Capítulo 27

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Llegué cinco minutos tarde al trabajo, no era correcto pero si tolerable. Entré corriendo y me topé con Karla en la oficina, me miró sin interés y siguió limando sus uñas. Puse mi huella en el reloj checador y me dispuse a salir. Se percibía un olor a sudor combinado con perfume. Asqueroso.

Karla.- Llegas tarde.- dijo con la mirada fija en sus uñas. Las movía admirando la poca belleza que había en ellas.

__(tn).- Una disculpa, no vuelve a pasar.- la odiaba pero era mi jefa así que no podía faltarle al respeto.

Karla.- Tendrás falta.- mi miró y sonrió triunfante.

¿Falta? Pero ¡que carajo!, fueron cinco minutos y según lo que aprendí el primer día del curso para entrar a trabajar nos habían comentado que nuestro tiempo de tolerancia era de diez minutos. No tenía por qué haber falta.

__(tn).- ¿Por qué?, estoy respetando los diez minutos de tolerancia.- mi sangre comenzaba a hervir.

Karla.- Mira niña, yo soy tu jefa y se hace lo que yo quiero, si digo que tienes falta entonces la tendrás, ni aunque me llores me harás cambiar de opinión. Aparte eso te pasa por puta baja novios.-

¡¿Qué?! Esto está yéndose a lo personal. Quería tomarla de los cabellos y pegar su cabeza contra el escritorio. Habían pasado meses, creí que ya lo había olvidado. Sentí como el coraje se apoderaba de mi cuerpo, apreté los puños intentando contener los golpes.

__(tn).- No puedes hacer eso.- la miré fijamente a los ojos.

Karla.- ¿Quién dijo?- soltó burlona.

__(tn).- Si metes tus problemas personales al trabajo pueden despedirte, es laboralmente incorrecto.-

Karla.- Ay, qué ingenua has salido. Siempre he hecho lo que quiero y jamás me han dicho nada, no me dan miedo tus amenazas. Voy a hacerte sufrir y ni aunque le llores a Bruno podrás librarte de mí.- arqueó una ceja mientras sonreía.

__(tn).- No quiero ocasionar problemas, sólo vengo a trabajar.-

Karla.- Te vas a quedar sola y loca, ¿crees que acaso Bruno no me ha contado de todos tus problemas mentales?, sé que te pones triste y te comportas como una desquiciada.-

¿Bruno le ha contado todo? Nadie mas en la sucursal sabe de mis ataques de ansiedad, la hiperventilación, el llanto excesivo y los pensamientos suicidas son síntomas que indudablemente Bruno ha visto en mí. No me enorgullece, simplemente en un día malo han surgido y no he podido controlarlos, para mi suerte él fue testigo. Pero, ¿por qué le cuenta eso?, es algo muy personal. ¿Le parecerá gracioso?, ¿en realidad pensará que estoy loca? Comenzaba a odiarlos a ambos.

__(tn).- No, no será así, te lo aseguro. Ahora si me disculpas iré a trabajar.- di media vuelta y salí de la oficina queriendo aplastarlos a todos.

**

Bruno.- ¿Me vas a decir por qué estas enojada?- me susurró al oído mientras acariciaba lentamente mi brazo.

Cuando llegó a la sucursal le lancé una mirada de muerte, se percató de inmediato y no había dejado de insistir en el tema.

__(tn).- ¿Por qué no te quedas con Karla y me dejas de molestar?- me giré y fui hacia la bodega para tomar un paquete de cajas. Bruno me siguió, entró y cerró la puerta.

Bruno.- ¿Qué te dijo?- intenté empujarlo pero me cerró el paso.

__(tn).- ¿Por qué le cuentas cuando me pongo mal? No me enorgullece y no decido cuándo ponerme triste y cuándo no. Odio la ansiedad. Es un tema muy personal para mí y tú vas y se lo cuentas.- sentía como las lágrimas aguijoneaban mis ojos reclamando su salida.

Bruno puso cara de no entender ni una palabra.

Bruno.- Yo jamás le he contado nada de ti y mucho menos de eso...- cerró los ojos y bajó la mirada – ya sé, fue una vez que platicaba con Miguel porque me comentó que su novia se había puesto triste, le dije que tú también lo habías echo y habías llorado, entró Karla y detuvimos la plática, lo dice por eso, te juro que no he platicado con ella nada sobre ti.-

Yo seguía con los brazos cruzados evitando su mirada. El enojo aún seguía dando vueltas por mi cuerpo.

__(tn).- No me gustaría ni que se lo contaras a Miguel, es un tema muy personal, si pudiera hasta te lo escondería a ti.-

Bruno.- Te juro que es la única ocasión que le he platicado a Miguel, ni siquiera di detalles sólo dije que te habías puesto mal, después llegó Karla y paramos...por lo mismo de que puede ocasionar problemas. Hermosa, créeme por favor.- sus dedos rozaban mi mejilla.

Miré sus ojos y vi total preocupación. Mi mente me decía que me alejara, que no confiara en una persona que divulgaba mis secretos pero mi corazón me pedía una segunda oportunidad. No tenía ganas ni la fuerza para debatir.

__(tn).- Necesito estar a solas un momento.- avancé y para mi sorpresa no hizo por detenerme. Salí de la bodega y continué trabajando.

**

El turno estaba por terminar y no le había dirigido la palabra a Bruno en absoluto. Aún seguía pensando que era lo correcto, seguir confiando o desistir. No había sido algo tan grave, realmente todo humano tiene inclusive derecho de sentirse triste alguna vez en la vida y es algo normal, irremediablemente otro ser humano terminará dándose cuenta. Lamentablemente había llegado a oídos de Karla que por obvias razones lo usaba para perjudicarme. En ocasiones miraba discretamente a Bruno y se veía cabizbajo, preocupado y sin vida, realmente le había afectado el hecho de que no confiara mas en él. ¿Será justo mi comportamiento o estaré exagerando?

Pasé justo al lado de la oficina y lo miré sentado con la frente pegada al escritorio, la energía se le había ido del cuerpo, ahora parecía repasar una triste historia frecuentemente en su cabeza de la cual yo era la protagonista, la culpa comenzó a carcomer mis entrañas. A pesar de todo él se había disculpado, se miraba arrepentido y confiaba en él, no podría mas con esto así que decidí entrar. Me miró y sonrió a medias, sus ojos suplicaban que lo perdonase, gritaban que no podía vivir sin mi. Me abalancé y lo besé, puso sus manos sobre mis mejillas y siguió el ritmo del beso.

__(tn).- Te perdono.- dije pegando mi frente con la suya.

Bruno.- No pensé que fuera a decirte cosas, me sorprende hasta dónde puede llegar.-

Lo besé de nuevo para ocultar sus palabras, no era necesario seguir disculpándose, sus ojos me habían dicho lo mucho que le dolía.

__(tn).- Te amo.-

Bruno.- Yo te amo mas.- estampó sus labios sobre los míos de nuevo.

Escuchamos a alguien toser y nos separamos inmediatamente. Miguel se encontraba parado en la puerta mostrando una sonrisa pícara.

Miguel.- Son un par de imbéciles, hay gente que los quiere ver arder y ustedes dando muestras de afecto como si no les importase, ¡sean más precavidos por el amor de Dios! Te buscan.- dijo a Bruno mientras señalaba con la cabeza hacia el mostrador.

Miré y no podía creer quien lo esperaba, los celos comenzaron a inundar mi cuerpo. ¿Qué demonios hace ella aquí?

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¡Oh por Dios! ¿quién estará esperando a Bruno? 

Una disculpa por la demora, les dejo un capítulo nuevo, espero haberlas dejado en shock. Comenten quien creen que estará esperando al morenazo de fuego.

¡No olviden votar y comentar!  ¡Muchas gracias por leer mi novela! <3

¿Imposible?-  Bruno Mars (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora