Capítulo 40 (Final)

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Bruno.- __(tn) y yo queremos hablar de algo importante con ustedes.- intentaba contener el nerviosismo pero su mandíbula tensa me indicaba que estaba igual de nervioso que yo.

Teníamos cuatro pares de ojos puestos sobre nosotros. Era el momento.

Por un momento reinó el silencio, de repente resultaba incómodo que nadie dijera nada. Bruno entonces suspiro.

Bruno.- Van a ser abuelos.- soltó apresuradamente. Mostró una sonrisa tímida.

Los ojos de mis padres estaban completamente abiertos, vi como mi padre se tensó un poco y comencé a empequeñecerme. En cambio, los padres de Bruno soltaron una sonrisa al momento de escucharlo.

La madre de Bruno cortó el silencio incómodo.

MB.- Ya lo sabía, ¡muchas felicidades!.- dijo mostrando una sonrisa casi idéntica a la de Bruno. Se levantó y nos abrazó a ambos. Su padre hizo lo mismo.

Los padres de Bruno habían aceptado la noticia de muy buena manera, en cambio, mis padres seguían perplejos, pude notar como las arrugas de la frente de mi padre comenzaban a hacerse más notorias, ese era el rostro que me advertía que algo muy malo estaba por suceder.

Casi por inercia me puse detrás de Bruno. Sus padres, quienes se habían vuelto a sentar, miraban a mi padre de forma extraña. Por Dios no, ahora no.

TP.- ¿Acaso es una broma?- dijo en voz baja, quien no lo conociera diría que estaba calmado pero no, era el tono de voz que apenas comenzaba a agarrar fuerza. En unos momentos iba a estar gritando totalmente colérico.

Sus ojos me miraron fijamente, sabía que Bruno tenía que quedarse callado.

__(tn).- No papá, estoy embarazada.- dije casi en un susurro.

Se llevó las manos a la cara y las bajó lentamente con total desesperación. Recargó su frente sobre sus palmas y su respiración comenzó a agitarse. El monstruo estaba por aparecer.

TP.- ¡¿Acaso eres tonta?!- gritó. Solté un pequeño salto y los padres de Bruno lo miraban totalmente sorprendidos.

TM.- Cálmate.- mi madre lo tocó del brazo intentando apaciguar el huracán de emociones que atravesaban el cuerpo de mi padre.

La mano de mi padre tomó con fuerza la de mi madre y de un jalón la dejó de nuevo en su lugar.

TP.- ¡No me digas que me calme!, ¿Qué van a hacer ahora?- estaba enojado.

Bruno.- No la voy a dejar sola, trabajaremos y saldremos adelante.- tomó mi mano con fuerza.

TP.- ¡¿En serio?! ¡No tienes en que caerte muerto y ¿piensas que vas a poder mantener a un niño?, ¡Qué demonios te pasa por la cabeza!-. poco faltaba para que se lanzara sobre Bruno.

Vi como el padre de Bruno se revolvía en su asiento intentando mantener la compostura. Mi suegra daba pequeñas caricias en su brazo intentando calmarlo. A diferencia de mi madre, mi suegro no le puso ni un dedo encima.

MB.- Señor, no se altere, estaremos bien.- dijo tímida y con una sonrisa. Así era la madre de Bruno, siempre sonriente, tímida y amigable.

Bruno.- Le juro que no estará sola en ningún momento.- sabía que Bruno también hacía lo imposible por no explotar. Yo, empequeñecida, miraba a mi padre escondida tras su espalda ancha.

Vi cómo se llevaba las manos de nuevo al rostro y exhalaba para tranquilizarse. Con la cabeza gacha intentaba apaciguar su respiración. Mi madre lo miraba esperando el golpe pero jamás llegó. Levantó la mirada y posicionó sus ojos en los de Bruno.

¿Imposible?-  Bruno Mars (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora