo era que no me aceptaran, que creyeran que soy un bastardo que tuvo buena suerte.

Aun no podía creer la tranquilidad de sus compañeros, Jace se había dormido como si estuviera en su castillo, por otra parte Val estaba haciendo marcas en la pared con una roca lo cual era extraño. Y luego estaba Hrvy el cual seguía dándonos la espalda aunque supongo que esta dormido también. Y por ultimo estoy yo, que no ha logrado pegar un ojo. 

-¿Qué se supone que haces?-Le pregunte a Val, ella se detuvo y se giro hacia mi.

-Cuento los minutos que paso lejos de ti, amor mio-Para qué pregunte. Me acerque a Jace y me senté a su lado, le mire y sonreí. Parecía estar soñando con algo, porque arrugaba su nariz de vez en cuando lo cual era gracioso.-Ojala alguien me mirara como le ves a el-Fruncí el ceño y me gire hacia la chica de cabellos color zanahoria.

-¿Por qué cada vez que hablas me jodes la existencia?

-Es mi don, mi amor.-Me acerque nuevamente a las barras de metales y al corredor que separaba nuestras celdas sentándome enfrente de este. Ella hizo lo mismo y paso sus brazos entre las barras intentando alcanzarme, hice lo mismo pero aun había distancia para que por lo menos podamos al menos rozar nuestros dedos.-¡Solo un poco más!

-Val, estamos como diez metros-De repente una especie de luz apareció entre nuestras manos. Aleje mis manos de aquella luz y entonces se expandió formando un portal, me levante rápidamente en el momento que vi a alguien comenzar a cruzar el portal hasta que le vi completamente.-¿Grayson?

-No, soy Carlos. Claro que soy Grayson, ¿Quien más aparece por un portal?-Qué carácter. Hizo un movimiento con sus manos y entonces abrio la puerta de nuestra celda.-Entren al portal, ahora. Antes que venga alguien.-Jace se acerco al portal pero justo antes de entrar se detuvo.-¿Qué esperas? 

-Val esta en la otra celda, abrela.-Grayson se giro hacia la celda de Val y se quedo unos segundos callado.

-¿Realmente es necesario llevarla?-Sabia que Grayson no le agradaba Val, ni tampoco Jace, aveces hasta dudo en que yo le agrado.

-Grayson-Le reproche, este rodó sus ojos y hizo el mismo movimiento con sus manos que anteriormente había hecho con nuestra celda. Val salio y entro al portal junto a Jace.

-Ahora es tu turno, entra-Iba a hacerlo pero no podía, no podía dejarlo. Me gire encontrándome con el observando la situación algo desorientado, seguramente este pensando que esta soñando todo aquello.-¿Qué esperas Ventino? ¡Van a venir los policías! ¡Apresúrate!

-No puedo dejarlo-Le respondí antes de acercarme a Hrvy, estire mi mano esperando que la tomara.

-¿¡Qué estas haciendo!? ¡Vine por ti y los otros dos no por un delincuente!-Lo ignore y observe a Hrvy esperando que tomara mi mano pero este parecía estar en shock-¡Ventino! Maldita sea-Se escucharon unas voces a lo lejos, los oficiales estaban cerca.-Tenemos que irnos.

Todo sea por la corona ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora