Capítulo 25

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"acciones desesperadas"

Jadeé cuando una cortada se hizo presente en mi brazo y apreté la mandíbula con fuerza, era verdad que el bosque estaba en mucha calma y no se avecinaba nada bueno

—¿Cómo demonios hicieron esto?— pregunto uno de mis soldados mientras luchábamos contra las figuras negras, que no tenían rostro pero si unas buenas espadas y atacaban a matar.

—Es magia muy oscura— conteste mientras eliminaba a uno, y era verdad, pude sentirlo apenas se acercaron, eran seres traídos con magia muy oscura.

Raramente eran pocas las figuras que se habían acercado, y eso me preocupo. —¡Señora!— grito un soldado, me gire al verlo llegar corriendo hacia mi —Vienen figuras desde el este, y la puerta oeste está en el mismo estado — murmuró. —son muchos— dijo.

Cerré los ojos con fuerza, no podía dejar que se llevarán a nadie de aquí, pero si seguíamos asi todos mis soldados iban a terminar muertos o heridos. Mire el collar colgando de mi pecho y suspiré, veremos si está estúpida maldicion servía para algo además de molestarme. —Dile a todos que se separen por lo menos un metro de las puertas y retrocedan, ¡Ahora!— grité y el soldado salió corriendo asintiendo con la cabeza. Me gire hacia mis hombres en la entrada central —Ustedes también separensen — dije.

Camine un par de metros hacia atrás y cerré los ojos, visualizando en mi mente cada parte de mi reino (de algo me sirve conocerlo de punta a punta) estire mis brazos y use toda la fuerza de mi poder, podía sentir como el hielo se iba formando, termine de rodillas en el piso por el esfuerzo pero logré terminarlo y suspiré mientras abría mis ojos.

Había rodeado al reino y la aldea con un domo de hielo, dejando a todo peligro afuera. Me acerque de nuevo a la puerta principal, en donde mis hombres me miraban sorprendidos y limpie la sangre de mi nariz, pero mis ojos se concentraron en las tres figuras paradas del otro lado del hielo, justo en el límite con el bosque que me mataban con la mirada por arruinar sus planes. Así que esas eran las brujas de Salem.

Cerré los ojos y me deje llevar por la inconsciencia. Había usado mucha energía.

Lucy y Edmund intentaban tranquilizar a todos cuando el lugar empezó a temblar, Peter llego corriendo —¿Que está pasando?— pregunto el rubio mirando a sus hermanos menores.

—No lo sabemos — contesto la más joven, arriba de ellos, Susan y Caspian estaban en la habitación de amina con los niños, las cosas no dejaban de temblar, hasta que después de unos segundos se detuvo.

Peter camino apoyándose en la pared para asegurarse de que había parado y empezó a correr hacia la puerta pero antes se dirigió a sus hermanos —No salgan hasta que yo vuelva— les advirtió y empezó a correr. Salio afuera mientras abría a boca, tanto que podría entrar un insecto sin problemas. El reino estaba rodeado de lo que parecía ser un domo de hielo.

Amina, pensó el rey para empezar a correr hacia la puerta, vio a los soldados, y amina delante del cristal que luego se desplomó en el suelo. —¡Amina!— grito el para guardar su espada y llegar corriendo aún lado de la rubia, que se encontraba pálida. —¿Qué sucedió?— pregunto mientras la cargaba con cuidado de no lastimarla en sus brazos, Magnus se acercó a él.

—Las brujas mandaron unas figuras para pelear contra nosotros, eran de magia muy oscura, amina se dio cuenta apenas estuvo cerca, y aunque aquí habían pocas, las otras entradas estaban atestadas de ellas, así que decidió dejarnos aislados del peligro. — Explico el licantropo — se debe haber desmayado por el gasto de energía, jamás había usado su magia de esa manera — dijo. Peter asintió mientras entraba en el castillo con la rubia en brazos, Edmund, que había observado el domo de hielo se acercó con una idea de lo que había pasado. Lucy frunció el ceño

—¿Que le sucedió?— pregunto la más joven —¿Esta herida?— pregunto.

Peter suspiro —No, solo se desmayó, necesito llevarla a descansar — dijo subiendo las escaleras. Se detuvo enfrente de la habitación de amina, la cual, estaba llena de niños, Susan y Caspian que se encontraban afuera de esta, miraban la escena preocupados.—Voy a dejarla en mi habitacion, no puede dormir aquí — dijo el rubio para seguir caminando.

Cuando entro en su habitación Caspian se giro hacia Edmund — ¿Qué sucedió?— pregunto.

—Se desmayó, y creo que nos salvó de una grande — dijo. Caspian frunció el ceño

—¿Por que?— pregunto. Lucy rodó los ojos.

—¿Que estaban haciendo ustedes dos que no prestaron atención a nada? — pregunto, su voz aunque no lo quisiera  salió ácida mientras miraba a Caspian y a Susan, el primero la miro sorprendido, jamás había visto a Lucy así— Miren por la ventana y se darán cuenta — dijo antes de empezar a caminar.

En la había Peter dejo suavemente a amina sobre la cama y se sentó a su lado, corrió el pelo de la rubia de su cara y se levantó para ir en busca de un pañuelo mojado para ponerle en la cara, justo en ese momento una Lucy molesta entraba a la habitación —¿Todo bien Lu?—pregunto Peter notablemente más relajado, se había preocupado por la rubia.

Su hermana asintió — ¿Y amina cómo está?— pregunto preocupada por la rubia mientras se acercaba a la cama. Peter sonrió.

—Esta bien, justo iba por un pañuelo y agua — dijo el mayor. Lucy negó.

—Deja, yo voy, ya vuelvo enseguida — dijo para salir de la habitación nuevamente.

Peter suspiro y se sentó de nuevo aún lado de amina mientras tomaba su mano, tenía la necesidad de quedarse a su lado.

Las Crónicas de Narnia: La Reina Maldita. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora