Capítulo 39

135 16 14
                                    


Habían pasado veinte minutos y Bruno seguía encerrado en el baño. Mi preocupación estaba alcanzando niveles épicos de ansiedad. Intentaba enfocarme en lo que sea que estuviese haciendo pero a mi cerebro parecía gustarle verme sufrir así que continuaba dándole vueltas a lo mismo.

¿Por qué no sale? En un momento pensé que quizá su estómago se había resentido y había corrido ante la urgencia de sus intestinos para sacarlo todo. Me reí mentalmente. Sin embargo, la diversión duró poco viéndose opacada por los constantes pensamientos fatalistas que me arrojaba mi cerebro.

Me encontraba cortando una pizza para meterla a su caja cuando escuché la puerta abrirse y giré, Bruno caminaba hacia mí, se detuvo justo enfrente y sus ojos destellaban. Su semblante serio me preocupaba.

No sabía que decir ni que hacer, en esos momentos correr a abrazarlo o devorarme sus labios no parecía ser una buena idea. No sabía qué le estaba ocurriendo en su cabeza y la duda me carcomía lentamente.

Se acercó un poco mas y su mano comenzó a acariciar mi mejilla.

Bruno.- Lo siento por irme así.- agachó la mirada.

__(tn).- No te preocupes, ¿estás bien?-

Suspiró y negó con la cabeza.

Bruno.- No lo sé.- su mano se pasó sobre sus rulos.

La ansiedad, que por un momento parecía despedirse, volvía para escuchar el resto de la conversación.

__(tn).- ¿Cómo que no lo sabes?, ¿no quieres que lo tenga?- mi voz comenzó a quebrarse.

Levantó la mirada y me miró con absoluto asombro.

Bruno.- ¿Qué?, ¡No!, digo ¡Si!, Si lo quiero pero...tengo miedo.- volvió a agachar la mirada.

__(tn).- ¿Te quedarás? Yo también tengo miedo.- intentaba retener las lágrimas que exigían salir de mis ojos.

Bruno.- Por supuesto que me quedaré, princesa.- me sonrió y pude derretirme plácidamente sobre la mesa de acero que se encontraba tras de mí.

Me abrazó. Lo apreté con fuerza haciéndole entender que por ningún motivo lo quería fuera de mi vida. Estaba aterrada.

Bruno.- Voy a ser papá.- me susurró en el oído. No lo veía pero sabía que estaba sonriendo. Yo sonreí igual.

Nos separamos y con su dedo limpió una lágrima que había logrado escaparse.

Bruno.- No tengas miedo, saldremos adelante, te lo prometo.- puso su mano sobre mi vientre y comenzó a frotarlo en círculos.

Una voz carraspeó y ambos levantamos la mirada. Claudia nos miraba un tanto sorprendida.

Claudia.- ¡¿Estás embarazada?!- gritó.

Todos los que estaban en la sucursal giraron su cabeza ante el grito de Claudia. Si en mis planes estaba guardarlo en secreto podía irme olvidando. Incluso algunos comensales dejaron de comer para escuchar mi respuesta. Comencé a ruborizarme. Miguel, Paulina y unos cuantos repartidores tenían los ojos puestos sobre Bruno y sobre mí. Sus rostros, completamente pasmados, exigían una respuesta.

El silencio reinó por un momento. ¿Decimos la verdad o mentimos?

__(tn).- Si, lo estoy.- dijo lo más bajo que pude.

Bruno.- ¿Podemos hablar en privado?- soltó Bruno a Claudia. Ella sonrió y asintió.

Mi mano se sintió sola ante la falta de tacto de Bruno, quien cerraba la puerta de la oficina.

¿Imposible?-  Bruno Mars (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora