Las Crónicas de Narnia: La Reina Maldita.

Capitulo 16

“¿Como puedo dormir si no tengo sueños? ”

Lucy suspiro mientras estiraba cada uno de sus huesos. Paso las manos por las sabanas de seda que acariciaban su piel y sonrió.  Giro la cabeza y cerro los ojos cuando la luz que entraba por la ventana (debido a que había abierto las cortinas antes de irse a dormir)  impacto contra sus ojos.  Se sento en la cama y camino descalza hasta esta, jadeo cuando vio el paisaje.  Definitivamente todo el lugar estaba cambiado, las casas le daban un aspecto hogareño mientras que el aire fresco que corría causaba una sensación de paz y pureza en el ambiente.  El hielo era mas escaso que antes y ahora adornaba el paronama delicadamente. 

En las habitaciones contiguas, Susan se ponía un vestido de los muchos que había traído, y de los que estaban en el armario mientras miraba de reojo la ventana.  Le gustaba la vista. 
Peter estaba sentado en su cama, tenia lagañas aun en los ojos y la camisa del pijama con los dos primeros botones abiertos.  Suspiro mientras miraba el paisaje,  en esos momentos no podía evitar pensar en su madre; a ella le hubiese encantado ver algo así. 
Caspian ya estaba casi listo,  le encantaba dormir pero no cuando había obligaciones que cumplir. 
Edmund, por su parte, no veía el paisaje, no pensaba en su madre y mucho menos estaba listo.  Tenia la cara contra la almohada y los ronquidos inundaban las paredes de su habitación, una leve linea de baba se deslizaba por su mejilla pero este ni siquiera así despertaba. 

Amina jadeaba mientras intentaba pararse de la cama; agarro el collar con fuerza pero lo soltó inmediatamente al ver como su mano se ponía roja al tacto; ardía como un demonio. 
Ahogo un sollozo y aguanto el ardor que le provocaba el collar al tocar su cuello; no podía sacárselo aun así lo quisiera. 
Soltó un grito mientras se tiraba al piso desde la cama,  sentía que todo dentro de ella se retorcía de una manera nada natural; esta era peor que otras veces y no podía hacer nada para parar. 
Grito de nuevo,  pasos apresurados se escucharon del otro lado de la puerta. 

Peter termino de atar la camisa y pego su oreja a la pared al escuchar un quejido en la habitación de al lado; la habitación de Amina.  Abrió los ojos cuando escucho un grito de dolor, y no dudo en ir hasta la puerta de esta.  Lucy,  que también lo había escuchado salio y se encontró con su hermano en la puerta de la reina. 

—¿Amina? —murmuro Peter mientras tocaba la puerta con sus nudillos. 

Amina,  desde el suelo dentro de su habitación escucho el rey y hablo con las fuerzas que tenía —Peter,  ayuda—

Al escuchar eso Peter entro en la habitación seguido de lucy,  para encontrarse a amina tirada aun costado de su cama.  El rey se acerco y tomo su cabeza entre sus manos,  estaba sudorosa y afiebrada.  —¿que sucede? — le pregunto.  Amina miro a lucy y susurro. 

—Guly,  trae a Guly— dijo.  Lucy asintió y salio corriendo, agradecía que la arpía les haya dicho donde quedaba su habitación.  Corrió lo mas rápido que sus piernas le permitieron y llego a una puerta,  toco desesperada. 

—Reina lucy,  ¿que sucede... —Lucy no la dejo terminar y hablo.

—Es amina, algo le pasa.  Esta tirada en el suelo —dijo.  Guly abrió los ojos y empezó a correr como podía hacia la habitación de la reina. 

Mientras tanto, Peter se mantenía con el ceño fruncido mientras acostaba a Amina en su cama.  La reina seguía sollozando y moviendo el cuerpo mientras decía que le dolía,  pero el no sabia que demonios estaba pasando. 
—¿Que debo hacer? —Le pregunto.  Amina clavo sus ojos en el —¿Como puedo ayudarte? — dijo. 

La rubia nego —No puedes —jadeo —Necesito a guly —murmuro de nuevo. Apretó los labios para ahogar otro grito. 

Justo en ese momento entro la arpía acompañada de lo que parecía ser una ninfa —Gracias rey—Le agradeció la arpía a Peter.  —¡Oh mi niña! — murmuro tristemente agarrando la mano de la rubia. 

Lucy,  agarro la mano de su hermano (el cual había quedado estático en el medio de la habitación)  y tironeo de ella para sacarlo afuera cerrando la puerta, debían dejarles privacidad. La adolescente estaba confundída, no sabía que pasaba con exactitud. ¿Acaso Amina estaba enferma? ¿Tenía algún problema? Definitivamente si, pero no quería saber que era.

Peter seguía estático pensando que demonios había sido todo eso cuando sus hermanos y Caspian salieron de sus habitaciones —Hey, ¿Qué onda?— ni bien Edmund termino su pregunta un grito se escucho desde dentro de la habitación de amina. Susan abrió los ojos espantada.

—¿Qué fue eso? ¿Esa es amina?—pregunto. Para sorpresa de ella y los demás Lucy asintió con la cabeza. Iba a hablar cuando una ninfa se hizo presente en el pasillo. Era pelirroja y más bajita que la ninfa que entro en la habitación, también era tímida, ya que cuando cruzo miradas con Edmund se sonrojo y bajo la mirada.

—Reyes, el desayuno está listo. La reina estará con ustedes apenas pueda. Por favor acompanenmen —dijo haciendo una reverencia y empezando a caminar. Todos la siguieron lentamente.

La mesa estaba repleta de comida, desde frutas que parecían muy frescas hasta panqueques llenos de cosas ricas, pero nadie estaba de humor para comer, así que solo se sentaron en la mesa y Caspian murmuró. —¿Nos van a explicar que pasó?

††

Amina suspiro mientras salía de la ducha. Estaba cubierta con una bata y su cabello correaba agua. La ninfa la miro preocupada —Mi señora, será mejor que se acueste, necesita descansar y no hacer mucho esfuerzo — pidió amablemente. Amina sonrió.

—Esta bien, entiendo. Gracias por ayudarme—dijo. La ninfa sonrió y salió de la habitación.

—¿Por que eso me suena a que no hagas caso? De nuevo —la riño Guly. Amina suspiro mientras miraba su cuello en donde descansaba su collar en el espejo.

—Es por que los reyes necesitan una explicación, y yo necesito dárselas. No quiero que nadie más vea en ese estado— explico.

—¿Cuál estado cariño?—pregunto la arpía mientras empezaba a peinar el pelo de su reina.

—Débil — murmuró la rubia.