Pov Rin:
Al día siguiente logré encontrar la escusa perfecta para librarme de Mistuki-sempai: El Musical. Como era bien sabido, cada año, la rama de física celebraba una obra de teatro musicalizada, donde, por obvias razones, nunca había aparecido, ni tenía pensado hacerlo, además gracias a mi supuesto "ataque" de ayer, Naru consideró que no estaba capacitada para ejercer ningún papel.
Ahora, lejos de acercarme al escenario, me encontraba esperando en el camerino. Sumire me había obligado a venir, ya que por mi lado no tenía ningún interés en aquella función. Y ahora debía soportar sus quejas sin argumentos: Que mi cinta está mal colocada, que mi maquillaje no es el adecuado... Tonterías.
Siendo honesta era bastante lamentable que tuviera que estar encerrada en aquella habitación con el bonito día que se respiraba, aunque lo prefería antes que tener que soportar la incansable mirada analizante de mi nueva acechadora.
Un estruendo, procedente del escenario, llamó mi atención. - ¿Qué había ocurrido? - Al llegar a mi destino me topé con una situación bastante curiosa y para nada agraciada. Al parecer unas bolas habían explotado causando que la mayoría de los actores se quedarán pegados entre ellos o al atrezzo.
Aquel desastroso evento ocasionó que Natsume, quien en un primer momento se había negado, tuviera que salir al escenario vestido de gato para que de esta forma uno de mis compañeros de rama pudiera salir a interpretar su papel de enanito. Aunque aquel no fue el verdadero problema en aquellas circunstancias, ya que el verdadero show apareció justo después. Yuri-sempai, quien interpretaba el papel del príncipe, había quedado enganchado a una de las sillas, en otras palabras, requería de una sustituto.
─¡Rin! ─ me llamó la recién nombrada al verme, pero prediciendo sus palabras decidí girarme para darme a la fuga pero fue demasiado tarde. Sus "secuaces", también llamadas fans, me detuvieron.
─Si necesitabas sentarte no tenías porque pegarte a la silla. ─ bromeé al darle la cara.
─Ja, que graciosa. ─ contestó con cierta molestia. Había lanzado aquellas palabras con un solo objetivo, hacer desvanecer su petición, pero al parecer mi farol fue en vano. ─ Rin necesito que hagas de príncipe. ─ al escucharla todo el salón enmudeció y rápidamente pude deducir el por qué, ya que mis compañeros nos observaban con cierto brillo en los ojos, similar al de los niños que van por primera vez a una tienda de dulces.
─No sirvo para ese papel. ─ me excusé, pero al ver que ella iba a protestar decidí añadir ─ ¿Recuerdas? Tengo el alice de las feromonas femeninas, no puedo hacer ese papel.
─Tras la demostración de ayer te quedaste sin argumentos, sombrerero. ─ contraatacó logrando recibir una de mis miradas más mortiferas.
─Puedes dejar de echar sal a la herida...─ murmuré entre dientes.
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La chica de las feromonas
Fanfiction¿Y si la historia no hubiera pasado exactamente igual a la que nos fue contada? ¿Y si el recuerdo de aquella joven se hubiese evaporado de la memoria de Mikan? Esta es una historia jamas contada donde se revelarán los más oscuros secretos de la acad...