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No se atrevía a llamarlo era demasiado tímida como para arriesgarse, mordió sus labios y sus uñas mientras trataba de convencerse en enviarle un mensaje por whatsApp hasta que por fin su inconsciente cedió.

- Hola Christopher, hablas con Dulce.  ¿ Cómo estás?,  Quisiera no sé,  si puedes claro... Invitarte el domingo a almorzar, necesito hablar contigo de algunas cosas.

Dió click en enviar y dejó su celular a un lado para no tener distracción aunque tenía una sensación de querer saber sí lo había visto,  sí respondería,  si pensaría que estaba loca.

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Corría como todas las mañanas...  sintió su celular vibrar pensó que era algo importante,  se detuvo y se encontró con un mensaje de un número desconocido,  se fue directo a la foto de perfil antes de leer el mensaje.  La persona que aparecía en la fotografía hizo que su pulso se acelerara,  un mensaje de Dulce? - pensó.
Dudó algunos minutos en leer pero tenía que saber de que se trataba.

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Se concentraba en su diseño hasta que escuchó un sonido de mensaje en su celular,  su corazón se aceleró y no se explicaba por qué pero se sentía extraña, quizá nerviosa,  ansiosa. Lo tomó de la mesa y se encontró con un mensaje de Chris.

Hola Dulce... Eh... Y a que se debe la invitación?

— Sofía y Zorayda me dijeron lo que hiciste por mi,  quiero platicar sobre eso,  además mi hija te aprecia mucho... Que dices... ¿ Aceptas?

— 😶... Esto es extraño nunca antes una mujer me había invitado...  siempre soy yo...

— Siempre hay primeras veces... Te invitaré a un lugar especial para Sofía y para mi...

— Que lugar es ese...

— No te lo puedo decir, será una sorpresa.

mmm... Qué bien,  me gustan las sorpresas... Aceptó,  pero yo las recogeré, no voy a permitir que conduzcas, llevaré mi auto,  por cierto me debes de decir donde viven.

— perfecto, ahora te paso mi dirección,  nos vemos el domingo a las 11:00 A. M,  ¿ Está bien?

— Me parece.

— Bueno, te dejo para que sigas con tus cosas,  gracias por aceptar la invitación.

— No tienes nada que agradecer,  aquí el agradecido soy yo.  Adios,  nos vemos,  saludos y besos para la loquita de Sofía...

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Terminó la conversación con una sonrisa, despues de hacer ejercicio se dirigió  a su departemento,  se bañó,  vistió y partió hacia aquel lugar que le recordaba su pasado pero al que recurría cada aniversario era algo inevitable.
Llegó hasta aquel sitio donde todo es frío, en el que los recuerdos se entierran para siempre junto con los seres queridos allí sepultados.  Buscó la tumba de la persona que se convirtió en su todo y que le arrebataron de la peor manera,  se paró en frente de la lápida,  quitó algunas flores marchitas ya que él era el único que le llevaba flores y lo hacia cada año.
Tomó una cadena que guardaba como un tesoro, había sido el primer regalo de su padre,  era de los tres oros,  con una imagen de la virgen de Guadalupe y las iniciales de CH & P. Aquella que ese día esos desgraciados también le robaron. Frente a esa medalla y la tumba de su padre cada año se hacia la promesa de encontrar al hombre de esa cicatriz, al Huasón y hacerlo pagar por todo el dolor por el que había pasado.
No podía evitar que algunas lágrimas mojaran sus mejillas,  las mismas que separaba con odio de su rostro...
Partió de aquel lugar desconcertado,  siempre que salía de allí su sed de venganza aumentaba...

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😘😘😘😘😘😘😘
~DM~

Destinos Cruzados © (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora