Capítulo 23

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Me había tocado descansar, desde que abrí los ojos contaba las horas para que anocheciera, como Bruno lo había acordado tendríamos nuestra sesión de placer. Mi padre estaba en casa por lo cual tenía que acudir a mi mejor amiga para encubrirme.

Laura.- Te amooooo.- fue lo primero en decirme casi gritando, tuve que apartarme el celular del oído.

_(tn).- Yo también amada mía, necesito un favor.-

Laura.- Déjame adivinar, tendrás Bang Bang con Bruno y necesitas que te cubra.-

_(tn).- Has leído mis pensamientos mujer.-

Laura.- Ya sabes que sí.-

_(tn).- Le hacemos como siempre, tengo que colgar, prometo recompensarte.- le debía la vida a esta niña.

Laura.- Ya quedó, cuídate.

Colgamos.

**

La noche cayó y mi padre ya estaba enterado que supuestamente me quedaría a dormir con Laura, lo bueno de que la amaban es que jamás me ponían un pero para pasar un día con ella, si les dijera que me iría a Madagascar y no volvería en dos años me dejarían.

Tomé una ducha y me arreglé. Recibí un mensaje de Bruno diciéndome que ya había salido de su turno y que no tardaba en llegar. Habíamos acordado en vernos cerca de casa para que mis padres no lo vieran.

Llegué al lugar y lo vi recargado en un árbol, le pité para que subiera al vehículo. En cuanto me vio me besó.

__(tn).- No volveré a pasar lo mismo, tú manejas.-

Bruno.- ¿Por qué te da vergüenza pedir la habitación?, es algo normal.-

__(tn).- No lo sé, por favor...- hice un puchero y sonrió.

Cambiamos de asiento, me coloqué el cinturón al igual que él y comenzó a conducir.

**

Estaba encima de mí, sus labios jugaban con mi cuello, sentía su piel caliente por todo mi cuerpo, estábamos desnudos y nuestros miembros se frotaban haciendo que nuestras terminaciones nerviosas se volvieran locas. Lo vi descender y sentí su lengua en mi clítoris, no podía evitar lanzar pequeños gemidos, mis dedos se enredaban en sus rizos y de vez en cuando un pequeño jalón le hacía saber que me encantaba lo que provocaba en mi cuerpo. Sus manos se apoyaban sobre mis pechos mientras giraban en pequeños círculos.

Subió y besó mis labios, separó mis piernas y se introdujo en mí de un tirón, lancé un grito y él empezó a moverse duro y rápido, tal cual me gustaba. Se apoyó con sus manos mientras mirábamos nuestros gestos retorcidos por el placer, ambos gemíamos sin importarnos si nos escuchaban. Tomó mis piernas y las puso sobre sus hombros mientras continuaba con sus arremetidas. El orgasmo estaba cerca, podía sentirlo palpando mi vagina. Gotas de sudor caían sobre su frente y se deslizaban hasta su marcado abdomen.

Sin advertencia me volteó y me tomó de los glúteos para volver a penetrarme de nuevo, sus embestidas me volvían loca de placer, no pude aguantarlo mas y dejé que el orgasmo me inundara. Sentí como su pene se endurecía aún mas y acto seguido lanzó un grito que me indicaba que él también había terminado. Nos quedamos un momento quietos mientras nuestras respiraciones se controlaban. Salió de mí, me giré y quedé acostada mientras veía como se quitaba el condón y lo tiraba a la basura. Se acostó a mi lado y me invitó a recargar mi cabeza en su pecho. Lo hice.

Bruno.- Jamás había tenido tanto sexo en mi vida.- su respiración aún estaba agitada.

__(tn).- Mientes.- la verdad no le creía, es hombre...

Bruno.- Te lo prometo hermosa, follamos como conejos, no digo que no lo haya hecho sino que nunca había tenido sexo tan seguido.-

__(tn).- Si te molesta ya no lo hacemos.- mordí mi labio para contener la risa, sabía cuál sería su reacción.

Bruno.- ¡¿Qué!?, ¡No!, me encanta.-

Lo miré, su hermosa sonrisa me hacía sonreír instantemente.

__(tn).- Cuando quieras, cómo quieras y dónde quieras. Mi cuerpo es tuyo.- me acerqué y lo besé.

**

Pasó una semana sin nada que nos molestara mas allá de sus ex novias psicópatas, Bruno me había comentado que hoy me daría una sorpresa. Acordamos en vernos en la sucursal ya que a él le había tocado trabajar. Terminé de arreglar y conduje.

Estaba afuera despidiéndose de Miguel, Alan estaba a un lado pero ni siquiera platicaban, idiota doble cara. Me cambié al asiento del copiloto, Bruno entró y me besó apasionadamente, terminó dándome un ligero mordisco en el labio inferior.

Bruno.- Sabes muy rico.- pasó su lengua por sus labios.

__(tn).- Dame una pista.- cambié el tema abruptamente, moría de ganas por saber a dónde me llevaría.

Bruno.- No, quiero que sea sorpresa.- encendió el motor y arrancó.

**

No había vendado mis ojos así que sabía perfectamente que estábamos en el centro de la ciudad, siempre me encantaba venir, adoraba ver las casas antiguas, tenía un "no se que" que me encantaba. Giramos por una calle que no conocía, entramos a un estacionamiento y Bruno me abrió la puerta y me ayudó a bajar. No tenía idea de dónde estábamos. Me tomó de la mano, lo seguía con el rostro de interrogación en el rostro. Estábamos sobre una avenida muy transitada, había un cine a un costado y un puesto de tacos por el otro, los pasamos, entramos a un pequeño café muy acogedor adornado al estilo clásico, dos hombres que pasaban de los cincuenta atendían a la poca clientela que tenían. Nos sentamos y uno de ellos, con barba larga y rostro amigable nos ofreció la carta. No consumía café por lo que pedí un chocolate.

__(tn).- Este lugar es muy bonito pero ¿por qué estamos aquí?- aún quería saber cuál era la sorpresa.

Bruno tomó mis manos y las apretó. Me miró fijamente y sonrió a medias.

Bruno.- Amor, yo sé que lo que hemos vivido no ha sido lo planeado, hemos tenido muchos problemas y hay varias circunstancias que pareciera que nos impiden estar juntos pero yo voy a luchar por estar contigo siempre, eres la persona que siempre soñé y me enamoré de ti desde la primera vez que te vi. No te lo había pedido antes porque no sabía cómo hacerlo pero es el momento... ¿Quieres ser mi novia?- parecía nervioso.

Jamás me imaginé que esa fuera la sorpresa. Mis ojos comenzaron a cristalizarse. Sonreí.

__(tn).- Claro que si.- sonrió sacando todo el aire que estaba conteniendo.

Se acercó a mí y me besó. Formalmente este hombre es mío. Y yo soy suya también.

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¿Imposible?-  Bruno Mars (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora