Destinos Cruzados © (Editando)

~01~

Dulce como todas las mañanas preparaba a su hija para el kinder, pero primero tenía que luchar para que aquella hermosa pequeña de cuatro años cediera en levantarse.

Dulce: Princesa es hora de despertar-Abrió las cortinas para que entraron los rayos del sol.

Sofía: Otlo latito polfis!- dijo tan pronto sintió la luz y se cobijó hasta la cara.

Dulce: Ningún ratito, ya dormiste suficiente y es tarde, además ¿Qué día es hoy? -la miró cruzada de brazos y sonriente.

La niña se retiró la cobija de la cara para dejar ver su sorpresa.

Sofía: ¡Mami! -Abrió los ojos y boca- hoy es el cumpleaños de mi papi!- Se levanta de inmediato.

Dulce: Si perezosa y ya se va a ir a trabajar y tú no lo felicitas.

Sofía: ¡Mami ya voy!—Se levanta con su pijamita de la princesa Mérida y el cabello despeinado a felicitar a su papá, ella lo considera como su prícipe, como su rey y superheroe.

Dulce: Ve mientras ordeno tu desorden -le dio un beso a la niña en la frente y la ayudó a bajar de la cama.

Sofía corrió hacía la sala donde ubicó a su padre, sus ojitos se iluminaron y se le formó una gran sonrisa.

Sofía: ¡Papi, feliz cumpleaños!- Lo abrazó fuerte y le dio muchos besos por toda la cara.

Rodolfo: Gracias muñeca. -la tomó y le dio vueltas en el aire como a ella tanto le gusta-  Y ¿mi regalo, ratona? - la niña sonrió y se tomó del mentón.

Sofía: Ehh..Espela..- se rascó la cabeza y fue a dónde su mamá que estaba justo por salir de la habitación de la niña - Mami ¿Qué le vamos a legalal a papi?- Le susurró en secreto.

Dulce: ¡Será una sorpresa! -sonrió.

Sofía: ¿Me dices qué es?

Dulce: No, porque tú le dices todo, te conozco, te conozco.

Sofía corrió de nuevo hasta la sala donde su papá terminaba de desayunar, sabía que su mamá no le diría nada y no iba a perder más tiempo.

Sofía: Papi no te puedo decil polque es solplesa. -abrió las manos y alzó las cejas.

Rodolfo: ¡Que bien!, me gustan las sorpresas. -Sonrió y se llevó un trozo de tostada a la boca.

Sofía: ¿Papi tú tienes muchos años? ¿Cuántos? -se sentó en las piernas de él que empezó a compartir su desayuno con ella.

Rodolfo: Sí, tengo bastantes, muchos.

Sofía: ¿Me falta mucho para alcanzalte? ¿Algún día te alcanzalé?

Rodolfo intentaba responder a las preguntas de su hija que se había convertido en toda una preguntona mientras ella le ayudaba a acomodar el cabello y corbata.

Dulce: Sofí ve a lavarte los dientes, ya te alcanzo para ayudarte a bañar y vestir. -dijo Dulce a lo lejos, donde organizaba el uniforme de su hija y las cosas del colegio.

Sofía : Chao papi -le dio un beso en la mejilla y se le bajó de las piernas a hacer lo que le pidió su mamá.

Dulce salió de donde estaba y se paró detrás de su esposo, lo envolvió en un abrazo y lo besó.

Dulce: Otro año más, te estás volviendo viejo amor -sonrió tomándole del pelo.

Rodolfo: Así es, el tiempo corre demasiado rápido y amo la vida que tengo, tú y mi hija son mi mejor regalo -Sonrió sujetándole la mano.