Parte 26:

40 7 23
                                    

Los días habían pasado, y mi regresó a Francia había llegado tan pronto que ni me había dado cuenta pero tenia que hacerlo, tenía que volver y confrontar al que es mi padre.

-Pareces inquieto, ¿Qué sucede?-Me pregunto Valería, negué y sonrei. Ella tenia el don de saber si algo me sucedía y estaba muy seguro de que no me habia creído-Mira si no quieres contarme lo entiendo, pero necesito saber si estas bien, mínimo.

-Estoy bien, solamente estoy nervioso-Confese-Tengo miedo.

-¿De qué?

-De qué...-Desvie mi mirada hacia unos asientos donde Raiza dormía plácidamente, esa chica vivía durmiendo-La alejen de mi. Ella es muy importante para mi ahora y no quiero que este lejos.

-No van a alejarla de ti, pero si tu padre lo intenta puedes hacer un trató que ambos ganen y veras que todo ira bien.

-¿Un trató?-Frunci el ceño y regrese mi vista a la chica de cabello de color zanahoria.

-Si, no lo sé. Preguntale que quiere que hagas por el a cambio de que ella se quede contigo.

-No lo sé-Respire profundo-Es mi padre debería entenderme.

-Venti el no va a entenderte si no hablas con el, si no le dices que te sucede. Los padres no son adivinos, cariño-Por una parte tenía razón, nunca le había dado una oportunidad realmente para hablar conmigo porque aún no le perdonaba pero por más que me duela es lo único a lo mas cercano a una familia que tengo.

El viaje fue corto, o al menos eso sentí porque caí dormido en medio del viaje. Al llegar al castillo fuimos escoltados hacia nuestras habitaciones, Valería se fue a la suya y yo a la mía junto a Raiza la cual estaba actuando bastante extraño.

-Pequeña, ¿Te sientes bien?-Esta me miro unos segundos y asintio-¿Segura?

-Si, sólo necesito dormir oie.

-En ese caso te dejare dormir el resto del día, ¿Esta bien?-Ella asintio y luego no hablamos más hasta llegar al cuarto. Rápidamente se acostó mientras yo observaba mi cuarto, aún no me hayaba en ese lugar pero sabia que pronto lo haría. Me acerque al escritorio del cuarto donde había una especie de objeto envuelto, lo tomé y lo observé. ¿Sera para mi? Estaba por abrirlo cuando escuche un golpe en la puerta, deje el cuaderno sobre el escritorio y fui hacia la puerta. Al abrirla una mano sujeto mi brazo y me tironeo fuera del cuarto. La única persona que me arrastra con ella es Valería, así que no creo que sea necesario aclararlo-¿Tan rápido te aburriste en tu cuarto?

-Silenciate y camina-Sin darme tiempo a responder comenzo caminar llevándome con ella.

-¿A donde vamos?-Le pregunté luego de que saliéramos del castillo por la parte de los jardines donde nadie podía vernos.

-Es Francia, aquí nadie va a ningún lugar solamente va sin saber que se va a encontrar-Bueno era verdad, de cierta forma.

-Mi padre va a matarnos cuando se de cuenta que nos fuimos, aparte dejamos a Raíza.

-Nos dijeron que regresaría dentro de unas horas, regresaremos a tiempo no te preocupes. Solo gozalo.-La caminata se volvió trote, y como ahora sostenía mi mano tenía que correr a la par de ella. Respire profundo y me decidi a dejar todo aún lado por un momento. Valería tuvo la loca idea de meternos en una estación de tren, se acercó a la puerta de embarque y entonces la detuve.

-Val, no tenemos entradas no podemos pasar-Ella miro hacia todos los lados y entonces se metió entre las dos barras de metal hasta quedar del otro lado.

-Pues ya estoy del otro lado.

-Valeria, vuelve. Compremos las entradas, tengo algo de dinero.

-Es tu reino, todo es tuyo. Vamos pasa, nadie esta mirando.-Me quede unos segundos pensando en si debía pasar o no, pero finalmente accedí.

Todo sea por la corona ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora