Capitulo 11

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No podía cerrar los ojos, Tom estaba en la otra habitación probablemente dormido después de un vuelo de siete horas. Pero yo no podía sacar todo lo que pasaba dentro de mi cabeza, ese hombre me estaba volviendo loca, todo cualquier pequeño detalle hacía que mí corazón latiera con fuerza, pero al mismo tiempo recordaba que no podía estar con él por la llamada que había tenido con Luke, él no podía estar en una relación en este punto de su carrera.

Y ahí estaba yo, nunca me había sentido tan cerca de alguien y al mismo tiempo tan lejos, me pregunto ¿dormirá en pijama, en bóxer...desnudo...? ¡Basta Victoria! Me tenía que controlar o no sabría de lo que sería capaz. 

El olor de la comida me despertó con lentitud, me levanté de la cama con mi pijama de dinosaurios y camine hasta la cocina, ahí estaba el con su pijama puesta, y una playera gris, completamente descalzo, dándole la vuelta a unos huevos revueltos. Se dio cuenta de que estaba ahí y bajo la llama de la estufa.

-Buenos días hermosa, ¿qué tal dormiste? 

"Mal, imáginando que duermes desnudo" 

-Muy bien gracias, pensé que haría más frío.
Se rio un poco y me sirvió en un plato, me sirvió un poco de té y se sentó a mi lado. 

-Sí, no suele hacer mucho en estas épocas del año, aunque casi siempre llueve, supongo que le da un toque melancólico que me encanta.

Me perdí en sus palabras. ¡Deja de mirarlo como una boba! 

-A mí me encanta este clima. 

Dije en un susurro, me miro con una sonrisa y siguió masticando su comida. 

-¿Te gustaría ir a correr conmigo? 

-¿CORRER? 

Me atragante con la comida, me dio unas cuantas palmaditas en la espalda. ¡Me daba pánico correr, sobre todo si había suelo mojado de por medio! Era algo muy extraño en mí, era muy buena para el ejercicio y el baile, incluso las caminatas. Pero algo raro pasaba cada vez que intentaba correr, ni siquiera podía hacerlo en la caminadora. Era como si una fuerza extraña que aparece cada que intento correr se robara toda mi energía y salud, provocando que se me fuera el aire y me apareciera un tremendo dolor en los musculos. No, definitivamente el correr no era para mí.

-Vamos, será divertido hacerlo todas las mañanas contigo. 

Me sonrojé sin saber cómo reaccionar sin verme tan obvia, y en cuanto el se dio cuenta de porqué yo me había sonrojado, se sonrojó también. 

-Quiero decir...correr...ya... bueno... ¿te gustó...el desayuno? 

Asentí y sin darme cuenta estallé a carcajadas. 

-Está bien, iré contigo, solo dejáme cambiarme. 

El asintió aún sonrojado y yo corrí a cambiarme, rezando para no romperme una pierna o algo. 

"Puedo hacer esto" me dije a mi misma mientras hacíamos los ejercicios de calentamiento, el parque en el que estábamos era bastante grande y había vegetación por todas partes. Bien al menos podre distraerme, del dolor y de la angustia de tener que correr y que Tom vea el desastre en el que me convierto.

- ¿Lista? 

Me pregunta él, con una sonrisa llena de entusiasmo que solo me hace senti peor.
Asentí dudosa y comencé a trotar a su lado.

Bien, no había pasado nada malo en los primeros cinco minutos, escuchó los pajaros cantando, a los niños riendo, bien, al parecer había superado mis debilidades, ahora sabía por qué todos disfrutaban del correrz pero Tom comienza a acelerar el paso, haciéndome correr más rápido a su lado. De pronto todo mi cuerpo comenzó a sentirse cansado, las piernas comenzaron a pesarme, se me iba el aire de los pulmones. Juro que durante unos segundos pude ver una luz. 

-Tom, espera...

Dije con voz entrecortada, mientras lo veía alejarse, tuve que detenerme y ponerme casi en cunclillas para recuperar el aliento,  regresó lo más rápido que pudo y cuando volví a parpadear ya estaba a mi lado.

-¿Estas bien?

Me pregunta preocupado, a lo que asiento con poca fuerza, moviendo mis manos para que que siga su recompensa recorrido sin mi.

-Puedes seguir sin mi, déjame aquí,  salvate...

-Vicky ni siquiera hemos dado dos vueltas

-Déjame aquí, yo estaré bien...

-Vamos...

-Tom, es en serio, no podría correr más que esto

Tom me miró divertido

-Esta bien, vamos a casa.

Intenta ayudarme a qué me incorpore, pero de nuevo hago mi movimiento de mano para que siga su camino.

-No, tú termina tu rutina, yo haré unos estiramientos.

Me ayudó a levantarme y siguió corriendo.

Pasaron al menos tres vueltas de Tom cuando finalmente comencé a estirarme, recuperándome al fin, a la cuarta vuelta pude notar que otro hombre comenzaba a correr con el, entrecerré los ojos pero no pude distinguirlo.

Comencé a estirarme, lo más que podía siendo una bailarina. De pronto sentí la mirada de Tom y del hombre que lo acompañaba, la sensación de provocación se apodero de mi cuerpo. Quería saber si podía provocar alguna reacción en Tom. Estiré la pierna sobre un árbol y toque el pasto con los dedos,  estirandome cada vez más, hasta que finalmente mi cuerpo era una línea recta recargada en un árbol,  sentía la mirada penetrante de Tom y me mordí el labio con falsa inocencia. ¡Dios mío que no se me suba ninguna ardilla!

La provocación había funcionado. Tom me había visto y seguía corriendo sin dejar de verme, sin notar tampoco que estaba a punto de chocar con un árbol.

- Eh Tom cuidado con el ár...

Vi a Tom chocando contra un enorme árbol y corrí a ayudarlo.

-Tom ¿estás bien? 

El hombre que había empezado a correr con él se acercó corriendo hacia nosotros.

-Eso si ha sido un golpe, espero tengas hielo en casa.

El hombre me miró y finalmente pude reconocerlo.

-¿Be-Benedict Cumberbatch?

El asintió y me dió la mano. 

-Asumo que tú eres Victoria.

Asentí lentamente. Estiró la mano para que pudiera estrecharla.

-¿Alguien podría ayudarme? 

Dijo Tom, interrumpiendo nuestros saludos.
Benedict soltó mi mano, apresurandose a ayudar a Tom a levantarse.

-Oh sí, lo siento. ¿Me ayudas a llevarlo a casa? No vivo muy lejos de aquí, además tengo unas cuantas benditas ahí para este debilucho.

Me dijo Benedict mientras acomodaba el brazo de Tom alrededor de su cuello.

Reí un poco y asentí de nuevo.  ¡Estaba a punto de conocer la casa de Benedict Cumberbatch! 

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