HAPPIER ━━Sebastian Stan

017 → phone call

sebastian stan | savannah tolkins

Uh... ¿Savannah? ¿Me escuchas cierto? Puedo oírte respirar...

¿Necesitas algo? -Su voz resultó ser aun más fuerte de lo que ella hubiera querido-. Estoy algo ocupada y sinceramente no quiero hablar contigo... De hecho, en éste preciso momento siento como mi estomago se revuelve de repulsión hacia ti

Puedes insultarme todo lo que quieras, yo lo... -Antes de poder terminar, ella lo interrumpió.

Lo mereces -Savannah, aunque no pudiera verla, asintió-. Sí. Mereces cada maldición que esté cruzando mi mente en estos momentos pero no pienso malgastar así de mal mi saliva, así que lo que sea que quieras decir, dilo. Uno...

Bien, uhm...
Sé que estás en el TIFF y sé que Chris está contigo y que Robert igual y a juzgar por tus publicaciones en Instagram, Ally y Linah también... -Las palabras salían de manera atropellada, pero Sebastian se las arreglaba para decirlo lo más entendible posible.

Dos...

Estoy realmente arrepentido sobre lo que sucedió entre nosotros hace un tiempo, y me gustaría mucho remediar las cosas pero dudo que tu aceptes y... -Él suspiró profundamente y asintió.

Tres...

... Sé que nada será lo mismo, lo sé, estoy muy consciente de eso, pero...

Cuatro...

Te extraño demasiado, Savannah. Desde lo profundo de mi corazón, te extraño... -Tolkins se mantuvo en silencio casi una eternidad, o eso le había parecido a Sebastian que fue.- ¿No dirás nada? ¿Absolutamente nada?

¿Sabes algo, Sebastian? Estuve guardándome por meses el cómo me sentía con tus malditos ataques por instagram y tus estúpidos mensajes, y no pienso hacerlo más...

No te culpo, yo...

¡Cierra la puta boca! ¡No puedes simplemente llamarme y decirme esa mierda como si no fuera a dolerme porque estuve un maldito mes encerrada en un departamento para evitar todo lo que se relacionara contigo y esa mujer! -El tono de Savannah se elevó tres veces más de lo normal, y aquello sobresaltó a Sebastian.

Savannah...

¡No quiero oírte! ¡¿Porqué no simplemente me lo dijiste?! ¡No tenías que acostarte con ella a mis espaldas! ¡Si ya no querías estar conmigo simplemente debiste hablarlo de frente! ¡Porque estoy harta de ver cada maldita publicación en Instagram en donde tus malditas fans me dejan a mi como la zorra estúpida que no sabe defenderse sola! ¡Estoy harta de ti, de Margarita Levieva, de tus asquerosas fans y de toda esta maldita situación! -Su voz se quebró. Savannah tuvo que sostenerse de la barandilla del balcón en el cuarto de hotel para no caer de espaldas.

Savannah, si me dejaras hablar... -Una vez más, y a pesar de que él había escuchado el cambio en la voz de ella, se dejó interrumpir.

Estoy soportando mucho por algo que yo no hice. ¿Sabes cuantos posts hay en donde me insultan? ¿Cuantos artículos, fotografías? Estoy cansada, Sebastian. Cansada de ser un blanco de todos esas personas que buscan a un culpable y apuntan en la dirección incorrecta. En verdad... No te haces una idea de cuan harta estoy de ésta situación -Cuando comenzó a llorar, y su voz sonó más rota que veces anteriores, el corazón de Sebastian se desplomó en el suelo.

Sav... Sav no llores... Por favor... -Era casi un ruego que se detuviera, a él nunca le había gustado oírla llorar.

No quiero hacerlo, de verdad, pero no puedo parar porque estoy herida, estoy cansada y estoy harta... Y tu llamas y dices que me extrañas y eso me hace sentir aun peor porque sé que estás mintiendo...

No estoy mintiendo, en verdad te extraño -Sebastian respiró profundamente y miró alrededor de su oscura y solitaria habitación-. Te extraño bastante, Savannah, como no te haces una idea...

No. Basta. ¿Okay? -a través del teléfono, aun entre sollozos, pudo escucharla reír y el corazón se le rompió-. En verdad, Sebastian, sólo detente. ¿Recuerdas que me enviaste varios mensajes en dónde decías lo buena que era Margarita en todo?

Yo no... -Sebastian frunció el ceño, incapaz de recordar algo así-. No, no recuerdo haberte enviado algo así.

Pues yo sí. Lo recuerdo muy bien -Savannah rió con algo de amargura en su voz y se aferró con más fuerza a la barandilla, podía sentir las lágrimas aun cayendo y eso le disgustaba horrible-. Y sigue doliendo. Cada cosa que hiciste, desde ese día en donde me dijiste que ya no querías nada conmigo, todo está dentro de mí y duele como no te haces una idea.

Sebastian permaneció en silencio, repentinamente demasiado dolido como para seguir hablando, así que Savannah tomó aquello como un motivo para seguir.

Así que continúa... Sigue defendiendo a Margarita y culpándome a mi de todo, no hay problema, yo acepto la culpa -Murmuró ella de pronto, una silenciosa risa se hizo paso a través de sus labios y las lágrimas se hicieron más frecuentes-. ¿Sabes qué? Tu y todo el mundo tiene razón, fue mi culpa por haberme enamorado de ti...

Savannah... -aquello le dolió de sobremanera a Sebastian, y hubiera querido decir algo más, pero repentinamente la línea murió y del otro lado dejó de escucharse algún sonido.