La chica de las feromonas

- 43 - Nada ha cambiado -

Al día siguiente, ambos chicos despertaron con una gran sonrisa en sus caras. Ruka saludó cordialmente a todos, sorprendiendo a la gran mayoría, ya que hacía tiempo que el grupo de la ex classe B no estaba animado. Sus compañeros de generación, tampoco le tomaron mucho interés, pensando que se debía a que  Rin estaba de vuelto. No era un secreto que esos dos se llevaban genial, así que era natural que estuviera feliz al ver de regreso a su amiga. Natsume fue el único que sospecho que había algo más, aunque tampoco quiso darle mayor importancia, al menos no por ahora.

Rin, por otro lado, permaneció en su habitación hasta que el ruido de sus compañeros cesó. Bajo las escaleras con mucho ojo y se apresuró a llegar a la Opera. Allí, como era habitual, ensayó junto a sus compañeras su próxima actuación. Ni Mía ni Alice se percatarón de la inusual alegría que desprendía su líder. Mayoritariamente aludieron su buen estado a la confesión del otro día. Por fin había dejado de ocultarse tras una peluca ante sus amigos, era normal que eso la liberara de esas cadenas ficticias que siempre llevaba puestas. 

El día transcurrió tranquilo para todos. Los examenes se encontraban a la vuelta de la esquina, por lo que nadie le daba importancia a los demás temas. Por la noche, como siempre había sido usual, ambos se encontraron para conversar. 

Así fueron avanzando los días. Cuando los exámenes llegaron, Rin dio cada uno de sus exámenes teniendo de supervisor a Naru. Esto acarreó mucho papeleo para el rubio, pero había sido él quién había querido mantener la sorpresa. De mientras, los demás estudiantes hicieron sus pruebas en sus clases habituales. Un día después, la Opera Alice fue llenada completamente. Muchas cadenas de televisión cubrieron el evento y los espectadores quedaron maravillados. La generación B, de nuevo, acudió curioso al evento. Fue una manera genial de desconectar. No obstante, les sorprendió ver que la dinámica era distinta a la que ellos conocieron. El show fue mucho más extenso y, a diferencia de la vez anterior, tanto Mía como Alice emplearon sus alice. No obstante, como era esperado, Rin permaneció impasible ante la determinación de seguir bloqueando su alice. Era verdad que ahora ya no sentía resentimientos hacía este, sin embargo, seguía prefiriendo alcanzar sus metas sin usarlo. Era una extraña manía que había adquirido con los años. 

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Una vez terminada la canción, Narumi entró a escena con un micrófono en mano. Toda la atención se focalizó en él. Los presentes anhelaban saber más de ese "sueño". Con paso decidido y sin titubeos en su voz, el profesor comenzó su discurso.

─Gracias por haber asistido a este gran evento. Nos complace ver a tanto público y esperamos que todos hayáis disfrutado del espectaculo. Como ya había mencionado al principio, la Opera Alice busca mostrar un lugar de ensueño a sus espectadores. Llevarlos a lugares lejanos y perdidos en medio de la imaginación. 

─Pero esto no solo  se limita aquí. ─ Rin apareció a su lado con un micrófono en sus manos ─ La Opera Alice también desea que el mismo actor, bailarín y cantante experimente esa ilusión. 

─Es por ese motivo que nos alegra anunciar que la Opera Alice abrirá sus puertas a todo el mundo. Sean estudiantes del mismo colegio o no.

─Todos seréis bienvenidos. ─ continuó la rubia ─ Así que esperamos que os animéis a formar parte.

─La Opera Alice comenzará con sus actividades el año que viene, así que esperamos contar con vuestro apoyo. Muchas gracias por vuestra atención.

Las luces se apagaron momentáneamente y al abrirse, ambos rubios habían abandonado la escena. Desde sus lugares, dos personas intercambiaron miradas con interés. El lugar tardó un rato en vaciarse. Todos querían comentar esa nueva noticia. Los medios no se hicieron esperar y, antes de que el mundo fuera consciente, Japón solo hablaba de eso. "La ACADEMIA ALICE abría sus puertas a nuevos alumnos. Un lugar donde aprender artes escénicas: LA OPERA ALICE. Todos podéis formar parte. UN SUEÑO que parecía imposible." Además, entre los alumnos y profesores la simple presencia de Rin ya había sido sorprendente. Nadie imaginó que se crearía tan formidable combinación. Ninguno tenía duda de que la Opera Alice llegaría lejos. Todos estaban ansiosos de ver que nuevos shows les mostrarían.