Capitulo 13

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"Eres un Rey con su corona cayendo, esperando que te desee"

La pelirroja ya estaba cansada y ni siquiera se había subido al caballo. Nunca pensó que viajar con reyes fuera tan difícil. ¿Ella acaso era así de difícil a la hora de viajar? No, claro que no

No podría contar las maletas con los dedos de las manos, ni tampoco la cantidad de caballos que se llevaban. Hombres reales los iban a acompañar (por suerte para la tranquilidad de su pueblo pudo reducir ese grupo) y en Rey Peter no hacía más que mirarla lo cual la ponía nerviosa, y de mal humor. Acomodó su vestido y luego se corona; frustrada. Se subió al caballo, el cual la saludo y ella devolvió ese saludo. Sus hombres las siguieron enseguida, los enanos se ayudaron unos a otros para llegar a la altura de los caballos, y los minotauros se acomodaron a sus lados. El lobo y el leopardo tomaron la delante entendiendo la orden.

Si los reyes seguían tardando, se iría, y le importaba un comino lo que pasaba.

Tome aire varias veces, sabía que era el collar el que la estaba afectando de sobre manera.

Era por eso que debía mantenerse calmada en todo momento, en especial cuando el collar le ardía tango al tocar su piel.

‡‡


Los reyes andaban a paso medio sobre sus caballos, el lobo y el leopardo seguían en la delantera, seguidos por Amina y Peter, el cual, se había puesto ahí para controlar el camino. Amina intento tratarlo con amabilidad pero este no hacía nada más que ignorarla y poner en dudas sus decisiones. Detrás los seguía Lucy con Edmund, cerrando la fila iban Susan y Caspian seguidos de los enanos. Los minotauros se mantenían a su lado sin despegarse de ella. Eran solapas protegiendo a la reina, y en cierto modo lo agradecía, no la había sentir tan sola.

—No creo que sea por alli— dijo Peter cuando Amina estaba por tomar una ruta más rápida.

Esta se giro hacia el, su rostro estaba rojo, y Lucy supo que no se avecinaba nada bueno. —¿No voy a saber yo como se llega a mi reino? Por favor Rey Peter, solo callese y siga el camino— dijo. Amina apretaba los dientes tan fuertes que parece que los iba a romper.

Pero otra cosa se iba a romper si no hacia eso; como la cara del bonito rey por ejemplo.

Edmund sonrió burlón mientras pasaba por al lado de su hermano. La expresión del rubio era impagable.

Este pensaba hablar de nuevo, pero al sentir el codo de su pequeña hermana clavándose en sus costillas con fuerza se quedó callado. Miro a Lucy la cual lo miraba con enojo y se adelanto enseguida con Amina dejándolo atrás.

Perfecto, hasta sus propios hermanos lo traicionaban. Pensó mientras bufaba.

Siguió a los demás, moviéndose al compás de ellos y se cuestiono solo por un instante si de verdad era un rey. ¡Pero claro que lo era! Solo que Caspian se encargaba de las cosas ahora pero no por eso iba a dejar que le pasen por encima, menos la linda para testaruda rubia que había a metros de el.

—¿Viaje interesante eh?— pregunto Caspian al ver que el rubio no sacaba la mirada de Amina.

Este sacudió la cabeza confundido y volvió a la realidad. —¿Que?— pregunto. Y luego entendio—Oh, si. Vamos a terminar en cualquier lugar. ¿En serio confías en ella?— pregunto señalando con la cabeza a la rubia.

—No veo motivo por el cual tenga que mentir. ¿Tu si?— pregunto el pelinegro.

—Eres demasiado inocente Caspian. — se burló el sumo monarca. —Quizas no exista tal reino, quizás solo nos lleva a una trampa para matarnos a todos y quedarse con todo— dijo con desprecio.

Susan rio—Vaya, y yo que pensé que eras el más racional de todos. — se burlo —Deja las babosadas ya, Peter— dijo y siguió andando charlando animada mente con Caspian.

Peter bufo, ahora si estaba solo.


††

El paisaje iba cambiando al igual que la temperatura es por eso que había tenido que parar a colocarse las capas de abrigo que habían traído. Amina ya vestía la suya, y aunque aviso que deberían ponérselas, Peter desacredito esa orden apenas pudo.

Lucy observaba el lugar, los árboles danzantes y llenos de hojas color verdes fueron cambiando por pinos duros y con nieve en la punta. El clima bajaba drásticamente con cada paso que daban, como si una ráfaga de viento luego de salir de la ducha en invierno.

Amina acaricio con la punta de sus dedos pálidos la cresta de su caballo, escuchando como este relincheaba en aprobación de su acto. Peter, que ya estaba en su caballo con su capa negra de dorada puesta, tenía los ojos en la rubia y su accionar. Era como una especie de imán, no podía sacar la mirada de ella aunque quisiera.

—¿Tienes frío?— la pregunta de Amina lo sorprendió pero casparreo la garganta y respondió.

—No— dijo.

Amina esbozó una sonrisa—Que bueno, el clima seguirá bajando. Yo estoy acostumbrada pero no se ustedes...— murmuró.

Peter río levemente sin gracia—Ya hemos estado aquí una vez, con mucho menos abrigo que el de ahora, creo que aguantaremos— dijo con ironía. Amina lo miro, estaba dolida. ¿Que había hecho de malo para que fuera así con ella?

Peter noto esa mirada, así que solo bajo la suya y guardo silencio.

—Continuemos— rugió amina una vez que todos tenían sus capas.

Siguieran a trote, y entre medio de los árboles, las luces de podían divisar. El sol ya había casi desaparecido. La oscuridad empezaba a tomar lugar pero por suerte ya estaban casi en la entrada del pueblo.

Los reyes abrieron la boca y los ojos. Habían llegado y estaban más que sorprendidos. La aldea era mucho más grande de lo que imaginaron, y la estampa parecía casi irreal.
Las casas con la nieve en el tejado te daban un espíritu hogareño, y las risas que se escuchaban a lo lejos te llenaban el alma.

Los reyes vieron como Amina sonreía mientras cerraba los ojos un momento. Estaba de vuelta en casa.

La reina se dio vuelta como pudo en su caballo y sonriendo dijo —Bienvenidos a nuestro pueblo— dijo mientras intercambiaba miradas con los minotauros y los enanos.

Lucy sonrió, Edmund observaba todo maravillado, Susan y Caspian intercambiaron miradas complacidas. Y Peter, bueno, él solo podía observar el pueblo, y la sonrisa de la rubia que tenía al lado.

Sonrió levemente. Quizás no sea tan mala como pensaba.

Las Crónicas de Narnia: La Reina Maldita. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora