El festival cultural por fin había llegado. Todo el colegio estaba revuelto. Nadie podía parar quieto. Había demasiadas cosas para hacer y muy poco tiempo. La rama de la física, como de costumbre, se centraría en su obra de teatro anual. Narumi-sensei estaba entusiasmado. Aquel año, a su parecer, se le había ocurrido la obra del siglo. Toda una revelación. Los protagonistas, claro estaba, serían los de primaria mientras los de secundaria se ocuparían de la escenografía y los asuntos técnicos. Un alivio para las personas como Ruka Nogi quien habían tenido que travestirse para contentar a su loco ex tutor.
Aunque, al igual que con Yuri-sempai en aquella vez, Narumi había decidido hacer arder el teatro con una sorpresa que nadie se esperaba. Aunque debía darle las gracias a las casualidades de la vida... Y también a su ingenio al idear cebos perfectos.
Aquel año se había decidido que la obra que se representaría sería Rapunzel con la colaboración del gato con botas. Dos clásicos que nadie lograba congeniar. Pero la brillante y genuina cabeza del profesor lo había logrado, y solo le faltaba un pequeño ingrediente para que su plan se completara.Narumi era consciente de los peligros que le acechaban, pero valían la pena si con ello lograba que el tiburón mordiera el anzuelo. Ante su genialidad, no le importaba venderle su alma al diablo para lograr realizar su obra maestra. Era hora de sacar a todos los actores a escena. ✶✶✶
─¡Impresionante! ─ exclamó con ilusión Dani ─ No pensé que existiera una fiesta así.
La Ordóñez parecía una niña pequeña. Miraba todo con tanta incredulidad que nadie pensaría que llevaba ya años metida en todo eso del alice. Ruka, al igual que Natsume y Mochiage, la miraba con sorpresa. Su reacción era igual a la de Mikan la primera vez que vivió aquella festividad. Cualquiera que las viera pensaría que eran hermanas, aunque físicamente fueran opuestas.
─Solo es un festival cultural. ¿Por qué te ilusionas tanto? ─ soltó con aburrimiento Mochiage.
─En España no hacemos este evento. Así que es la primera vez que lo veo.
─Ya veo...
Durante toda la velada, Dani estuvo yendo de un lado para otro, como un pajarito que revoloteaba feliz por el cielo. Ni siquiera se calmó al ir al baño, es más, regresó gritando que quería llevarse aquellos retretes a España para mostrárselos a su hermano pequeño. Natsume, en consecuencia, tuvo que usar varias veces su fuerza de voluntad para evitar tirarle en la boca una galleta que obligaba a quien las comía a graznar como un animal, tal y como había hecho en el pasado con Mikan.
─Yo me voy. ─ se despidió Natsume. Dani ya lo tenía harto.Necesitaba tranquilidad y ella no hacía más que molestar. Era peor que una niña pequeña. No la soportaba.Ni Mochiage ni Ruka dijeron nada para impedir su ida. Conocían suficiente al azabache para saber que sus palabras serían inútiles. Además, Mochiage también estaba deseando estar tranquilo, pero Dani se les había pegado como una lapa.
─¿Y Natsume? ─ preguntó extrañada la pelirroja al regresar con los demás.
─Se fue. ─ contestó con simpleza el moreno.
─Oh... Vaya... ─ Dani movió los hombros restándole importancia ─ Pues nada. ¡Vamos! ─ exclamó mientras retomaba su camino. En sus labios una sonrisa complacida se creó, aunque nadie de los presentes logró presenciarla.
✶✶✶
─¿Echándome de menos, Hyuga? ─ preguntó una voz entre los árboles.
─¿Quién anda allí?
─¿Ya me olvidaste, Natsubaka?
Apoyada en un tronco, Rin sonreía con burla ante la cara de su amigo. Natsume no lograba procesar lo que sus ojos le enseñaban. Aquello era imposible.
─¿Rin?
─La misma. ─ contestó mientras se acercaba a Natsume con paso firme, quedando cara a cara con él ─ Un pajarito me ha dicho que mi remplazo es una molestia. ¿Huyendo?
─Solo me he ido, no he huido.
─Lo que tú digas, Natsubaka. Lo he visto todo.
─Pero dejando eso de lado, ¿tú no te habías ido?
─¿Así me das la bienvenida? ─ Rin suspiró ante la expresión de Natsume. Sabía que su amigo quería explicaciones y no le quedaba más remedio que dárselas ─ En mi nuevo colegio, hoy era un día festivo, así que acepté la oferta de una compañera de usar su alice para aparecernos aquí.
─¿Y la barrera?
─Es un detalle menor. ¿Cómo anda todo por aquí?
─Bien, pero ¿por qué te fuiste?
─¿Por qué será? Sabes muy bien cuál es mi objetivo. Me enteré que si te ibas al extranjero ganabas más puntos. Solo quiero graduarme de una vez.
Unas voces interrumpieron la conversación, alguien se acercaba. Rin, en consecuencia, se alteró, hecho que no pasó desapercibido por el azabache.
─Me tengo que ir. No le digas a nadie que estoy aquí.
─¿Qué piensas hacer?
─Es un secreto. ─ contestó la rubia ─ Pero pronto lo sabrás. Adiós.
Natsume no pudo ni despedirse. Utsuki se había esfumado. Aquello lo llenó de preguntas. ¿Por qué motivo había vuelto? ¿Qué tramaba? Había demasiadas incógnitas y conociendo a esa cabezota, nunca lograría sacarle la respuesta. Pero tenía una cosa clara. Rin tramaba algo, de lo contrario nunca hubiera regresado.
─¡Natsume! ─ gritó con alegría Sumire mientras se acercaba corriendo seguida de Wakako ─ Nosotras íbamos a ver la sección de la rama tecnológica, ¿vienes?
Finalmente, Sumire se llevó arrastras al Hyuga mientras este seguía dándole vueltas al tema de Rin. Paralelamente, Utsuki vio con tranquilidad como su amigo se iba junto a la morena. Se acababa de meter en un buen embrollo, aunque no tenía tiempo para ver como su amiga lo torturaba. Primero tenía que encontrar a cierto individuo.
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La chica de las feromonas
Fanfiction¿Y si la historia no hubiera pasado exactamente igual a la que nos fue contada? ¿Y si el recuerdo de aquella joven se hubiese evaporado de la memoria de Mikan? Esta es una historia jamas contada donde se revelarán los más oscuros secretos de la acad...