Lo propio

Capitulo -19 Take it slow

HELENA

Limpio las lagrimas que caen una tras otra de mis ojos, ¿Qué acaba de pasar? Estoy en la azotea de pie viendo al lugar donde Paul había desaparecido, llorando, Paul me acababa de terminar, ya, sin novio , sin mi Paul, ¿Qué demonios estaba pasando? ¿Qué coño iba a hacer sin el? Me llamo promiscua y me mando a la mierda, pensaba que me quería, mi madre me dijo que el me amaba, que gran mentira, otra decepción, otro Will, eso es por que se esta juntando con Will, el maldito le habrá lavado el cerebro diciéndole cosas malas sobre mi, ese hijo de puta me las pagara. Ahora bien , si Paul me termino ¿Con quien iré a la fiesta de gala de Els Tomoe? Supongo que sola, no quiero ir con un tipo que no le tengo confianza como a mi amado Paul... Me dejo caer en la banca y me quedo mirando al cielo, hoy un día de mierda, el día más de mierda de todo, tenía que conseguir a Paul de nuevo, después de todo aquel tiempo desperdiciado juntos no lo iba a dejar o el me iba a dejar a mi. Yo no soy mi madre, yo no quiero ser como ella, ¡¿Que le habrá dicho Will joder?!

Entro a clases de química, me siento en la parte de atrás para que los demás no se den cuenta de mi miseria, Paul está en esa clase conmigo, pero su sitio habitual esta vacío, no presto atención a la clase, estaba metida un 100% en mi sufrimiento, en mi dolor. Una de las chicas al frente mío me hace una pregunta, yo seco la lágrima que descendió de mi cara con la manga de mi suéter del equipo de fútbol, la miro y le sonrío.

-Disculpa, ¿Me decías?

-¿Estas bien Lena?- me pregunta ella con tono de preocupación, siento un nudo en la garganta y no me deja hablar, cojo mis cosas y me salgo del salón, dándole al profesor un pase de salida de hace semanas, el profesor no le interesó nada y me dejo ir.

Fui al salón de matemática en donde enseñaba mi tío Javier hermano de mi madre, estaba en sus horas de oficina, me adentre, lo salude y me senté en el escritorio al frente suyo.

-Oh tío, las cosas que me pasan... Paul me terminó- me ahogo en mi propio llanto, yo lloro si, soy una chica sentimental, que me haga la dura es una cosa, pero me gusta llorar, me hace siempre sentir mejor. Lloro de alegría, lloro de tristeza, muchos lo sienten así.

-Cariño- me dice el abrazándome, no se en que momento se quito de su silla, pero se siente reconfortante que me abrace. Mi tío tiene unos 56 años, es divorciado y mis primos, todos de 30 algo así, viven todos en Alemania, pero mi tío al divorciarse se mudó a Inglaterra y consiguió un trabajo fuera de la compañía de mi abuelo, que es dar clases, pero de igual forma, los fines de semana va a su oficina en el centro y hace su verdadero trabajo que es gerente de ventas.

Mientras nos abrazamos un chico entra al salón, tenía el cabello por los hombros, su uniforme arrugado, su pantalón era de jean en vez del pantalón aprobado por el instituto, el gran hueco que dejaba ver su piel en la rodilla me hizo sacar una sonrisa,

-Oh, no quería interrumpir, le vengo a dejar la tarea- le dice, mi tío deja de abrazarme, tomo su postura de profesor serio y le arrebató la carpeta de las manos.

-Richard, esta tarea era para hace dos semanas- le dice ojeando la carpeta,

-Pero la entregue, ¿No es así?

-Richard, no te la puedo aceptar, ya lo evalué y no te estas esforzando tanto como tus compañeros, este es tu último año, por amor a Cristo, trata de tener mejor rendimiento, en vez de andar en las nubes obsesionado con el Metal Rock- le dice mi tío, yo miro de reojo a Richard y ese cabello enredado, esa actitud relajada...bueno, que me consiga entradas para ver a Lowhis el veinte de Diciembre de este año.

-Oh señor Páez, no puede hacerme eso... ¿Verdad que no chica? - me mira, se fija en mis ojos- ¿Qué onda con esa cara? ¿Te encuentras bien?

Debo estar horrible, eso lo se, le sonrío.