Las semanas habían pasado con suma tranquilidad, Valeria brillaba por su ausencia, no había mandado mensajes de texto amenazantes ni tampoco se había plantado de sorpresa en la sucursal para armar un escándalo. El amigo de Bruno le había hecho el favor de asustarla con cuestiones legales y sólo así pudo cerrar el pico. Tampoco Karla, ni Ana se habían cruzado en nuestro camino de nuevo. Todo iba viento en popa y no podía sentirme más feliz.
Tomaba de su mano mientras él platicaba con mi padre sobre carros, habíamos acordado tener una comida para dejar atrás todo lo negativo que había acontecido y empezar a enfocarnos en lo que viene. Mi madre escuchaba atenta y con una sonrisa a su conversación, estaba claro que el tema le fastidiaba en absoluto pero su interés se fijaba en la relación que habían mantenido Bruno y mi padre, se llevaban bastante bien, algo casi utópico si lo hubiera pensado hace meses.
Bruno.- Le agradezco mucho a ambos que me hayan invitado a comer, tenemos que irnos, el deber nos llama.- soltó bromeando a lo cual mis padres lanzaron una risa tímida.
Bruno se levantó y yo imité su acto, me despedí de mis padres y salimos de casa.
Entramos al vehículo y cuando estuve por abrocharme el cinturón los labios de Bruno se posaron sobre los míos inesperadamente. Me encantaban ese tipo de sorpresas, aunque a decir verdad, se habían vuelto ya algo habitual.
Bruno.- Te amo.- me miró con sus ojos almendrados destellantes de alegría.
__(tn).- Yo también te amo.- lo besé de nuevo. Sus labios eran adictivos.
Se acomodó en su asiento y nos dirigimos hacia la sucursal.
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Miguel.- Así que la zorra se ha ido.- dijo mientras recargaba su espalda contra la puerta de la oficina.
Bruno.- ¡Por fin!, tuve que pedirle a un amigo que la asustara. No encontré otra manera.-
Miguel soltó una carcajada. Bruno se le unió. Yo los miraba sonriente sentada en el escritorio mientras balanceaba mis pies como una niña pequeña.
Miguel.- No se me habría ocurrido algo mejor.- alzó los hombros.
Bruno.- No quería que nadie mas se interpusiera, ¿sabes? No me quiero separar de __(tn)- apretó mi mano y me regaló una de sus tantas sonrisas perfectas.
No pude evitar sonrojarme.
Miguel.- Eres un idiota enamorado, me alegra verlos juntos.- nos regaló una sonrisa antes de irse a atender un cliente que había llegado al mostrador.
Bajé del escritorio para ayudarle y Bruno me detuvo. Sus manos cálidas rodeaban suavemente mis brazos. Pegó su nariz a la mía.
Bruno.- Eres tan bonita.- abrió los ojos y se fusionaron con los míos.
__(tn).- Y tú me encantas.- lo besé.
Paulina.- ¡Consíganse un cuarto!- dijo mientras hacía una mueca de asco.
Ambos nos separamos y le solté una mirada de muerte. Ella sonrió y guiñó un ojo.
Paulina.- Permiso, depositaré el dinero en la caja.- se agachó y comenzó a meter los billetes.
Se levantó y nos miró por un segundo. Sonrió.
Paulina.- Se ven tan lindos juntos.- ladeó la cabeza- ¡tú!, ni se te ocurra lastimarla- dijo señalando amenazadoramente a Bruno. Él alzó los brazos en señal de rendición.
Soltó una risita y salió de la oficina. Miré a Bruno quien sonreía.
Bruno.- Nunca te voy a hacer daño.- su rostro destelló con un semblante preocupado.
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¿Imposible?- Bruno Mars (En edición)
FanficSe conocieron en un restaurante de pizzas. Dos vidas que se unirán imprevistamente y bajo miles de circunstancias que harán hasta lo imposible por separarlos. El destino ¿los unirá? o ¿terminará por destruirlos?