Tom se inclinó levemente contra el respaldo de su silla y miró con disimulo a su alrededor, procurando que las personas que por igual estaban en aquel restaurante no pudieran identificarlo, aunque dudaba mucho que lo hicieran.
Aquél día lucía diferente; no bastante de a como era regularmente, pero su vestimenta era más de turista con sombrero en lugar de gorra, gafas de sol que lo protegían de los rayos UV, unas bermudas de color marrón amarillento y una camiseta a cuadros con una playera desmangada de color blanco debajo.
Mentalmente, hizo otro chequeo a su vestimenta para asegurarse de no lucir bastante formal ni informal para Savannah. No era como que hiciera darle mucha importancia, pero sentía la necesidad —la muy extraña y desesperante necesidad— de lucir bien para ella. El inglés alzó levemente su brazo e inclinó su cabeza para mirar el reloj en su muñeca, que marcaba las tres de la tarde con diecisiete minutos. Savannah estaba retrasándose por casi veinte minutos, y él comenzaba a desesperarse.
Probablemente la rubia lo dejaría plantado, aunque lo dudara mucho, no podía evitar sentir esa ansiedad subir por las puntas de sus dedos mientras tamborileaba en la orilla de la mesa con ellos, buscando distraerse.
Su hotel está cerca. Tom echó otro vistazo a su alrededor, ligeramente irritado. ¿Qué le está tomando tanto?
Pasaron otros cinco minutos sin que Savannah se presentara. Esto es, no vendrá ¿cierto? Suspirando, el castaño hizo amago de ponerse en pie para retirarse a su hotel, quizás a dar un paseo por las calles de la pequeña ciudad en la que se hallaban. Distraerse no le vendría mal después de todo.
—Hey.
Tom se enderezó de golpe y giró ligeramente su cabeza hacia atrás al escuchar la voz de la rubia viniendo de ésa dirección. Sus ojos de color azul —¿O hazel?— recorrieron la delgada figura que la bailarina poseía, y él no pudo evitar pensar en lo hermosa que lucía aquel día, como si estuviera haciéndolo a propósito.
No era un experto en moda femenina, pero las largas y torneadas piernas de Savannah lucían realmente bien al descubierto gracias a la falda de tiro alto que utilizaba, su vientre estaba al descubierto gracias a una diminuta blusa que muy apenas cubrían sus pechos, pero que a sí mismo tenían un escote en V que era remarcado por un collar que él le obsequiado durante los primeros que salieron. Al igual que él, llevaba sombrero y gafas, y su rubio cabello estaba adornado con una trenza que se perdía entre los mechones.
Tom tragó saliva con pesadez, no pudiendo apartar sus ojos de su figura, ni siquiera cuando tomó asiento frente a él, en la silla al otro lado de la mesa. Lucía hermosa. Luce hermosa.
—Lamento haberte hecho esperar, las chicas... —Comenzó diciendo ella al no obtener un saludo de vuelta, mirándose a sí misma y a su atuendo mientras su voz disminuía.— Olvídalo.
Tom apartó sus ojos de ella a regañadientes, y los envió de vuelta a su reloj, intentando aparentar que no se había dado cuenta de la hora que era. En realidad, ni él sabía qué demonios decir o hacer, había estado preparando un discurso que pudiera dejar a ambos en buenos términos y sin necesidad de una enemistad, pero toda palabra e idea había desaparecido en el instante en el que la vio aparecer.
Oh vaya, pensó para sí mismo soltando una risita entre dientes que hizo que Savannah lo observara con una ceja alzada. Así que aún tiene un poco de control sobre mí, eh...
—¿Tom?
El castaño sacudió su cabeza y la viró hacia el frente nuevamente, ésta vez encontrándose con la verdosa mirada de Savannah en lugar de su reflejo en los lentes de sol.
ESTÁS LEYENDO
HAPPIER ━━Sebastian Stan
FanfictionHAPPIER | ❝ Luces más feliz. Me gusta esa mirada en ti. ❞ LOST ON YOU SERIES PARTE I [ SOCIAL MEDIA | VIDA REAL ] © OurColors 2019, prohibido la copia parcial o total de la historia. © cover por Ishalane