Capitulo 18

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“Solo quiero divertirme”


Lucy pasaba por el jardín acompañada de su hermano Edmund, aún no creía como estaba todo en el lugar, y no podía creer lo hermoso que estaba ese jardín.

—Me fue posible crear este lugar con magia— dijo amina entrando al lugar mientras respondía la pregunta mental que hacía la pelirroja. Amina estaba pálida pero aún así no dejaba de estar radiante, o eso era lo que pensaba el pelinegro.

—¿En serio? Esta increíble— murmuró Edmund. Amina le observo con una sonrisa.

—Gracias, de hecho fue imprevisto— dijo esta sentándose en el mármol que rodeaba la fuente. Los hermanos la acompañaron.

—¿Imprevisto?— pregunto Lucy alisando su vestido con delicadeza.

—Si, ¿Recuerdan que les dije que a veces no podía controlar mi poder? — dijo esta. Los hermanos asintieron—Bueno, una vez estaba enojada y mi magia terminó construyendo esto— explico. Lucy asintió.

—Deberias empezar a practicar con tu poder—dijo Edmund. Amina lo miro

—Si, es que me da miedo. — explico la rubia —tengo miedo de no poder controlar mis poderes y lastimar a alguien— suspiro. —Supongo que tendré que buscar un lugar aislado—

Se quedaron un rato en silencio, hasta que los hermanos dijieron de debían ir a cambiarse para la merienda. Amina suspiro y se quedó sola sentada en el patio, o al menos por un rato.



Amina P.O.V

Suspiré al sentir pasos detrás de mi, enseguida una figura se sentó a mi lado. Abrí ligeramente la boca al darme cuenta de que era Peter. Sus ojos claros me miraron fijamente.

—¿Necesita algo rey Peter?—murmure levantando la cabeza. No me sentía muy bien.

Negó con la cabeza y enfoque mi vista en el suelo. —Venia a pedirte disculpas— dijo murmurando. Levanté la cabeza para mirarlo, pero él solo miraba el suelo.

—¿Por que?— pregunté.

—Por haberme comportado tan mal contigo. Fui infantil según mi hermana— rio levemente, sonreí ante este hecho. Nunca lo había escuchado reírse desde que lo conocí—Pero debes entenderme también, estaba resignado a volver a Narnia, y de repente aparecemos aquí, y nos dicen han habido ataques de brujas, y que este lugar tenía una nueva reina, y no lo sé... Solo ate cabos sueltos que no debían estar atados juntos— explico mirándome. Sonreí para tranquilizarlo.

—Tranquilo, se que es difícil procesar el hecho de que haya una nueva reina de las islas solitarias que no sea mala— Rei suavemente. Su mirada parecía atravesarme el cuerpo, tenía una mirada verdaderamente potente. Ya entiendo por qué lo llaman "El magnífico" (además de que es sumamente guapo) tenía ese algo que te obligaba a respetarlo, aunque fueras de la misma edad. —Por cierto, ¿Cómo terminaron aquí esta vez?—pregunte. Sabía que habían pasado antes por un ropero, una estación de tren (algo así, no entiendo mucho las cosas de su mundo) una pintura, pero ahora ¿Cómo habían venido?

—Fue después de la muerte de mi madre — dijo. Vi como tragaba saliva y quise golpearme mentalmente.

—Lo siento, no debí...— me excuse. El negó con la cabeza.

—Tranquila, fue después de eso, estaba discutiendo con Susan, y las cosas en la casa que estábamos empezaron a moverse como si fuese un terremoto— dijo. Frunci el ceño. ¿Un que? El noto esto —Es cuando la tierra se mueve— asenti esta vez — y de repente las cosas empezaron a desaparecer y aparecimos en la playa. Veíamos Cair Paravel desde donde aparecimos— dijo.

—Si, Aslan los trajo es por algo, seguro quiere que nos ayuden con las brujas de Salem— le dije.

—¿Estuviste mucho tiempo con Aslan? —pregunto. Aclaro su garganta—Ya sabes, cuando eras chica— aclaro.

—Solo unos meses, el me cuido y me enseñó muchas cosas. Historias geniales que tenían una enseñanza, también hablo de la profecía de ustedes— dije mirándolo —Nunca me juzgo por ser sobrina de Jadis, siempre me dijo que debía ser más. Me enseñó a ser buena con todos, y curabamos animales juntos — sonreí ante el recuerdo. Jamás podría olvidar los ojos del león, esos que te llevaban a otro mundo solo con verlos. —Quizás no fueron muchos meses, pero los sentí como años, años en que aprendía muchas cosas de él. Fue genial el tiempo con el, y le estaré agradecida, aunque no siempre fue asi—murmure. El me miro curioso.

—¿Por que?—pregunto.

Suspiré—Fue antes de la guerra con Jadis, el me contacto, diciendo que era hora de tomar el poder de las Islas solitarias, y de ayudarlos a ustedes. Me negué, eso nos llevó a una discusión en la que la única que gritaba era yo. Estaba enojada, no quería saber nada con ustedes y con Jadis, solo quería que me dejara vivir en paz entre el barro en el que vivía. En serio me tuvo mucha paciencia esa vez, estaba hecha una niña idiota— sonreí. Era una de las pocas veces que me había enojado con Aslan, y me arrepentía—Recuerdo que me dijo: “Puedes esconder quien eres, pero no puedes escapar de eso”. También recuerdo que le arranque un par de pelos esa vez de la furia, agradezco que no me haya masticado de un bocado. — Rei y el me acompaño. —¿Sigue siendo así?— pregunté.

—¿Que?— pregunto.

—El pelo de Aslan, ¿Sigue brillante y suave? Lo digo por que tu lo viste después de que yo, ya que hace años que no lo veo — dije algo nostálgica. Extrañaba al león.

Peter río, sus ojos se achinaban un poco cuando lo hacía, haciéndolo ver adorable — Si, supongo que si. Aunque es normal si no es así. — dijo misterioso.

—¿Por que?—pregunte. El me miro serio.

—Por que va a ser. Ya está viejo— murmuró como si contará un secreto. Rei alto y el me siguió. Seguimos riendo mientras sostenía mi panza, dolía reír.

—No exageres, ¿Cuanto tiene?— pregunté graciosa. —¿Un milenio, dos tal vez?— pregunté de nuevo. El río.

Jamás pensé conocer esta faceta de Peter; tan informal, tan jovial, y tan alegre. Pero aquí estabamos; riendo e intentando adivinar la edad del gran León que alguna vez me cuido y al que sigo viendo como figura paterna.

Peter, gracias por disculparte, me siento mejor ahora, y supongo que tú también.

Las Crónicas de Narnia: La Reina Maldita. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora