HAPPIER ━━Sebastian Stan

064 → real life

-¿Has hablado con él?

-No. No quiero hablar con él.

Linah miró a su amiga con ambas cejas alzadas y una mueca sobre sus labios.

-Sav... Tendrás que hacerlo tarde o temprano, han pasado dos días, no puedes huir del problema así.

-No estoy huyendo del problema -Savannah frunció el ceño y miró a su castaña amiga directamente a los ojos-. Me estoy dando un tiempo para poder pensar bien las cosas, y... Recuperarme.

-¿Tom te ha llamado?

Savannah se encogió de hombros y desvió la mirada hacia fuera, observando a los autos y las personas transitar por la calle con tranquilidad. No era una sorpresa que en París estuviera lloviendo a aquellas horas.

-Sí, un par de veces...

-Un par de veces -Linah sonaba incrédula-. ¿Sólo un par? Porque tu teléfono está sonando en éste instante.

Cuando la castaña apuntó sobre la mesa al lugar en donde se hallaba el teléfono, Savannah bufo y rechazó la llamada, sin ni siquiera mirar el nombre del contacto.

-Las rechazas.

-Ya te lo dije. Necesito pensar las cosas.

-Eres bastante terca, Savannah -Linah rodó los ojos con molestia y le dio un pequeño sorbo a su café-. ¿Qué harás con lo de Monte Carlo? ¿Asistirás al festival aún?

-Olvidaba ese detalle -La rubia giró su cuerpo sobre la silla para poder hurgar dentro de su bolso. Unos pocos minutos después, extrajo de él un sobre y lo dejó caer sobre la mesa, entre las dos tazas de café-. Toma. Son todas tuyas, disfrútalas.

Linah tomó el sobre con duda. Ir a Monte Carlo para uno de los mejores festivales de baile del mundo era uno de sus grandes sueños, pero ella sabía cuanto había esperado Savannah por aquel momento. Ambas adoraban el baile, y compartían la misma pasión por el. No sentía justo lo que ocurría, nada justo.

-Sav...

-Tómalas. No hay problema -La rubia sonrió. O eso intentó hacer, porque su comisura tembló al alzarse-. Usaré esos días de descanso para ir donde Downey y el resto de los chicos.

-Querrás decir... Que irás con Sebastian.

Savannah resoplo con pesadez y dejó caer su frente contra la mesa. La idea de ver a Sebastian no le resultaba atractiva, sobre todo si el tema de Tom seguía fresco. Pero prefería ir a un lugar en donde sabía que estaría a salvo, al menos emocionalmente, a uno en donde no. Robert estaría ahí, Chris estaría ahí. Aquello era suficiente para hacerla sentir mejor.

-No exactamente con él -Savannah rió a duras penas, esforzándose demasiado para lucir tranquila-. Quiero ver a Robert, quizás pueda pasar por California para visitar a Diego, hace mucho que no lo veo.

-¿Crees que sea buena opción ir con tu hermano? La última vez que hablaron frente a frente fue durante la repartición de bienes entre tus padres. Y, bueno... Ha pasado cerca de un año.

Savannah gruñó con molestia a medida que se enderezaba sobre su asiento. Linah estaba agotándole las pocas opciones que tenía para una pequeña huida.

-Sólo... Iré con Robert y Chris. Listo. Decidido.

-Genial -La castaña sonrió con amplitud y despegó la vista de su teléfono-. Por que acabo de comprar un boleto con destino a América. Para ti.

-¿Cómo porqué harías eso?

-Tu me diste un viaje y yo te daré otro. Favor por favor, cariño.

Aquello la hizo sonreír con sinceridad, y Linah lo supo de inmediato.

-Te debo una.

-Y yo a ti.