Decisiones

Capítulo X

No podía creer lo que estaba pasando, me sentía en una encrucijada y nadie parecía querer darme la respuesta de lo que pasaba. Benedict fumo una vez más, ahora lucía pálido y aquello me irritaba aún más. ¿Qué era lo que podía ser tan grave? 

-Esta bien, te lo diré, pero... se consciente de que nunca lo dije con una mala intención. ¿De acuerdo? 

Sentí la vena del cuello palpitarme de los nervios. 

-¡Benedict, habla de una vez! 

-Bueno, bueno, esto pase hace unos meses, en nuestra cena de aniversario...- fuma de su cigarrillo una vez más y lo tira al suelo, se acomoda el cabello, aplasta la colilla ya apagada debajo de su pie, y evita mirarme antes de seguir hablando. - La llevé a cenar a su lugar favorito, ya sabes cual, el que esta escondido detrás de nuestra calle. Todo iba perfecto, lucía perfecta, habíamos comido delicioso, el vino espumoso, grandioso, nos encontrábamos en un estado de éxtasis total, al pensar lo que se avecinaba después de la cena, sí sabes a lo que me refiero. 

Iugh, pensé y al parecer mi cara reflejo mi pensamiento, porque Benedict comenzó a reirse. 

-¿Y? ¿Qué fue lo que paso después? 

Benedict se rasca la cabeza, rebusca en sus bolsillos, de la chaqueta, del pantalón, pero parece ser que no encuentra ningún otro cigarrillo. 

-Bien, la noche como te decía, iba bien, hasta que comenzamos a hablar de cosas un poco más de la industria, inocentes claro. Pero de la industria. Comenzamos a hablar de quien era nuestro amor platónico en Hollywood, bien primero fue su turno.  Ella dijo, Tom Cruise, Marlon Brando y Leonardo Dicaprio, completamente entendible cada uno de ellos. 

-¿Qué paso después? 

-Era mi turno, pensé que era un juego inocente, además ya estaba muy intoxicado, si te soy sincero, ni siquiera recuerdo bien como paso. Yo dije, Cate Blanchett, Judy Garland y Victoria Lardner... 

El silencio se interpuso entre nosotros, comencé a analizar la información que Benedict acababa de darme, y cuando finalmente mi cerebro termino de procesar lo que acababa de decir, me fallaron las piernas, lo mire a los ojos aunque el evitó mi mirada de inmediato. 

-¡Dios mío, Benedict! ¿Qué hiciste? 

-Vicky, lo siento, era algo inocente, para mi fue más una broma, una broma del momento, pero ella no lo tomo así, tú sabes que eres mi mejor amiga, y yo sé que en algún momento, tuve un enamoramiento platónico contigo, pero, ambos sabemos que eso terminó en cuanto vi por primera vez a Anne, para mi desde aquél momento no ha habido ninguna otra mujer, y sé que no la habrá, pero... ella se volvió loca. Salió corriendo del lugar, y no habló conmigo en tres días. Hasta que un día cuando salí de la ducha, ella estaba leyendo nuestras conversaciones, y encontró nuestra broma de pareja. Intenté explicarle pero me arrojó el celular en la cabeza, pero definitivamente todo fue peor cuando le dije que tu serías la protagonista de mi película. 

Escuchaba lo que me decía y me sentía en el limbo total. ¿Cómo podía pasar esto? ¿No podía yo tener un momento de paz? ¿No podía regresar tranquila a hacer lo que tanto añoraba y me hacía tan feliz? 

-Necesito un momento Ben. 

-Vicky, realmente lo siento. 

-Por favor, solo un momento, hablaremos después. 

Tenía que dejar de verlo o lo golpearía directamente en la nariz, o le dejaría morado el otro ojo, no podía creer lo que le había dicho a Anne, y lo que estas palabras habían provocado en nuestra relación.  Pero también, mientras caminaba hacia mi trailer, no dejaba de pensar que Anne me juzgaba completamente mal, no podía creer que ella pensará que yo sería capaz de hacerle algo como aquello, aunque debía admitir que la broma de la pareja no se veía muy bien.