Capítulo 24

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Había pasado casi un mes desde que Bruno se me había declarado, mi vida ahora se había convertido en una pequeña película de amor, como aquellas en la que un par de enamorados se miran a los ojos y dan vueltas tomados de la mano mientras la alegría se desborda por sus ojos. La vida seguía golpeando de alguna manera, Valeria seguía exigiendo a Bruno dinero y ropa para el bebé pero él no le había hecho caso. Ana por otro lado seguía mandándole mensajes diciéndole que aún lo extrañaba. Su cuenta de Facebook seguía mandándole alertas de que intentaban hackearla. Todo parecía un caos pero esa noche, fuera de mi casa mirándole a los ojos no importaba nada más. Mis padres habían salido así que él había acudido a mí argumentando que le hacía falta un beso. Mis manos sobre su nuca, nuestros labios fundiéndose en un beso, era como estar en el paraíso. Mi corazón bombeaba sangre a lo loco y las mariposas en mi estómago se paseaban gentilmente. Sentía amor y me sentía completa.

En medio beso me sobresalté al mirar el carro de mis padres estacionarse fuera de la casa, no había manera de huir, estábamos sobre la calle y nos habían visto. Sentí miedo pero mi cuerpo no hizo por moverse ni por hablar. Mi madre salió y saludó a Bruno, siguió su camino hacia la casa sin decir una palabra, mi padre en cambio salió hecho una furia, cada que se enojaba lo veía con un aspecto diabólico que me hacía estremecer. Inconscientemente me acerqué un poco mas a Bruno. Mi padre se paró frente a Bruno.

TP.- Mira muchacho, no te quiero ver con mi hija, ¿entendiste?, no eres el indicado así que quiero que te largues ahora mismo.- su voz era pacífica pero escupía lava por todas partes.

__(tn).- Papá, yo quiero estar con ...-

TP.- ¡Cállate!- me interrumpió. Di un ligero brinco ante la subida de tono en su voz.

Bruno. – Señor, con todo el respe...-

TP.- ¡¿Acaso no escuchaste?!,¡Largo!- le gritó en la cara. Me tomó del brazo con rudeza. Estábamos a mitad de la calle, no quería imaginar lo que los vecinos estarían pensando. Sentí una necesidad enorme por llorar y no pude contenerla, las lágrimas salieron y no se detenían.

Bruno me miró con tristeza, quería saber qué debía hacer. Asentí ligeramente para darle a entender que era mejor que se fuera. Emitió un respiro de frustración.

Bruno.- Buenas noches.- totalmente abatido dio media vuelta y se fue.

Realmente lo necesitaba a mi lado pero no quería montar una escena en plena calle. Mi padre, que aún sostenía mi brazo con fuerza, me jaló y me metió a la casa. Una vez dentro sentí su puño caer sobre mi mejilla. Grité, me ardía. Me aventó al suelo y me hice bolita con la intención de protegerme.

TP.- Mira niña, no te quiero volver a ver con él, ¿entendiste?- asentí temblorosa.

Se fue dejándome en el piso, llorando y con dolor. Por favor, que no se haga morete.

**

Me encerré en mi cuarto y me recosté en la cama, mi celular vibró notificándome una llamada de Bruno. Respiré para evitar que mi voz sonara cortada pero fracasé en el intento.

__(tn).- Hola amor.- juraba que se escuchaba hasta como sorbía mis mocos.

Bruno.- Hermosa, ¿estás bien?- se escuchaba preocupado.

No pude evitarlo y me solté a llorar. Intentaba controlarme pero las lágrimas seguían saliendo a chorros.

Bruno.- ¿Te hizo algo?-

__(tn).- No pasa nada.- no sé por qué demonios seguía protegiéndolo.

Bruno.- Sabes que siempre voy a estar aquí cuando lo necesites. Te amo muchísimo.-

¿Imposible?-  Bruno Mars (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora