Se conocieron en un restaurante de pizzas. Dos vidas que se unirán imprevistamente y bajo miles de circunstancias que harán hasta lo imposible por separarlos. El destino ¿los unirá? o ¿terminará por destruirlos?
Desperté y me percaté de que seguía recostada sobre el pecho de Bruno, moví ligeramente mi cabeza para desperezarme.
Bruno.- Mi nena se ha despertado.- dijo al mismo tiempo que sus caricias recorrían mi cuero cabelludo.
Era inevitable no sonreír al escuchar su voz. Me embelesaba en un instante. Giré y lo miré sonriéndome.
Nos incorporamos para quedar sentados y tomé su mano, no quería soltarlo jamás.
__(tn).-¿Cómo supiste que estaba aquí?- dije mientras tallaba mis ojos para despertarme por completo.
Bruno.- Tu madre me habló.-
Asentí. Emití un largo suspiro de alivio.
Bruno.- No vuelvas a hacerlo nunca, no sé cómo podría vivir sin ti.- sus ojos completamente sinceros y tristes me cruzaron el alma.
__(tn).- No lo volveré a hacer, te lo juro.- me recosté sobre su hombro.
Bruno.- Jamás me había sentido tan asustado en toda mi vida. Te amo como no tienes una idea, te amo muchísimo.- dijo y me besó con ternura.
Sus manos se posaban cuidadosamente sobre mis mejillas mientras sus labios seguían danzando junto a los míos. En cada beso mi corazón bombeaba como loco.
No lo volvería a hacer por nada del mundo. Todo lo que le dañara estaba, desde ahora, completamente prohibido para mí.
Bruno.- No te volveré a dejar sola.- sus ojos fijos en los míos irradiaban amor.
__(tn).- Yo tampoco.- y estaba segura.
Jamás me apartaré de su lado.
***
Habían pasado dos semanas desde que salí del hospital, me encontraba armando un paquete de cajas porque había tiempo muerto en el trabajo. Las cosas parecían ir viento en popa, sin la presencia de Karla e Iván en la tienda el ambiente se sentía más ligero. Mis padres habían invitado a Bruno a comer a la casa en un par de días para pasar un rato, totalmente increíble. Las manos de mi padre no volvieron a tocar mi cuerpo en ningún momento. La vida estaba tomando un camino correcto.
Miré hacia el frente y vi como Bruno me veía detenidamente lanzándome media sonrisa. Tenía los brazos cruzados y estaba ligeramente recargado en la mesa de cajas. Su gorra sostenía como podía los rulos rebeldes que intentaban salirse por los costados. Se veía guapísimo.
__(tn).- ¿Qué tanto me miras?- dije conteniendo la risa.
Bruno emitió un largo suspiro.
Bruno.- Eres hermosa.-
Era imposible no sonrojarse. Se acercó lentamente a mí y puso discretamente sus labios cerca de mi oreja.
Bruno.- Cómo me gustaría tenerte encima de esa mesa y hacerte mía.- abrí los ojos como platos.
Estaba segura que mi rostro había tomado el mismo color que los pepperonis en la pizza que Miguel estaba cortando. ¿Cómo se atreve a decirme eso aquí? Vamos, era totalmente aceptable mientras estábamos solos pero en un lugar público era para morirme de vergüenza. ¿Y si nos escuchaban?
__(tn).- ¡Bruno!, pueden escucharte.- dije lo mas bajo posible.
El soltó una risa.
Bruno.- Lo siento, es que no puedo controlarme a veces.- dijo mientras su vista repasaba cada centímetro de mi cuerpo.
Cada día que lo miraba me resultaba más guapo. Estaba indudable y locamente enamorada de él. No podía imaginar el dolor que pudo haber sentido cuando se enteró que estaba en el hospital.
Tomó un paquete de cajas y comenzó a armarlo. El teléfono sonó y tomé la llamada. Mientras hablaba con el cliente sentí los brazos de Bruno rodear mi cintura. A ese hombre no le importaba quien nos mirara. Gracias a Dios el comedor estaba vacío y sólo estaba Miguel que probablemente estaba viéndonos mientras reía al tiempo que negaba con la cabeza.
Colgué y puse el pedido en la computadora para que Miguel pudiera verlo. Miré a Bruno que aún seguía rodeándome con sus brazos y le di un piquito, no quería montar un espectáculo.
Me separé, aunque mi cuerpo estaba renuente a hacerlo. Di la espalda al comedor y me recargué sobre el mostrador, Bruno me miraba fijamente conteniendo una sonrisa y yo hacía lo mismo. Nuestras manos estaban juntas y no había salido ninguna palabra. No era necesario, nos estábamos diciendo todo con la mirada.
De repente vi como los ojos de Bruno se desviaron de los míos y como su rostro comenzaba a perder color. Se puso completamente serio e inclusive algo enojado. Me volteé para ver qué le había causado tanta molestia y la vi.
¡Oh my God!, Aquí vamos de nuevo, ¿quién ha llegado? :O
Voy a pedirles de favor, amadísimas lectoras que se den una vuelta a la novela de una fiel lectora, la novela se llama "El amor es posible cuando luchas por él", la pueden encontrar en el perfil de @NayelyVS. Por favor, léanla y déjenle muchos votos y comentarios. Se siente "requete"bonito abrir watt y ver que tienes muchos comentarios y votos, mis manos instantáneamente se van al teclado para escribir un nuevo capítulo.
¡Últimos capítulos!
Muchas gracias por leer mi novela. No olviden votar y comentar. Besos <3
P.D. Les debía foto super sexy de Bruno pero mejor les dejo GIF ;)
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