Capítulo 33

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*Les recomiendo poner en marcha el video con la música mientras leen el capítulo.*

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Mis pensamientos comenzaron a hundirse, mas allá de mi desgracia a mi cerebro parecía parecerle poco así que comenzó una cuenta atrás deprimente sobre todo lo malo que me había ocurrido en mi pasado, mi patética vida amorosa, mis errores, mi tesis inconclusa y las palabras de mi fotógrafo diciéndome que era pésima laboralmente hablando. Todo era gris.

La ansiedad tomó lugar en la habitación y se quedó estrujando mis entrañas. Me sentía pésimo, la tristeza inundó cada poro de mi piel y se adueñó de mi raciocinio. Quería morir.

Desde mi adolescencia comencé a sufrir de ansiedad pero con el tiempo me las había arreglado para salir adelante, siempre repitiéndome que todo iba a estar bien. En momentos negros eran las palabras que lo curaban todo pero esta vez la había repetido un centenar de veces y el cielo seguía igual de nublado. Nada cambiaba. Lentamente cada emoción se alejaba de mi cuerpo dejándome como un bulto inservible y sin vida. No quería hacer nada, tan sólo recostarme en la cama y dormir.

En los siguientes dos días me tocaba descansar, por fortuna no tendría que verle la cara a nadie. Me recosté en la cama y quedé profundamente dormida.

**

Desperté con los ojos acuosos tras recordarlo. Bruno no se había ido de mi mente y cada vez que pensaba en él perdía el sentido de las cosas.

El dolor era constante y la incertidumbre también. No había bajado a desayunar, tampoco a comer, me había asegurado de cerrar con seguro la puerta de mi cuarto y de ignorar los constantes llamados de mi madre. Quería estar completamente sola.

Ya no había sonrisa en mi rostro, mi corazón latía cansado y mi cuerpo se había convertido en un cementerio de emociones. Ya no había nada en mí.

La pregunta no era por qué Bruno se había ido sino ¿alguna vez volvería?, una parte de mi cerebro se aferraba débilmente a la idea de que así sería, mientras otra, mucho mas fuerte, me gritaba que no. Él se había convertido en un fantasma y yo tendría que vivir con eso, pero siendo honesta, no sabía si podría.

Mi celular sonaba como loco notificándome de llamadas de mi madre. Estaba preocupada, le había negado la entrada y ante la desesperación se le había ocurrido marcarme. No quería mirar, tampoco hablar.

***

Era el segundo día sin Bruno, el dolor iba incrementándose y no sabía cómo detenerlo. Mañana tendría que verle la cara y no estaba en absoluto preparada. No había ingerido alimentos porque no me apetecía ni había salido de mi habitación. Me la pasaba acostada en la cama dándole vueltas a lo mismo.

Quería hacerlo. Ahora que había ingresado al infierno lo anhelaba con ganas. Dañaría a tantas personas pero me daría alivio. Durante tantos años estuvo parada a mi costado susurrándome al oído pero siempre le había ignorado, esta vez sus murmullos se escuchaban mas claros e incluso sentía sus caricias pasearse por mis brazos. Siempre detrás, siempre esperándome.

En esos días se había vuelto mi fiel compañera y sentada a mí lado escuchaba como mi cerebro lloraba sin cesar intentando reconfortarse, no lo había logrado y ante la penumbra sabía que no lo lograría.

Desde niña tomó mi mano, cuando el cielo se tornaba gris ella me cobijaba. Crecí y se mantuvo conmigo como si fuese mi sombra, cuando la desilusión se postraba en mi alma ella se había aferrado a la misma de igual manera. Una vez casi la deje quedarse, casi le miré y estuve a punto de tomar su mano para acompañarle pero en último momento me había arrepentido. Se había molestado, odiaba que le ignorara pero esta vez, su radiante sonrisa me decía que no sería así.

Esta vez le miraría e indudablemente tomaría de su mano. El dolor era insoportable y ella me había prometido aliviar mis penas si accedía a caminar a su lado. Me había dejado las cartas sobre la mesa, me había abierto los ojos ante mi realidad. Un padre que me pegaba las veces que quería y por motivos estúpidos, una madre que me quería pero que jamás tendría una relación apegada a mí por vivir con pavor a que mi padre la golpeara también, un corazón roto sin posibilidad de reconstruirse, una vida laboral pésima, ganando dinero por trabajar en algo que odio. ¿Quién querría vivir así?

Ese era el punto. Ya no quería vivir y menos si mi futuro pintaba de la manera en que ella me lo había mostrado.

¿Sería el momento de verle la cara a la muerte? ¿Me iría para siempre con ella?

Había sacado todas las pastillas del frasco, bailaban sobre mis manos al compás de mi temblor. Contaba treinta, al ingerirlas todas no habría vuelta atrás. Eran antidepresivos, si las tomaba caería en un profundo sueño del cual jamás volvería a despertar. Y lo cierto era, que ante esta penumbra, mis ojos lo que menos querían era volver a abrirse de nuevo.

Y ella, ahí sentada, movía sus dedos sobre su pierna, esperando impaciente que tomara una decisión. Miré sus ojos y vi sus pupilas dilatadas mirando directamente las mías. Ella anhelaba tomar mi cuerpo y jamás volver, pero ¿yo quería lo mismo?

Bajé la mirada hacia las pastillas, como si intentase encontrar la solución a mis problemas dibujadas sobre ellas. Jamás la encontraría, por mas que mirara hacia la ventana y viera mi mundo lo cierto era que seguía igual de gris que antes. Ningún rayo de sol se colaba entre las nubes dando señales de esperanza, también se había rendido y me daba cuenta que estaba ahogándome en mis penas y no podría salir jamás a la superficie.

Tomé un puño y las llevé a mi boca, di un sorbo al vaso de agua para pasarlas e hice lo m ismo con las que quedaban. Mis manos vacías seguían temblando y ella lanzaba carcajadas que sólo mis oídos podían escuchar. Risas que al poco tiempo comenzaron a ser ecos lejanos, de repente la habitación daba vueltas y caí hacia el suelo quedando en una completa obscuridad. 


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¡He vuelto!, fue un fin de semana de locos y no me había dado tiempo de actualizar.

Al parecer todo se volvió gris de repente. Que triste :(

¡ÚLTIMOS CAPÍTULOS!

No olviden dejar sus votos y comentarios. Muchas gracias por leer mi novela.


¿Imposible?-  Bruno Mars (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora