Capítulo 31

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Llegué a la sucursal y coloqué mi huella en el reloj checador, me giré para salir de la oficina pero Karla estaba apoyada en la puerta impidiéndome salir.

__(tn).- Hola Karla.- dije mostrándole la sonrisa más falsa que podía.

Karla.- Hola. ¿De nuevo tarde?- cruzó sus brazos y enarcó las cejas.

__(tn).- No, llegué puntual.- y estaba en lo cierto. Tuve que apresurar a Bruno en el volante para llegar a tiempo. A veces me comporto como una loca cuando sé que voy a llegar tarde.

Karla.- Disculpa, no lo dije bien, es una afirmación, llegas tarde.- me lanzó media sonrisa.

__(tn).- No puedes ponerme falta cuando he llegado a tiempo.- comenzaba a canalizar todo mi enojo en mis puños.

Karla.- ¿Quién dice?- soltó burlona.

Bruno.- Yo, no te pases Karla.- el rostro de Bruno mostraba total enfado.

Miré hacia Bruno y teníamos varias pares de ojos observando la escena. Claudia estaba detrás de Bruno con el semblante serio y una pizca de enfado. Los ojos de Paulina incrédulos tenían la vista fija sobre nosotros tras sus lentes. Miguel había dejado de hacer la pizza y con una sonrisa triunfante nos miraba. El rostro de Karla se había tornado blanco. Se acomodó el cabello y tosió para afinar sus cuerdas vocales. La habían sorprendido y no sabía cómo salir de esa.

Karla.- Sólo estaba bromeando.- dijo entre risas.

Claudia.- __(tn), danos un minuto, tenemos que hablar con Karla.-

Salí casi dando brincos, mi corazón bombeaba contento al saber que le darían de su propia medicina. Cerraron la puerta y me giré hacia el baño para ponerme el uniforme.

***

El turno estaba por finalizar, Claudia se había retirado no sin antes pedirme que si Karla volvía a molestarme se lo dijera, al parecer su puesto en la sucursal pendía de un hilo. Cuando le pregunté a Bruno de qué habían hablado me dijo que fue sólo una advertencia, no podía correrla por eso, por mas que lo quisiera.

Me había enfocado en mi trabajo, terminé de atender a un cliente en el mostrador y me dirigí hacia la oficina para depositar el dinero en la caja fuerte. De reojo vi como Karla y Alan platicaban muy cercanos, parecían tramar algo, una vez que deposité el dinero me acerqué discretamente cerca de ellos para escuchar su conversación.

Alan.- Creo que ya debes superarlo.-

Karla.- ¡No!, ¡me quitó a Bruno!, me las tiene que pagar.-

Alan.- ¿Cuál es tu plan? Sabes que te apoyo.- puso su mano sobre el brazo de Karla y comenzó a trazar pequeños círculos en el.

De repente comprendí, Alan estaba enamorado de Karla y ella lo utilizaba para sus planes. Sentí lástima.

Karla.- Ya te lo contaré en otro lugar, te aseguro que de esta no se salvan. Los despedirán, estoy segura.- mostró una sonrisa maquiavélica. Era una zorra.

Alan.- ¿Estás segura? Ya hemos esparcido el rumor en recursos humanos y no ha pasado nada.-

Karla.- Aún no pero están en eso. Primero con que los separaran de tienda me conformaba pero ahora necesito que se larguen de la tienda y de mi vida para siempre. Y mas esa estúpida niña zorra.-

Alan.- ¿Qué tienes en mente?-

Karla.- Los van a separar, es un hecho pero necesito verlos sufrir, ¿sabes?, conozco a los padres de Bruno y después de lo que voy a hacer terminarán odiando a __(tn), te lo aseguro.- ¿Qué?, ¿por qué querría meter a los padres de Bruno en esto? ¡Maldita sea!

¿Imposible?-  Bruno Mars (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora