Capítulo 26

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Abrí los ojos, no supe en que momento me había quedado dormida, volteé hacia la ventana y ya había oscurecido, me giré y Bruno dormía plácidamente a mi lado, me quedé mirándolo y me sentí afortunada de pertenecerle, había demasiada perfección en su persona y cada vez me preguntaba qué había hecho para merecerlo. Parecía de otro mundo. Demasiado angelical, demasiado mío.

Después de unos segundos sus pestañas comenzaron a temblar indicándome que estaba por despertar. Sus ojos se abrieron lentamente, me miró y sonrió.

Bruno.- ¿Me miras cuando duermo?-

_(tn).- Si y me encanta.- mis labios se posaron sobre los suyos.

Bruno.- ¿Quieres ir a la feria?, te lo iba a preguntar hace rato pero en cuanto me giré ya te habías quedado dormida.-

_(tn).- A donde sea pero contigo.- mi dedo índice paseaba por todo su rostro. Me encantaba sentir su piel.

**

Varios puestos de comida, juegos mecánicos, muchas luces y gente caminando por todos lados. Niños riendo mientras daban vueltas en el carrusel, adolescentes gritando mientras el juego los impulsaba hacia el cielo para bajarlos precipitadamente al suelo en segundos. Otros cuantos degustando un hot dog o un algodón de azúcar, varias familias tirando dardos esperando atinar al centro para ganarse un oso de peluche. En este lugar no había espacio para la tristeza, las caras largas eran casi nulas. Tomaba de la mano de Bruno mientras caminábamos entre la gente buscando algún lugar para pasar el tiempo. Nos detuvimos frente al "martillo", nunca había sido fanática de los juegos mecánicos, siempre había temido que quizá alguna pieza saldría volando haciendo que el juego se partiera en pedazos. Me daba mucho miedo. Bruno me miró sonriendo. ¡Ni loca!

__(tn).- No voy a subir a esa cosa Bruno.- dije intentando mostrar mi peor cara para intimidarlo. Fracasé.

Bruno.- Lo harás si me amas.- está utilizando el chantaje y yo no podía decir que no ante eso. Apreté los puños descargando toda mi ansiedad.

__(tn).- En serio, me dan mucho miedo. Te amo pero no puedo.- por favor que no me obligue.

Bruno.- Anda hermosa, hay que subir.- me miró haciendo un puchero. Estaba loca pero no podía decir que no. Sería algo interesante de platicar después.

Accedí sintiendo como mi cuerpo comenzaba a temblar por el miedo. Volteé hacia arriba y el juego parecía moverse, era altísimo e imponente. Sentí que moriría.

Bruno entregó los boletos al chico que operaba el juego, miré al hombre suplicando que no mirara el celular mientras ponía en marcha el motor, mi vida dependía de él. Nos sentamos y acomodó nuestros cinturones. La ansiedad me había consumido por completo. Quería vomitar.

Bruno.- Todo va a estar bien.- me sonrió. Tenía una sonrisa perfecta pero no pudo abatir el miedo que sentía. Le sonreí de vuelta demasiado nerviosa.

De repente vi como mis pies dejaban de tocar el suelo, ya no había vuelta atrás, ya no podía gritar para pedir que me bajaran. Mis manos apretaban el cinturón con fuerza, mis ojos abiertos de par en par miraban como la gente en la feria se iba haciendo cada vez mas pequeña. Alcé la vista y podía ver las luces de la ciudad con unas montañas a lo lejos. Miré a Bruno quien parecía estar divirtiéndose a lo loco. ¿Cómo podía estar disfrutando esto? Era el mismísimo infierno.

El juego repentinamente dio un giro haciéndonos quedar con las piernas al cielo, grité y cerré los ojos, continuábamos moviéndonos violentamente dando giros y bajando precipitadamente como si se tratase de un columpio mortal. Las mariposas en mi estómago habían pasado de ser gentiles a desatar una guerra contra ellas mismas. Seguía gritando sin parar y me negaba rotundamente a abrir los ojos, sabía que si lo hacía la ansiedad se apoderaría aún más de mi cuerpo o terminaría devolviendo lo que comí en la mañana.

En medio de varios gritos escuché la voz de Bruno.

Bruno.- Hermosa, detente, ya ha terminado.-

Abrí los ojos y me di cuenta que estábamos de nuevo en el suelo con el juego totalmente detenido, el hombre que manejaba el juego me veía asombrado junto con otras personas que esperaban su turno, algunos se reían. Bruno rió por lo bajo. ¡Mierda! Había estado gritando sin motivo, seguramente pensaban que estaba loca. Envuelta en la vergüenza tomé la mano de Bruno para salir del lugar.

Cuando mis pies tocaron el suelo emití un respiro de alivio. Toda la tensión de mi cuerpo iba desapareciendo.

__(tn).- Esto lo hice por ti, si piensas que no lo hice porque te amo juro que te mato.- dije intentando controlar mi respiración.

Bruno.- Sé que me amas y yo te amo también.- me dio un beso corto y me sonrió.

**

Laura.- ¿Tú?, ¿te subiste al martillo?- preguntó asombrada.

Asentí mientras hundía el tenedor en mi plato de comida.

__(tn).- Así es, si eso no fue amor entonces no sé que sea.-

Laura.- Vaya mujer, sí que estás enamorada, no lo conozco pero toda persona que te saque sonrisas como la que tienes ahora merece mi amistad. Que bueno que ya no estás con Raúl, ese tipo era más aburrido que un partido de tenis.- dijo haciendo una mueca de disgusto total. Reí.

Siendo sincera Raúl había desaparecido por completo de mis pensamientos desde hace varios meses.

__(tn).- Si que lo estoy, lo amo. ¿Recuerdas todo lo que sufría porque nadie me quería? Siempre estuve buscando pareja por todos lados y obviamente me topé con mucho idiota. Ahora que he dejado de buscar es cuando llegó, curioso...- mi mirada se perdió un punto mientras divagaba sobre mi pasado.

Laura.- ¡Ay, __(tn)¡, tenías muchos pretendientes pero los muy imbéciles jamás supieron cómo acercarse a ti. Eres hermosa.- finalizó mientras me lanzaba un beso.

Estaba en lo cierto, a los quince años me enamoré de un chico que iba en la misma clase de tae kwon do conmigo, jamás pasó nada e incluso lo vi hacerse de una novia, rompió mi corazón, años después esa novia me confesó que siempre le había gustado al idiota y jamás supo cómo decírmelo. En la universidad me enamoré de un amigo que era actor, me le insinué como una puta pero él jamás respondió a mis atrevimientos, después me confesó que le gustaba pero se sentía muy inexperto en el tema y por eso decidió guardar silencio. Años de lágrimas en vano. Que coraje.

Reí por lo bajo recordando todos los chicos de los cuales me había enamorado. Pero qué pérdida de tiempo.

__(tn).- Bueno, eso ya no importa, mi corazón ya está ocupado.-

Laura me miró y sonrió. Si a tu mejor amiga le cae bien tu novio ya es un punto altísimo a favor.

Miré el reloj y apurada comencé a tomar mis cosas, tenía que ir a trabajar y el tiempo estaba justo.

__(tn).- Lo siento, debo irme.- me levanté y deposité un beso en la mejilla de Laura.

Laura.- Está bien pero tenemos que volver a vernos.-

__(tn).- Te lo prometo que así será.-

Caminé apresuradamente.

Laura.- ¡Nos vemos, mi amor!- gritó. Reí ante su ocurrencia.

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Todo es miel sobre hojuelas pero no siempre será así muajajaa.

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Las quiero <3

¿Imposible?-  Bruno Mars (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora