¿Y si la historia no hubiera pasado exactamente igual a la que nos fue contada? ¿Y si el recuerdo de aquella joven se hubiese evaporado de la memoria de Mikan?
Esta es una historia jamas contada donde se revelarán los más oscuros secretos de la acad...
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Rin
¿Por qué tenía que aguantar aquel tostón?
Hoy era el día donde los directores nos daban uno de sus largos discursos: la presentación para los nuevos alumnos. Como cada año yo había decidido quedarme en mi cuarto - igualmente nadie se enteraría - pero Sumire se había encargado de arruinar de nuevo mis planes. Motivo por qué, actualmente, me encontraba escuchando como el delegado general nos estaba mostrando las garras del director de primaria.
Pero, pensándolo mejor, a pesar de haber de aguantar todo aquello, había sido buena idea dejar que Sumire me arrastrara hasta aquí. Como dije anteriormente, por fin los adultos nos empezaban a mostrar sus dientes y era algo que no podía pasar por alto. En aquel momento se nos estaba confesando una verdad que querían negar. Habían aceptado que nosotros eramos el mayor peligro para alcanzar sus planes, los cuales desconocía completamente. Pero eso era lo de menos. Por fin habían soltado la bomba.
Sabía que el director aniñado, el de primaria, no iba a dejar que la nueva y los otros se salieran de rositas. Primero lo del festival cultural; luego el evento que presenciamos con las perdidas del alice y de la escapada al mundo exterior por parte de la nuevo y el par de estúpidos, y, finalmente, el suceso con Aoi. Era obvio que tarde o temprano iban a tomar cartas en el asunto. Según las palabras del director aniñado, a partir de hoy, todo el colegio aumentaría su seguridad, es decir, habría mucha más vigilancia, en otras palabras, logramos poner los pelos de punta a ese crío.
Ante tal revelación los estudiantes reaccionaron de manera alarmada y, naturalmente, los comentarios empezaron a circulas. Nadie había quedado indiferente ante esa noticia. Pero mi atención, lejos de permanecer en todo aquello, se desvió al escenario. Natsume lo acababa de abandonar. Sabía que lo más factible sería ignorarlo, pero estábamos hablando de Natsume Hyuga, debía seguirlo.
Aprovechando que mi vigilante personal, Sumire Shoda, se encontraba todavía impactada por aquella noticia, me escabullí de ese lugar. Sabía que el niñito, es decir, el director, no anunciaría nada más, o al menos nada importante, así que era el mejor momento para irse. Además, Natsume ocupaba actualmente todas mis preocupaciones. Hacía días que no aparecía por los dormitorios y viniendo de Natsume no auguraba nada bueno.
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Lo seguí procurando mantenerme fuera de su angulo de visión. Quería descubrir que estaba pasando, pero conociéndolo no me lo diría. Sin embargo, mis planes se modificaron con la llegada de dos nuevas personas ─ Nogi y You ─ Al parecer no era la única que quería respuestas.
─No se te ve por la residencia. ─ observó con preocupación Nogi ─ ¡Ya no nos podrás engañar más! ¿Por qué has vuelto otra vez a la carga? Tu cuerpo... ─ Nogi pareció dudar en si continuar o no con aquellas palabras, aunque, finalmente, decidió abordar el tema de otra forma ─ Aunque lo escondas, sé que has estado más de una vez en el hospital.
