HAPPIER ━━Sebastian Stan

104 → real life

Side note: por favor lean la nota del final, gracias💕 y disfruten del capítulo

—Por favor dime que solo seremos nosotros allí dentro.

La casa de Evans, la de Los Ángeles, era normalmente un santuario en donde Savannah podía pasar el día entero procrastinando sin ninguna preocupación salvo el prestarle suficiente atención a Dodger y asegurarse de comer algo de la reserva secreta de chucherías de Evans antes de que este la atrapara.

Viéndola bien, Savannah pudo hacerse a la idea de que ese santuario no estaría del todo preparado para ella en esos instantes. No solo iban Mackie y Stan en el auto con ellos, si no que parecía haber otros más aparcados en el garage.

La rubia comenzó a temer por esas preciosas vacaciones que le habían dado.

—Noup —El que Evans, el mismísimo hijo de puta que la había invitado a venir a pasar unas "increíbles vacaciones" se lo dijera con aquel tonito y aquella remarcación en la letra p le hizo sentir escalofríos—. Jenny llegará dentro de unas horas, y Robert ya está allí, junto a Renner.

—¿Scarlett?

—Ocupada con su hija. No vendrá.

—¿Lizzie?

—Probablemente con su familia.

—¿Rudd?

—Viene en camino.

—… ¿Tom?

—Está aquí.

Santo Dios, pensó la rubia, quejándose quedamente cuando el auto se detuvo y Evans bajó para sacar la maleta que cargaba consigo del interior del maletero, voy a estar rodeada de idiotez.

No es como que en París iba a estar mejor, no si Nate y Miguel decidían quedarse a pasar sus vacaciones allí junto al resto de las chicas, pero era Evans y Dodger y su santuario privado y ahora estaba… Un poco arruinado.

Así que se obligó a bajar del auto y a arrastrar sus pies mientras se dirigía hacia la entrada principal. Desde el interior se podían escuchar los ladridos de Dodger y el suave ritmo de una clásica canción resonando entre las paredes. De repente, toda la emoción de querer venir a Los Ángeles se desvanecía y la dejaba seca.

—Hey —la rubia ladeó un poco su cabeza para mirar a la persona a su lado, que resulta ser Sebastián. El castaño sonrió y con gentileza la tomó del brazo para dirigirla hacia el interior—. ¿Todo bien contigo? Luces un poco…

—Muerta —completó Mackie, que caminaba por delante de ellos y muy apenas les dirigió una de esas sonrisillas burlonas.

—Púdrete, Maggie.

El moreno dejó de sonreír enseguida cuando Sebastián se echó a reír. Savannah apenas y rodó los ojos cuando sus ojos aterrizaron en las personas que se hallaban dentro de la enorme sala del Capitán. Primero vio a Robert, pero entonces su mirada se desvió hacia el castaño sentado en la orilla del sofá, riéndose a carcajadas de la mala imitación que Mackie empezó a hacer del cantante.

—¡Tommy!

La cabeza del menor giró hacia ellos y para ese momento, Savannah ya estaba estrujándole las mejillas. Mackie rodó los ojos con "disgusto".

—Ew.

Sebastián volvió a reír.

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Cuando Savannah le dijo que quería hablar con él, Chris no había estado muy seguro sobre qué iba a escuchar.

Primero que nada, Savannah era su mejor amiga.