HAPPIER ━━Sebastian Stan

019 → real life

Lentamente, Chris se hizo camino al interior del restaurante.

Downey le había dicho por la mañana, en el último día del TIFF que quería arreglar bien las cosas con él, así que ahí se hallaba, ingresando al restaurante en donde lo había citado.

Uno de los meseros le sonrió con amplitud y lo guió hasta su mesa en el centro del establecimiento. Para cuando llegaron, el castaño se congeló en su lugar y observó a la rubia con la misma expresión que tenía ella.

Sorpresa.

Savannah largó un quedo suspiro y le señaló la mesa frente a ella, logrando así que Evans tomara asiento. Ninguno de los dos dijo nada hasta que les hubieran tomado la orden. La primera en hablar resultó ser la bailarina.

-Entonces... ¿Cuanto te pagó Robert? -La vio tomar la copa de vino y llevársela a los labios. Chris la observó confundido-. A mi me convenció con un pequeño viaje a Los Ángeles en las vacaciones de Navidad. Aunque claro, no tenía ni puta idea de que cenaría contigo.

-Si lo hubieras sabido, ¿le habrías pedido más?

Chris conocía a Savannah lo suficiente para saber que, en efecto, la rubia pediría cuanto fuera para que ella aceptara algo así. No pudo evitar sonreír al pensar en eso, y su sonrisa sólo se ensanchó cuando la vio asentir.

-Gracias por las flores -Tolkins suspiró quedamente y le dedicó una pequeña sonrisa tímida-. Yo no... No pensé que tu...

-¿Que yo fuera capaz de enviarlas? -Evans se encogió de hombros y volvió a hablar después de darle un largo trago a su copa-. Sé que amas las rosas blancas, y las rosas son de tus favoritas así que...

-¿Porqué las enviaste? -La rubia frunció el ceño y calló al recibir su cena. El mesero se retiró unos momentos después y ella prosiguió-. Me parece... Extraño. No hemos hablado desde que él y yo rompimos y encontrarte aquí es... Doloroso.

-Quise disculparme, por todo si te soy sincero... La manera en la que terminó lo tuyo con Sebastian, y después el cómo terminó nuestra amistad... No quería dejar las cosas así.

Savannah sonrió un poco y asintió. Pasaron los siguientes quince minutos cenando en silencio, saboreando los platillos que habían pedido y de vez en cuando, observándose el uno al otro.

-Yo tampoco quise dejar las cosas así, pero estaba molesta contigo por ocultarme algo así y pensé que lo mejor sería mandarte al diablo. No funcionó demasiado.

-Te extraño, Sav -El castaño alargó la mano y tomó entre las suyas la de la rubia, quien suspiró al sentir el tacto y evitó el contacto visual-. Eras mi mejor amiga y de la noche a la mañana ya éramos historia. A mi también me hirieron mis acciones, las de Sebastian y las tuyas, lo lamento.

Savannah asintió en silencio y con un suave apretón retiró su mano de las de Chris. Después, aún en silencio, alzó la mirada y le sonrió ampliamente.

-Yo también lo lamento, Chris.