Capítulo 42-El tiempo de Marco

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Desperté, me sentía fuera de lugar, había trabajado duro las últimas semanas, llevaba medio mes en Londres y mi vida empezaba a tener algo de sentido en esta cosa que llamaba un "nuevo comienzo" el sol de Otoño seguía en el cielo, iluminando mi día. Las sombras caminaban con sus cuerpos, desaparecían con las nubes.
Encendí el televisor, le subí el volumen a las noticias, me dirigí a la cocina, me serví algo de cereal, miré que era el comienzo de "DPartey" un festival holandés famoso por sus interminables días de fiesta, los de mi edad iban y eran libres, habían personas de todo el mundo las cuales llevaban sus banderas encima, fumando hierva y sucios, con días sin bañarse, quedándose en tiendas de acampar hediondas. Cambié el canal asqueado y mi celular empezó a sonar, solté el plato sobre la mesa y contesté.
-Marco- dije intuitivamente sin ver la pantalla, escuché una risita al fondo que supuse que era la de Constanza y él habló.
-Paul, tengo brazaletes para la DPartey, este año será en Bélgica. Ya compré tres boletos de avión. ¿Vendrás?
-Odio ese tipo de festivales Marco, no puedo creer que no me preguntaras antes. Mi guardaespaldas debe ir también, supongo que lo sabes ¿no?
-Paul, este es mejor que el Ocktober fest...si, ya me encargué de su entrada. Me debes dos mil euros- dice mi amigo, miro hacia la pared fastidiado, dos mil euros por ir a un estupido festival, «increíble» pienso.
-¿Cuanto es el en libras? - pregunto molesto, el precio me impresionó, si es para jóvenes universitarios debería costar menos de cien, no era nada para mi pero...con dos mil euros podría comprar muchas cosas.
-No tengo la mínima idea, mi tío Daniel me regaló nuestras entradas, es dueño de una compañía de radio y los del DPartey le regalaron tres brazaletes, solamente me tuve que encargar del resto de las cosas como la acomodación y listo. Bruselas está lista para recibirnos.
-¿Nos vamos a quedar en una sucia tienda de acampar?- fue mi única pregunta y mi enojo seguía creciendo.
-Las tiendas de acampar son generalmente para el DPartey de verano, por la época del año, hoteles de la zona hicieron convenios con la DPartey.
-¿Cuantas personas irán este año?- pregunté después de un suspiro, miré hacia el refrigerador, debía preparar almuerzo en unas horas.
-Más de cinco mil personas. Pero tenemos pases VIP- dice mi amigo, eso explicaba el precio, ¿cuál era la cosa sucia de esto? Él sale del sitio en donde está y ahora puedo escuchar el ruido peatonal.
-Paul, es que en la DPartey le pediré a Constanza que se case conmigo. Le he comprado una gema absurda para que la utilice en su dedo, la pagué poco a poco.
-Recuérdame... ¿Qué tipo de festival es?
-Música electrónica Paul, van djs de todo el mundo, Avicci abre el concierto, David Guetta lo cierra, será excelente- me responde Marco, miré mi celular anonadado y mi estomago rugió, todavía no acababa mi cereal. «Estoy seguro de que Constanza no es tan fan de ese tipo de música» pensé.
-¿No puedes llevar a otro que no sea a mi?- le pregunté, cogí mi plato, me lo llevé al mueble y me senté; coloqué el plato sobre mis piernas.
-Paul...no puede ser que me estés diciendo eso. Se supone que serás el padrino de mi boda- dice mi amigo, me sorprendí, seria el padrino de bodas de alguien, pensé en mis amigos de Brasil y me lamenté de estar tan lejos de ellos y no poder adquirir el puesto de padrino.
-Era broma,- mentí, Marco se empezó a reír y después me colgó «esto es tan típico» pensé.
Seguí comiendo cereal y después debía revisar como iban las acciones de la compañía, le envié un mensaje a Marco pidiéndole su cuenta bancaria para hacerle una transferencia, me la envió y lo hice rápidamente por internet.
A las diez de la mañana decidí hacer algo con mi vida, la ciudad era aburrida, las calles siempre estaban vacías, pensé en que quizás necesitaba ir a la parte turística de Londres y hablar con extranjeros, subir al London Eye, tomar fotos de todo. Ir a la galería de arte de la madre de Marty, llamar a Prudence.
Tenía años sin hablar con Prudence. Había estado las últimas semanas con Theodor, íbamos a cenar en lugares concurridos, me había presentado a su banda, eran todos unos personajes, su manager era un tipo interesante, Theodor siempre hablaba del buen trabajo de manager que hacia Helena, me recorría un escalofrío en mi espalda cada vez que decía ese nombre.
Decidí llamar a Prudence para vernos un rato, había visto fotos suyas por varios sitios, era ahora psicóloga, había terminado con Marty hace un año y ahora tenía un nuevo novio llamado Ottis.
-¿Buenas, si?- me respondió la voz conocida, sonreí.
-Prudence, soy Paul, ha pasado un buen tiempo desde que nos vimos- dije, la línea se quedo en silencio, repentinamente hubo un ruido retumbante y se cortó la llamada.
Prudence me envió un mensaje que decía:
NUNCA MÁS CONTACTES A ESTE NÚMERO
Miré la pantalla confundido, decidí ir a visitarla, cogí las llaves de mi auto y me dirigí al ascensor, me subí y nuevamente me quede frente al niño rubio, Patrick, lo saludé, Pat y yo no hablamos, cuando el ascensor llegó a planta baja, seguí mi camino, caminé hacia la puerta pero me detuve porque llovía a cantaros, después escuché al niño hablar por teléfono y al colgar estaba molesto, más que molesto, encabronado.
-¿Qué pasó?- le pregunté, Pat se cruzo en brazos, me recordó a un niño alemán, su cara se había tornado roja y parecía una papa al salir del horno.
-Mi padre no vendrá por mi- masculló, me sentí mal por él enseguida, si mi padre me hiciera eso estaría decepcionado.
-¿Quieres que pasee contigo en vez de tu padre?- le pregunté, la cara de Patrick se tornó a su color original, le brillaron los ojos como a un dibujo animado japonés, y se formó una gran sonrisa emocionada en su cara.
-¡Es en serio!- gritó, afirmé lentamente, ¿qué estaba haciendo? Quizás era porque el pequeño niño me recordaba a mi mismo, rubio pero como yo, una versión más inglesa de Paul Houben.
-Pero primero pregúntale a tu madre,- le dije, no quería que me acusaran de secuestro infantil, que me consideraran un pedófilo, ah, joder, quizás debía invitar a su madre. Agregué antes de que se pusiera el teléfono en la oreja-,dile que venga con nosotros.
A los pocos minutos el ascensor se abrió, la madre de Pat, me miró sonriente, se había vestido con unos jeans, una blusa sencilla y unos zapatos Nike verdes, tapaba su cabello con una boina de color naranja y tenía una chaqueta marrón y una bufanda de lana.
-Quería agradecerle por el sándwich- le dije, no podía recordar su nombre, me apené y luego ella tomó la espalda de su hijo empujándola un poco.
-Fue un placer otorgárselo, ¿A dónde nos piensa llevar?
-Conozco un sitio que yo se que a Patrick le encantará, ¿le gusta el láser tag?
-¡Mamá siempre he querido ir al láser tag, te dan una MEGA pistola de rayos láser y compites con otros, nunca me has dejado ir por favor.. - dijo el niñito en súplica, ella sonrió y afirmó.
-Podemos ir-dijo, Patrick le dio un abrazo y nos dirigimos a la puerta. Había algo en esos dos que me caía bien, nos mojamos hasta llegar a mi auto, tenía puesto uno de mis discos, la música me recordaba a mis épocas con Helena y en Londres esos recuerdos crecían tras cada calle, cada suspiro.
Empezó P.d.a (we just don't care) y una imagen de esa chica desnuda vino a mi mente, mientras su cuerpo rebotaba en el mío sin compasión, esa era nuestra canción favorita para tener sexo, el recuerdo me sacó de mi y cambié la canción, seguían canciones fastidiosas así que le pedí a la madre de Patrick que le diera al botón de "play" en mi IPod, empezó con una de Coldplay, empece a cantar la letra distraído mientras continuábamos hasta llegar al sitio del láser tag.
-¿Por qué quitaste la de John Legend?- me pregunta la madre de Patrick, me sonrojé.
-Me gusta más Coldplay- afirmé, ella sonrió y detuvo la canción de Colplay.
-Escuchemos este disco- dice, la miro de reojo, es el disco de Theodor, todavía no lo había escuchado.
La primera canción se llamaba " Prise the bloddy line" era rock alternativo pero había en esa música algo que me sacaba de mi, quizás era la batería, pero me encantaba y mis acompañantes parecían disfrutarlo.
-Mi mamá no me deja ir a un concierto de ellos- dice Pat, miro nuevamente de reojo a su madre, ella entorna sus ojos hacia mi, me sonrojo y fijo la mirada en el camino.
-¿Por qué es eso Pat?- le pregunto, era muy obvio, mitad de las mujeres que iban a sus conciertos terminaban sin sostén frotándose con el primer hombre que vieran, según Theodor.
-Cree que es peligroso.
-En esos conciertos hay solamente hipsters lame botas, y mujeres desatadas (también hipsters)- digo, si bien los hipsters eran ese tipo de personas con barba y etc, era una moda más americana que británica así que diría que son personas de clase media que siguen la moda y creen que no son mainstream.
La madre de Patrick se ríe y yo veo el sitio del láser tag, era un edificio negro de ocho pisos, cada piso era una estación de juegos diferentes, el quinto piso o el sexto era el del láser tag, al bajarnos del auto y un tipo salió de la nada y me tomó una foto, me quedé ciego por un segundo y repentinamente pude ver de nuevo.
Caminamos hacia la taquilla, no habían muchas personas haciendo fila, no era como me lo imaginé pero igualmente saludé a la mujer la taquilla y compré tres pases para nosotros, me los entregó y entramos al edificio negro. Adentro habían miles de personas, era como si la mitad de los niños de Londres hubieran decidido venir a este sitio a jugar, hicimos la fila interminable para el ascensor y culminamos en media hora en el sexto piso;en el sexto piso estaba todo oscuro, y era un inmenso sitio con luces en forma de círculos y cosas del espacio fosforescentes, había una pantalla en el fondo que decía todos los participantes, nos acercamos al nerd que estaba entregando el equipamiento.
-Queremos jugar- le digo, el tipo me sonrió, me preguntó nuestros nombres y después nos entregó unas armaduras de plástico, dos grandes y una pequeña que se amoldaban al cuerpo, en la armadura tenía un circulo en el estomago que era el marcador, te disparaban una vez y estabas fuera. En todo ese tiempo no charlamos, Patrick estaba tan emocionado que no tenía palabras y yo ciertamente no se las iba a sacar.
-Les voy a ganar, soy más pequeño, disparo mejor y...puedo escalar- dice Patrick solemnemente, le dirijo una mirada a la madre, ella me hace una seña para que vayamos a la línea de comienzo, empieza a sonar por las bocinas que no veía una cuenta regresiva y un sonido de salida se disipó.
Iluminaba mi camino con el láser de mi pistola, no veía nada, veía los láser de los otros y todo iba extremadamente lento, Patrick hizo el primer contacto, vi su nickname iluminarse en la pantalla, mis manos me sudaban y los perdí de vista.
Seguí caminando en la oscuridad mientras en cada segundo se escuchaba el marcador anotar puntos, me escondí detrás de una de las anchas columnas de cinco metros para que no me viera algún contrincante y ataqué, quedé en frente de una chica que aparentaba la edad de Phillip, ya había apretado el botón del láser y su pecho se iluminó, reconocí a la niña, era Julieta, la hermana de Prudence, ella no me reconoció, murmuraba groserías mientras se quedaba en el sitio inmóvil hasta que el tiempo se terminara para salir de la estación. Caminé a su lado, y ella se me quedó mirando, me devolví y me quedé a su lado tan solo para susurrarle "sé quién eres tú"y seguir mi camino.
Marqué tres personas más después de eso, no había signo de Patrick o de su madre, habían pasado ocho minutos de juego, miré a mis al rededores, mis ojos se habían acostumbrado a la oscuridad, me fijé en la pantalla del fondo y Pat3k (nickname de videojuego de Patrick) estaba de primer lugar, quizás ese niño tenía la razón, era el mejor jugador del láser-tag. Dejé de mirar la pantalla y yo no aparecía entre los mejores, no veía mi Houb3n en ningún lado, y esto era porque Patrick me había marcado y acababa de perder, miré a Patrick sin poder creerlo, él me sonrió, y miré lo iluminado que estaba mi pecho por la armadura, y sonaba como un botón de error. Dejó de apuntarme y escaló una de las columnas y me di cuenta que arriba de mi había otro mundo.
El juego duraba veinte minutos, pero el tiempo cuando me marcaron pasó lento, por un segundo me quedé dormido y después sonó un pito grave y se encendieron las luces, Patrick había ganado y su madre había quedado de segundo lugar, al ganador le daban un premio de elegir cualquier cosa de la vidriera de la tienda de regalos.
-No puedo creer que tu madre quedara de segundo lugar- dije, no quería sonar grosero, él me sonríe y yo lo sigo hasta el nerd, las personas se empezaban a reunir, Patrick eligió una nave de cincuenta centímetros, el tipo no pensó mucho en dárselo, miré nuevamente a Julieta que estaba detrás de un muchacho gigante de piel oscura, decidí acercarme.
-¿Eres Julieta Glover no?- le dije, agregué-espero que no te haya asustado y que no pienses que soy un acosador, solía ser amigo de tu hermana Prudence, tenía unos años sin verte pero Phillip Grant, que estoy seguro de que sabes quién es, me mostró una foto tuya.
-Ehmm- la chica se había sonrojado, agrega- ¿Tu eres Paul Korshting? - afirmé sin dejarla de ver a sus ojos, traga saliva,- mis amigas y yo...eres demasiado guapo...más aún en persona- recordé que era una niña de dieciséis años y me reí.
-Julie, el punto es que necesito saber de tu hermana, recibí un mensaje muy extraño suyo...quería cerciorarme que este es su número- saqué mi celular de mi bolillo trasero y se lo entregué, las manos de la chica estaban temblando, miró la pantalla.
-Pa-pa-ul, es código regional +1, obviamente no es el número de mi hermana. - dice Julieta con un temblor en su voz, borra el numero y lo reemplaza con el de su hermana, no me extrañó eso, quizás había copiado mal su número, me empecé a reír y guarde mi celular en mi bolsillo.
-Muchas gracias Julie, me saludas a tu hermana y me saludas a Phillip, ¿no es tu novio?
-¡¿Él te dijo que éramos novios!? ¿O que quería ser mi novio?- me pregunta más sonrojada , sabía que Phillip estaba enamorado de ella pero Phillip sigue siendo un inocente niñito, dudaba que le hubiera dicho sus intensiones de tener una relación con ella, negué y ella me miró un poco decepcionada.
-¿Te gusta?- sonreí, ella bajó la mirada y un tipo corpulento se acercó a nosotros y la cogió por la cintura.
-¿Esta marica te está molestando mi amor?-debía tener unos diecisiete años, su apariencia de luchador y su look de malo no era comparable a Phillip, Phillip era un flacucho que no tenía mucha estatura, un alfeñique total.
-N-n-no, - dijo ella apenada, mi guardaespaldas se acercó y yo le miré y le hice un gesto de que todo estaba bien.
-¿Qué me ves marica, acaso te gusto?- me provocó el tipo, yo debía ser un poco más alto, le sonreí y tomé una pose formal.
-Nos vemos luego Julie- le dije, no quería problemas con un idiota, Julieta estaba pálida cuando me despedí.
Miré a Patrick con su madre y decidí acercarme a ellos, aunque sentí un poco de tensión con aquellos dos pero no busqué problemas.
-¿Quienes eran esos niños?- me pregunta la madre de Patrick, le sonrío levemente mientras caminamos juntos al ascensor.
-La niña es hermana de una amiga, por casualidad mi hermano muere por ella y el muchacho "malo" supongo que es su novio. Es casi un cliché americano.
-En la prensa no hablan de tu hermano- opina Patrick, y...si, una buena pregunta de un niñito, acababa de revelar un "secreto familiar" pero cambié el tema enseguida.
Afuera llovía, corrimos hacia mi auto y mi estomago rugió, la madre de Patrick tomó el puesto de copiloto.
-Eres como James Bond- me dice Pat, su madre rueda sus ojos y les propuse ir a un restaurante a comer.
Estacionamos en el primer restaurante que vimos en la calle Archer en el corazón de Soho, leí el menú, se veía interesante, les pregunté que les gustaría comer y todos concordamos en que queríamos un poco de esa comida italiana. Les conté sobre mi estadía en Venecia y mi viaje a España, ellos escuchaban con atención a cada palabra.
El restaurante era un tanto ostentoso, la madre de Patrick lucia incomoda cuando leía la carta, estábamos en la mejor mesa junto a una pareja homosexual, podía escuchar una canción clásica italiana de Andrea Bocelli.
-Bienvenidos a Bocca di lupo, ¿qué desearían comer?
-¡Yo quiero spaghetti con tomate y... ese ese!- le gritó Patrick, el mesonero me miró y yo le expliqué lo que él quería, el tipo amable anotó en su libreta y después dirigió su mirada a la madre.
-Yo quiero por favor un Risotto.
-Y yo señor, quiero que me sirva el pollo a la scallopina con marsala y trufa de verano.
-Bien señor Korshting, tengan una buena velada, Mario se acercará con el menú de vinos y bebidas .
Al escuchar el "Mario" sonreí con ganas de reírme y que el tipo reconociera que soy Paul Korshting era algo halagador, miré mi reflejo en la cucharilla y la bajé cuando el tal "Mario" se acercó, pedí un buen vino y para Pat una coca-cola, la madre de Patrick se quitó la boina y la chaqueta.
-Señor Korshting nos gustaría tomarle una foto para nuestro muro de famosos- me dice una chica, sonrío y un flash.
-Estás acostumbrado a toda esa atención? - me pregunta la madre de Pat, me fijé en su cabello, estaba despeinada, supuse que por el gorro, afirmé sin decir una palabra y ella se disculpó y se fue al baño.
-¿Tienes juegos en tu celular?- me pregunta Pat, debía estar aburrido, llevábamos menos de seis minutos en el restaurante y pasarían horas hasta irnos, le pasé mi celular y se introdujo en un juego que me había descargado de zombies. Tenía el sonido activado y pude notar el disgusto de las personas de las otras mesas, miré a Patrick y le arrebaté el celular, poniéndolo en mute y devolviéndoselo al momento.
Miré a mis al rededores mientras me consumía en mi propio aburrimiento, su madre debió enseñarle que ese tipo de comportamiento no estaba bien, miré a Patrick concentrado en el videojuego y me volví a preguntar el porqué estaba interesado en caerle bien.
La madre de Patrick volvió y había soltado y cepillado su cabello, se veía mucho mejor así. Le sonreí y esperé a que tomara asiento de nuevo.
-Usted es joven, lo suficientemente joven para decirle que Patrick puede parecer su hermanito- le digo, no intentaba coquetear con ella pero eso me había llamado la atención, su ex esposo era igual de joven.
-Y tu eres un niño entonces, un niño en pañales- «touché» pienso mientras mi mirada se va a sus pechos, son más grandes que los de Effy.
-¿Cuantos años tienes Vanessa?- le pregunto, y si, me acababa de recordar su nombre, en todo ese tiempo que nos había acompañado no se me había ocurrido llamarla por su nombre ni una vez.
-Tu tienes veintidós ¿no? - pregunta ella, sonríe y nos trae el vino el mesero, un buen vino si que es, me sirve un poco, lo bebo y después permito que nos sirva a los dos.
-Si, pero por alguna razón me he quedado atascado en los diecinueve, la última persona «con la que me acosté»que conocí juraba que tenía diecinueve.
-Tengo veinticuatro años, Patrick tiene ocho años.
-¡Tengo ocho y medio madre!- dice Patrick sin apartar la mirada del celular, y ahí me di cuenta que Patrick había nacido cuando ella tenía dieciséis años.
A los dieciséis fue la edad que toqué Inglaterra por primera vez, edad que un hijo ni se me pasaba por la cabeza y cuando ella tenía dieciséis yo seguía en río de Janeiro, en mi colegio internacional con Rodreigo rayando los pupitres con marcador.
-¿Cómo ocurrió?- pregunté curiosamente, Pat estaba concentrado en el videojuego.
-Su padre era mi mejor amigo, decidimos dar el otro paso y estábamos ebrios. Eso fue lo que pasó- dice ella, la miro con piedad, es joven, no debió tener estudios ni nada por el estilo, debe ser de una clase completamente diferente a la mía. Vivir así, cerré mis ojos para pensar por un momento.
-¡Paul, estas bien!- me grita Patrick, abro mis ojos enseguida y su madre me mira con expectación, los pequeños ojos verdes de Vanessa se apagaron, y me di cuenta que sigo siendo un maldito inmaduro.
-Si, lo lamento, me quedé pensando en ello, en Latinoamérica sucede demasiado, los índices más alto de embarazos a esa edad están previstos en esos países, es muy normal- dije y en voz alta, trataba de convencerme a mi mismo que la situación de Vanessa no era mi problema.
-Me imagino que así es- dice Vanessa cabizbaja, mi Dios, era un error haberlos invitado a comer, no podía ser un padre para Patrick, no podía ser un amante para Vanessa. No la conocía no sentía nada por ella. No era una mujer atractiva, pero igualmente me quedé mirándolos.
-Iré a una fiesta asombrosa en Bélgica pronto- decidí contarles. Estaba cambiando abruptamente el tema pero se formó un sonrisa en la cara de Vanessa.
-¡No me digas que es la DPartey!- me dice Pat, agrega- ¿¡DjBeck estará allí!?- estaba gritando, lo miré.
-No soy muy fanático de ese tipo de música.
-¡¿Queee?!-dice Pat sorprendido, Vanessa levanta una ceja, y luego se ríe.
-¿Si no eres fan entonces para qué vas?- pregunta, mojé mis labios un poco con el vino y encogí mis hombros.
-Un amigo quiere pedirle matrimonio a su novia en el festival, seré el padrino de boda. Ciertamente no debería explicarles, parezco una mujer divagando entre lo que quiero y no quiero hacer.
-De acuerdo... Eso sonó algo grosero. Si no te gusta ese tipo de música tu amigo no debería obligarte a ir.
-Pagué dos mil libras para ir a ese estúpido festival.
-Debes ir.- afirma Vanessa y al momento decimos "salud" y chocamos las copas.
Miré hacia sus pechos mientras bebíamos, ella me capturó en ello y yo levanté mi mirada rápidamente, tragué el vino con mucha presión y no tenía que decir una palabra, para mi conveniencia tenía una mancha azul en uno de sus pechos y yo lo señalé, ella se vio el pecho y después de encogerse en hombros señalo con la quijada a Patrick.
La comida del restaurante era sumamente deliciosa, tenía muy buen sabor, Vanessa comía silenciosamente y Patrick de igual forma, cuidaban su manera de comportarse en la mesa, nunca me lo hubiera imaginado de personas de su clase. ¿Clase? Me estoy volviendo un maldito clasista.
-Tenía una eternidad sin darme un gusto semejante- afirmó Vanessa cuando se limpiaba los extremos de la boca con la servilleta de tela, Patrick me mira sonriente, les ofrezco postre, ninguno de los dos quiere así que pido la cuenta.
Llega la cuenta y Vanessa acerca su mano a ella, le dirigí una mirada rápida y la tomé primero y coloque mi tarjeta, el mesonero vino hacia nosotros y se lo entregué.
-Te merecías este almuerzo, comida paga con comida- le dije, Vanessa se sonrojó, Patrick puso cara de duda.
-Le di un sándwich el otro día.
-¿mi sándwich? Mi papá no me dio comida ese día, me llevo a casa de su amigo Dennis, tuve que verlo beber cerveza y gritar viendo ese estúpido programa de preguntas, la esposa del amigo me dio una papa rellena de queso y me la hizo comer toda, fue un día terrible- cuenta Patrick, su madre palidece.
Me entregaron la factura con mi tarjeta y nos pusimos de pie, cobraban el 10% de propina en la factura así que no le dejaríamos nada al mesonero, sería poco ético después de todo. Salimos del restaurante, nos subimos en mi auto, tuvimos una charla acerca de historia natural (al menos Pat y su madre) y yo encendí la radio, estaban pasando una canción de un ícono del rap norteamericano, no me recordaba el nombre pero era algo como W-Bills o Pwrr e inconscientemente me la sabia. Mis acompañantes me miraron con impresión, ¿qué tenía de malo? cerré mi boca y ellos empezaron a reír.
-¿Qué,qué tiene de malo?- dije ellos continuaron riendo, negué avergonzado y cambie la estación de radio, ahora pasaban una romántica inglesa, volví a cambiar, lo dejé en las noticias.
Al llegar al edificio no hubo ni una palabra, habíamos estado escuchando sobre una nueva guerra en el viejo oriente, no hubo un comentario. Estacioné y empezó a llover en ese preciso instante, no tenía un paraguas, ¿qué especie de londinense no carga un paraguas encima? Se preguntó el ex brasileño que se hacia pasar por británico.
Miré como Pat y su madre salían del auto, la madre sacó un paraguas de su cartera y los dos se cobijaron bajo ella, capturaron mi cara de consternación, fueron a mi ventana.
-¿No vienes? - me pregunta, recordé que al momento de ida ellos se habían mojado en la lluvia conmigo, no planeaba mojarme solo esta vez.
-No, no, tengo que hacer unas cosas - mentí, vi el reloj digital de Ashton, eran las cuatro y media de la tarde, recordé que Fred me había pedido que lo llamara, llevaba una semana en contacto con ese tipo que para mi sorpresa era mucho más joven de lo que me imaginaba y bueno, con sus veintidós años y sus tres meses mayor que yo podría decir que era un buen tipo.
Sin moverme del sitio marqué su número en recientes y solo repicó una vez.
-¡Esperaba tu llamada Paul!- me dijo, me reí, note un poco de emoción en su voz, le platiqué de la DPartey en cuestión y enseguida él dijo-yo voy, no creía que tu fueras a ese tipo de cosas, es algo asombroso Paul. Pensaba que eras un tipo de esos que se encierran en su pequeño mundo de negocios.
-¿Mi pequeño mundo de negocios?
-Si Paul, con todas sus petulancias y preocupaciones aburridas. Por eso decidí ser artista, para no tener que concentrarme en cosas tan aburridas y poder ser libre, se bien que no eres libre, al menos eso es lo que las últimas semanas me has demostrado. Sin embargo sabiendo que vas a la fiesta mi opinión sobre ti cambia de una manera espec...
-Okey,- Le respondí cortante, hubo un silencio por un segundo y luego empezó a reír, me aburría que alguien hablara tanto, -, nos vemos en la fiesta debo suponer
-¡Claro Paul, estaré para ti cuando quieras! - me dijo y después colgó, miré que la lluvia se detenía, mojé mis labios con saliva y salí del auto, tuve un recuerdo que me hizo sobresaltar y mientras me acercaba a la puerta para entrar no dejaba de pensar en ese especifico momento del miércoles.
Estaba acostada en la cama de costado, podía ver la ventana sobre su hombro, la cortina estaba cerrada así que la habitación estaba un tanto oscura si no fuera por las luces que había encendido a media intensidad.
Su largo cabello de color rojo como el fuego, estaba concentrado en un moño muy bien hecho, no se notaba que habíamos compartido nuestros cuerpos, su piel de porcelana parecía brillar y olía bien.
-Me impresioné cuando mi señora me dijo que quería que lo atendiera a usted a su casa- dijo ella dándose vuelta y mirándome, me estaba vistiendo para ir al trabajo pero Effy desnuda no era fácil de ignorar.
-Me gusta picar más de una vez en la misma flor- le dije con cierta picardía, Effy sonrió y dejó que una sonrisa tímida se esparciera de su boca.
-¿Esto es un sueño?- me había preguntado.
-Lo será, al menos por un tiempo- le había respondido.
Escuché un ruido que me sacó de mi recuerdo, eran gritos que provenían de adentro, en vez de alejarme de la puerta con precaución, miré a mi guardaespaldas y él que estaba a medio metro de mi llegó rapidamente y me agarró por el brazo, abrió la puerta y entramos con cuidado. Había una rata gorda muerta en el pasillo que llegaba al ascensor, una señora sostenía a un perro caniche vuelta un manojo de nervios y el portero estaba más allá riendo como un desgraciado.
-¿Está todo bien?- pregunta mi guardaespaldas, me cogía del brazo fuertemente, lo miré pidiéndole que me soltara pero él mantuvo firme su posición sin soltarme.
-El perro de esa señora mató a esa rata que está allí, fueron alaridos y ladridos terrible, la señora Winson afirmó mientras las criaturas peleaban que la rata podía hacer al perro contraer rabia y subió al ascensor con su hijo riéndose.
-De acuerdo- dice Fy, soltándome, le pasamos por un lado a la rata y subimos al ascensor, Fy me escoltó hasta la puerta y después me dejó, y si salía sin él cuando se fuera de mi lado iba a estar en problemas con mi abuela.
Entré al apartamento y todavía no había anochecido, había hecho muchas cosas durante el día y sin embargo me quedaban horas de luz por delante. Decidí jugar videojuegos porque eso era la única opción que tenía por el momento, había adelantado mi trabajo quedándome hasta tarde en la compañía trabajando y mis clases de marketing eran los días de semana en clases nocturnas.
La D-Partey llegó a mi en un abrir y cerrar de ojos, una semana había pasado rápido y el fin de semana más aún, llegando el día sábado en el cual me subiría en un avión e iría a Bélgica por primera vez. Bélgica, el país donde mi padre había nacido.
Me subí en el avión y mi puesto era junto a una pareja de hippies, olían a rayos y no podía ver a Fy por ningún lado, Marco estaba en primera clase con Constanza y los odiaba por comprarme un ticket en clase económica. Pudimos haber viajado en el jet de mi abuelo, si tan solo se me hubiese ocurrido.
-Me llamo Scott, soy de California, esta es Nía, es de...¿Dónde me dijiste que eras? - Le pregunta el hippie a la hippie, la chica gira su mirada hacia mi y miro su cara llena de piercings y un gran tatuaje en su hombro.
-Soy Estefanía de Nueva York-dice ella, no quería presentarme pero ellos debían saber quién era, constantemente hablaban de mi éxito por la internet, por todos lados, los dos eran de los Estados Unidos de América...país en el cual mi ex vive, se me puso la piel de gallina al recordarme de ella.
-Soy Paul Houben de Brasil- dije yo, no me planeaba presentar como ¨Paul Korshting, próximo duque, tengo más dinero del que deseo ¨
-¿¡Brasil!? Bah, tu acento es muy marcado sabes...amiguito británico- dice el hippie, ruedo mis ojos y antes de que pueda decir algo encima de mi están las cámaras de miles de personas.
-¡Es Paul Korsthing!- gritó una señora, me encogí en mi asiento, no quería ser acosado, me pregunté por Fy, él siempre me salvaba de esas situaciones, era una estrella de Rock para las viejas, era una estrella de Rock para las jóvenes y era una estrella de Rock para aquellos fans de Rain Falls, nunca debí tocar ese dueto grabado con esa banda, nunca debí.
-Señor Korsthing, venga conmigo- dijo por fin un aeromozo apartando a las personas, cuando llegamos a la parte de atrás del inmenso avión me di cuenta que era Fy con un disfraz. Fy con ese disfraz lucía por decirse ¨delicado¨ incluso me di cuenta que sobre esa inmensa cicatriz en su cachete maquillada existían unos ojos azules, me pregunté si las damas hacían referencia a sus ojos así como a su fuerza.
Fy me sentó en el puesto de las aeromozas y me amarró con el cinturón especial, no me iba a dejar ir, y nadie se acercaba a ver como estaba, fue un viaje interesante y por eso sin que nadie me viera me dormí.
-Señor Korsthing hemos llegado,- me dice Fy, seguía vestido de aeromozo, me empecé a reír, ¿Por qué iba disfrazado? Tenía boletos porque yo había pagado por ellos...no entendía la situación -¿Por qué me mira con esa cara- me pregunta, yo sonrío.
-Me parece curioso tu disfraz, luces por decirse...un poco femenino.
-Fui aeromozo una vez para esta aerolínea, antes de meterme al ejercito, antes de servirle a la reina y a sus duques, fue para esta aerolínea, tenía unos dieciocho años. Al saber que viajaríamos acá me aseguré de que mis viejos contactos me proporcionaran un uniforme para servir por un vuelo para protegerlo a usted.
-¿Es en serio?- le pregunté con un poco de incredibilidad en mi voz, Fy aeromozo, debía ser una broma...
-¡Claro que no es en serio señor Korsthing!- gritó Fy, yo me empecé a reír con desdén, por un segundo casi había caído en su broma. Él suelta -. En el aeropuerto había un aeromozo y tenía su uniforme en un forro de tintorería, se lo robé, claro, dejé al tipo inconsciente con 40 libras encima, gastó 40 libras de tintorería y al menos tuvo un reembolso.
-¿Y no se dieron cuenta?- le pregunté, el negó mientras me soltaba de mi asiento, caminé por el pasillo estrecho del avión y saqué mi morral del compartimiento, el avión estaba casi vacío y algunas aeromozas me dirigían miradas intencionales y curiosas.
-¿Alguna vez te han dicho lo guapo que eres?- me había dicho Effy alguna vez, ese día tenía su cabello suelto, le llegaba por la cintura y tapaba sus senos a lo Venus.
Bajamos del avión y no pude ver a Marco y a Constanza por ningún lado, caminé junto a Fy para llegar a las bandas transportadoras en las cuales ponían las maletas y me di cuenta que estaba en el país de mi padre, estaba en Bélgica, ¿También lo debería considerar mi hogar? Miré a Constanza en la línea 6 de equipaje y fui hacia ella, que estaba riendo, usual de Cons.
Recogimos las maletas y unas personas Staff de la DPartey recogían a todos aquellos que iban y los metían en una van, empecé a tomar fotos de todo con mi celular y mi cámara Nikon, amaba tomar fotos igual que mi padre. ¿Es un pecado?
Nos llevaron al centro de la ciudad, Bruselas era espectacular, quería visitar muchos sitios que mi padre me había recomendado pero por el tipo de viaje en el que iba no tendría esa suerte, al menos hacía mejor clima que en Londres y la gente no lucía frívola en la calle.
Cuando tuve la oportunidad de conectarme en la internet del hotel, llamé por FaceTime a mis primos, que se sorprendieron en saber que estaba en Bélgica y más aún se sorprendieron cuando les admití que estaba allí por dos días para la DPartey.
Los dos habían decidido quedarse en Liverpool, compraron una casa juntos, e hicieron su propia tienda de cosas deportivas, Dan jugaba para Liverpool en los torneos de rugby y Chris llevaba sus cuentas y era su manager, además de hacerse cargo de la tienda. Ninguno de los dos seguía con sus viejas novias de Londres, había oído que Lana estaba en Venezuela con un negroide y que Lucy estaba en Liverpool pero acostándose con el entrenador de Dan. Sin embargo mis primos estaban solteros, así de solteros como yo.
Pensaba en Effy constantemente pero también pensaba en Vanessa, la madre de Pat. Había algo encantador en esa mujer, la había visto lo suficiente en el último mes para saber qué era lo que me gustaba de ella y era su actitud. Vanessa es una mujer fuerte y tenaz, no le teme a nada y sabía que un hombre como yo podía hacerle bien a su estabilidad emocional. Dejé de pensar así de ella y recibí correo electrónico.
Estimado señor Korshting,
Me temo informarle que la señorita Harriet Wilkins se encuentra en el hospital, ha sido brutalmente golpeada y violada por tres hombres caucásicos, habíamos estado rondando su casa varios días, pero me temo que los perpetradores fueron astutos y burlaron nuestro sistema de seguridad.
Aquellos se hacían llamar ¨ Liberadores ¨y fueron pagados por una compañía anónima para que siguieran claras instrucciones de su debida ¨ liberación ¨ Están bajo la custodia por la policía pero me temo que es probable que los dejen ir por falta de pruebas.
Me despido de usted con una pena inmensa hacia esa joven, por favor responda a este correo cuando pueda.
Suyo, sinceramente.
Trystan F.
Aquel correo me dejó con la boca seca, ¿Qué se supone que debía hacer? Me sentí mal por Harriet. Le hice una llamada a Trystan, le pedí que siguiera cuidando de Harriet así como lo hacía conmigo, Fy leyó el correo también y nos miramos enervados, nadie se merecía algo así.
Charlamos del asunto hasta que se hicieron las ocho y era momento de ir al festival, no deseaba ir, aquel asunto que había sacado de mis casillas. Me vestí lo más simple que pude y me coloqué en el cuello mi pase VIP y en mi muñeca el brazalete dorado de la DPartey, iba a encontrarme con Fred antes de ir pero se nos hizo tarde tras todas las llamadas a Londres para averiguar sobre los violadores de Emma...Harriet.
Vi a Fred cuando pasamos tras bambalinas a saludar a los djs , tenían nombres extraños que no me aprendía pero Constanza y Marco parecían sabérselos de memoria. Miré a uno de ellos llamado Steve Aoki, tocaba a las ocho en punto y sabía quién era yo por supuesto, después de una charla intensa sobre Inglaterra, me dijo que había leído el último libro de mi padre, que era sobre fútbol y hablaba de conspiraciones dentro de la Fifa. Nos tomamos varias fotos y me pareció que era un buen tipo, luego de la charla comenzó la locura del DPartey y terminé sin camisa cargando a una chica VIP sobre mis hombros, la chica era de Brasil y ese fue nuestro gancho para charlar, ella llevaba la bandera de Brasil en lo alto y varios tipos me pintaron la bandera de Inglaterra por un lado y la de Brasil por el otro lado. Nos volvimos locos y yo entendí que la DPartey era algo genial. Hacían diez grados porque lo sentía en mi piel y además el Snapchat me lo avisaba, estábamos en vivo, bailaba como un loco y me sentía ebrio y libre, aunque no había bebido más que agua en el lugar, me acerqué a Fred en el corte de media hora para comer, sus pupilas estaban dilatadas y supuse que se había drogado, él estaba charlando con otros tipos, me acerqué más a él y los tipos desaparecieron.
-Pareces estar divirtiéndote- me dice Fred, afirmo mientras le golpeo del brazo para acercarnos a unas camionetas gigantes donde mostrabas tus tickets de comida, como éramos VIP teníamos chance de un sitio en donde sentarnos y nos daban champaña y vino con la comida.
Nos dieron unos platos con unos bistec con arroz y vegetales, nos sentamos juntos y escuché el silbido de Fy en algún lado.
La carne estaba tierna y el arroz muy bien preparado, quedé con hambre y lo que en realidad quería era una buena hamburguesa como la que nuestros vecinos en el piso estaban comiendo, vi a la chica de Brasil comer con sus amigas, quería acercarme a charlar pero me pareció grosero dejar a Frederick. Constanza y Marco se unieron a nuestra mesa, tenían cara de que hace poco habían tenido sexo y olían también a sexo, nadie mejor que yo sabe ese olor, nadie mejor que yo. Me dieron nauseas al pensar en eso y también le dirigí una mirada a mi amigo que estaba dispuesto a pasar el resto de su vida con Campagna Pía.
Al día siguiente fue exactamente lo mismo, nos alimentaron de una forma diferente y los del DPartey nos dieron la oportunidad de visitar un museo antes del show, Marco no era muy fan de lo viejo así que obligó a Constanza amante de lo griego y los museos a quedarse con él.Para mi suerte Fred y Fy me acompañaban. Fy odiaba el arte y todo lo parecido, lo atormentaba el pasado por razones desconocidas a mi joven mente pero creo haber escuchado de Trystan que a su esposa la habían matado en Roma.
Caminando por el pasillo de los animales me detuve frente a un babuino, interesante animal, con un pelaje denso pardo o gris, cola corta, callosidades glúteas coloreadas y hocico alargado, jugué un poco a que estaba vivo sin que nadie me viera, le hice referencias al babuino de un dibujo animado que solía ver en Brasil.
Me choqué con Fred cuando no apartaba la mirada del babuino, él saltó, estaba frente una inmensa anaconda.
-Paul-dijo Fred, noté como sus mejillas se colorearon, me reí y le golpee el hombro, debió sentirse apenado al asustarse con semejante animal muerto, nos habíamos apartado del grupo, las personas susurraban cosas sobre el festival.
-Lo siento si te asusté, venía distraído-le dije, Fred me miró y me jaló de la manga de mi suéter y me llevó al final del pasillo que estaba oscuro, miré a mi amigo un poco extrañado, ¿Nos escondíamos?, ¿Había una ex cerca que lo quería matar? el pensamiento me hizo reír.
-Se muy bien tus intensiones,-dijo Fred, -, y me encantan Paul.- Fred se inclinó hacia mi y posó sus labios sobre los míos, Dios, esto era un mal entendido, ¡ESTO ERA UN MALDITO MAL ENTENDIDO! Lo empujé, le quería espetar ¨¡MARICA!¨en el momento pero era mi amigo, y además eso era bastante grosero. Me agarró el brazo, quería golpearlo, dijo con un hilo de voz -¿Qué hay de malo, no te ha gustado? , ¿Crees que alguien nos haya visto?, ¿Quieres que lo haga de nuevo?
-No-dije fríamente mientras retrocedía, me soltó mirándome confundido. - No se en qué momento pensante que yo era homosexual- me reí, Fred se puso blanco como un fantasma, continué- no soy homosexual, me gustan las mujeres, de hecho Eff...Effy, ella y yo hemos tenido sexo desde el día que llegué a casa de tu abuelo, he tenido novias entiende, un centenar de ellas.
-Yo también- soltó mi amigo, estaba apenado noté, pero había cierto tono en su voz que me hizo sentir asco.
-Me gustan las mujeres entiende, usted ha sido el primer hombre que me ha...besado y ciertamente siento una repulsión en mi ser por lo que sucedió créame que si fuera gay fueras tu mi primera opción. - dije sin pena, Fred sonrió y luego negó.
-Joder, estaba tan seguro de que eras gay,- dijo, acarició mi cabello y yo lo dejé-,no todos los bonitos son gay.
Nos empezamos a reír y volvemos al grupo, y recibí un mensaje de Marco que decía ¨DjBeck está de acuerdo de que sea en su espectáculo, subirás al micrófono conmigo y mientras el toque su clásica canción lo diré y los organizadores la subirán al escenario y ella me dirá que si
¨¿Y si dice que no?¨le escribí de vuelta, enseguida recibí un ¨dirá que si¨y sonreí hacia mi celular.

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