La mañana había llegado y la luz golpeaba las ventanas de una gran casa. Los amplios jardines se veían sumergidos en la brillante mañana mientras los primeros rayos de la mañana llenaban de luz al leve roció de las flores. El par de estanques que tenía a cada lado de la entrada se tornaban de brillantes reflejos celestes mientras el sol subía cada vez más, llenándolos como pozos de luz. Dentro, los rayos que se colaban por las cortinas dejaban el pasillo lo suficientemente iluminado. Poco a poco las ventanas estaban abriéndose, dejando que cada habitación se llenase de este bello día, menos una. La luz de la madrugada encontró su camino a través de la cortina hasta llegar al durmiente rostro de una joven.
Despojándose lentamente del sueño mientras dejaba de divagar por el mundo onírico, la joven despertó. Su revuelto pelo anaranjado le cubría parte del rostro, así que decidió acomodarlo lo mejor que su semiconsciente persona le dejo. Levantándose, se aproximó a la ventana y corrió las cortinas mientras dejaba que los suaves rayos del sol acariciaran su durmiente rostro para despertar en su totalidad.
La chica se quedó observando el bello jardín por un momento, podría pasarse horas viendo aquellos rosales que había afuera, o sentarse desde el tejado y ver el reflejo de las nubes y el sol en el estanque. Aun así, el sonido de unos ligeros golpes en la puerta la saco de su ensueño.
-Lady Ferabella- Le hablo una voz masculina detrás de la puerta- La señorita Roxanne le espera en el comedor para el desayuno
-Gracias Jonathan- Respondió la joven- Bajare enseguida
Al cabo de unos minutos la bella joven salió de su alcoba ataviada de un ligero vestido de día, recorrió los largos pasillos llenos de habitaciones y bajo las escaleras del vestíbulo, se detuvo un momento a mirar el candelabro que colgaba en este antes de entrar al comedor.
-Lamento la tardanza tía Roxanne- se disculpó la joven mientras agachaba un poco la cabeza, acto seguido se dirigió hacia la mesa donde le esperaba una mujer que aparentaba menos de una treintena de años vestida elegantemente con un traje de negocios mientras bebía una taza de café
-De nuevo te quedaste dormida- respondió al bajar la taza
-Lamento importunarle, tía Roxanne- se disculpó nuevamente agachando la cabeza
La mujer tomo otro sorbo de café y dejo escapar un pequeño suspiro antes de responder
-Fera, querida- le dijo- no hay necesidad de ser tan formal conmigo- Dijo antes de seguir bebiendo
--Cierto tía, aun no estoy del todo acostumbrada- respondió Fera mientras tomaba asiento
-Únicamente trata de que no olvidar tus modales cuando vuelvas con tus padres- le dijo Roxanne con una ligera sonrisa
-No te preocupes por eso tía
El día avanzaba como siempre, el mediodía estaba lleno de un cálido sentimiento. Gallon esperaba sentado bajo la sombra de un árbol disfrutando los cálidos rayos que pasaban a través de las hojas.
-Hey, Gal- Le grito alguien a la lejanía
-Hola Fera- respondió sin necesidad de moverse para ver a la chica que se acercaba- ¿para qué me necesitabas?
-Tenía que buscar algunas cosas y necesitaba que me ayudaras a llevarlas- respondió mientras esbozaba una pequeña sonrisa
-Muy bien- dijo con un ligero suspiro mientras se levantaba- sabes, creí que me habías llamado por alguna pista o algo similar de donde estaba el cazador- una ligera decepción era notable en su voz
-Es demasiado sigiloso- trato de excusarse- incluso se deshizo de los cadáveres antes de que la policía o alguien más se enterase.
-¿Cómo dijo que se llamaba?
-Creo que era Drake, por cierto, dijiste que sabias algo sobre el- dijo con curiosidad
- Algo así- respondió con una falsa convicción- si en verdad es el, lo mejor será que dejáramos de buscarlo
-¿Porque razón?- pregunto extrañada
-Drake, el cazador dragón- comenzó a explicar Gallon- Es una leyenda entre los cazadores, se rumora que es el más fuerte de todos.
Fera quedo ligeramente impactada y se estremeció al escuchar eso, más aun así empezó a buscar razones para ir tras él. Hay varias historias de el.
-Y si...- comenzó a decir- ¿Y si solo dijo eso para alejarnos?
-Podría ser- respondió Gallon pensativo- con tal fama nadie en su sano juicio lo buscaría
-Entonces hay que seguir buscándolo- respondió Fera
-Pero- excuso Gallon- ¿y si está diciendo la verdad y él es el cazador? No quiero tentar a la suerte- dijo con la esperanza de que Fera desistiera
-Dices que es una leyenda, ¿no?- replico- no tiene por qué ser cierto, tal vez eso del cazador solo es algo que utilizan para asustar a la gente
Gallon dejó escapar un suspiro
-Dejémoslo así por ahora y vayamos a comprar lo que necesitas.
-Está bien- respondió Fera- pero seguiremos buscándolo
La tarde caía cuando Fera y Gallon terminaron de buscar las cosas que requerían.
-Solamente falta una cosa- dijo Fera
-¿En serio?- pregunto Gallon
Fera volteo y vio a Gallon cargando tantas cajas y bolsas que parecía que en cualquier momento lo engullirían.
-Iré yo a buscarlo, será mejor que esperes en la estación- le dijo Fera esbozando una ligera sonrisa culpable
-Entendido- respondió Gallon, aliviado de dejar de cargar un momento- Aun la fuerza de golem tiene límite- dijo sonriendo
Fera caminaba rápidamente hacia el lugar donde tenía que realizar su última compra. No se hallaba lejos, mas algo distrajo su atención. Un poco más enfrente vio a un chico de pelo negro, usando una rugosa chaqueta de cuero, era sin duda, la misma que usaba Drake esa noche.
Discretamente siguió al cazador por un par de calles antes de que este se introdujera a un callejón. Al entrar al mismo, Fera había perdido el rastro de Drake, ni siquiera se escuchaban pasos que indicaran que trataba de correr.
-Creí que había quedado claro que no me siguieran- dijo alguien detrás de ella
Volteando la mirada a la entrada del callejón no encontró nada. Aun sin entender bien lo diviso, arriba, parado en una cornisa y recargándose en una ventana estaba Drake. Bajo de un salto, cayendo frente a Fera y obligándola a dar un paso hacia atrás
-No importa lo que hayas dicho- dijo Fera, se encontraba temblando- te encontraremos y te haremos pagar por lo que hiciste
. ¿De nuevo con lo mismo?- dijo mientras se llevaba una mano a la frente y se tomaba el pelo- ya les dije que no he matado a nadie
-¿Y por qué debería creerte?
Drake quedo pensativo un momento antes de olfatear el aire
-Está claro que no dejaran de molestarme ni me dejaran hacer mi trabajo en paz hasta que no pruebe mi inocencia, ¿no?- dijo finalmente- Así que, si gustas seguirme un momento
Fera tenía miedo, Nyx, su fénix, no estaba con ella así que no podría defenderse. Aun así decidió seguirlo.
Pasando a través de los callejones, llegaron a la intersección en el centro de estos. Ahí esperaba otra escena igual a la de noches atrás.
-¿Cómo fuiste capaz?- Dijo Fera paralizada mientras ahogaba un grito
- ¿Qué no puedes esperar un segundo antes de culpar a cualquier persona?- respondió Drake mientras se acercaba a los cadáveres e introducía la mano en uno
Después de unos momentos extrajo un objeto parecido a una pluma, pero del tamaño de una daga. Al ver esto Fera quedo un tanto confusa.
-Pluma de arpía- respondió Drake- ellos y los de la otra noche estaban repletos de ellas.
-Y eso quiere decir…
-Que yo no soy el culpable- le interrumpo Drake- Hay una arpía asesina en Yrien y estoy aquí para acabar con ella
-¿Y pretendes que crea eso? Pudiste haber llenado sus heridas con esas plumas- respondió
Al ori esto, Drake no pudo evitar soltar un cabezazo contra la pared. Le parecía imposible que la chica fuese tan terca, algo llamo su atención arriba.
-Hay una arpía aquí, te guste o no- le dijo mientras observaba el cielo- y mi deber es acabar con ella, así que les agradecería si dejasen de meterse en mi camino
Dicho esto se fue rápidamente por un callejón distinto al que habían entrado. Fera observaba la pila de muerte mientras pensaba en todo aquello.
El sol caía y el cielo había tomado un intenso color naranja. Gallon esperaba en la estación desde hacía un par de horas. Empezaba a preocuparse por Fera, más la seguía esperando en la estación. Le había dado algo de hambre y había conseguido comida en un lugar cercano, así que la disfrutaba mientras esperaba.
-Tarda demasiado- dijo mientras se llevaba un trozo de carne a la boca- ¿hasta dónde pudo haber ido?
Mientras seguía disfrutando de su bocadillo una sombra, alargada por el atardecer llamo su atención. Al voltear reconoció inmediatamente a la figura de pelo anaranjado que se acercaba.
-Fera- Exclamo dejando a un lado su comida- Demonios, me tenías preocupado
-Lo lamento Gal- dijo mientras observaba el objeto que traía entre manos.
Gallon se acercó a ver que traía. Una pluma, de colores naranja y dorado, parecía afilada como una navaja y tenía pequeñas manchas rojas, al igual que la mano y parte del brazo de Fera
-¿Esto es lo que buscabas?- pregunto- y que es lo que tienes en el brazo
-No esto no es lo que buscaba- dijo de manera seria- y lo de mi brazo es sangre
-¿Acaso paso algo?- Pregunto Gallon sobresaltado mientras revisaba si estaba herida.
-Encontré a Drake
-¿El hizo esto?
-Te explicare en el camino, hay que llevar estas cosas- dijo mientras cogía un par de cajas- ¿Podrías guardar la pluma?
-Pero, ¿Qué tiene que ver esta coas?- preguntaba el intrigado Gallon
-Una arpía- respondió rápidamente Fera
-¿Y?
-Drake no es el asesino
En el callejón, Drake terminaba de revisar los cadáveres. Extrajo otra pluma de dentro de uno de ellos e hizo una mueca. Esto complicaba más su trabajo.
-No hay solo una arpía- dijo en tono bajo antes de irse
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Beast Soul
FantasyYrien, un mundo lejano donde la gente se encuentra dividida por una gran guerra sucedida en el pasado. Tras miles de años una nueva guerra podria estallar y el unico que lo sabe es nada menos que un mercenario con una gran recompensa por su cabeza...