diez días después
ray ya había traído los perros de frank.
el mayor estaba demasiado feliz porque para él esos pequeños animalitos eran sus hijos, aunque pronto tendría uno humano, él sabía que jamás dejaría de amar a sus perritos.
los perros dormían en el estudio de frank, que venía a ser un cuarto que quedaba junto al del mayor en el segundo piso de la casa.
frank y gerard estaban echados en la cama ya que recién habían despertado, eran las nueve de la mañana. hoy frank faltaría al trabajo, porque habían organizado la primera ecografía para gerard.
ambos tenían libros en la mano, gerard tenía uno acerca de nombres de bebés, y frank otro acerca de cómo facilitarle el embarazo a la madre —porque sí, gerard iba a ser llamado madre, no padre—.frank vio de reojo al menor, y notó cómo mordía su labio. frank sabía que su novio sólo hacía eso cuando estaba nervioso.
–mi amor, ¿estás bien?
gerard dejó el libro en la cama.
–e-estoy bien– el pelinegro miró incrédulo a su novio. –está bien, ya no me mires así, ahora te digo. estoy abrumado. tengo miedo que el bebé nazca mal por mi culpa, que su nombre sea feo, que no me quiera, no enseñarle bien las cosas, que lo traten mal por tener dos papás, que no le agrade, que no me ame. la gente me mirará feo porque mi panza crecerá demasiado, lo que no es normal, y tú dejarás de pensar que soy lindo.
frank rojó los ojos. –no me jodás gerard. nuestro o nuestra bebé será el niño o la niña más feliz del mundo, te lo puedo asegurar. no discutamos del nombre aún porque ahí sí nos vamos a estresar, ¿okay? sólo tranquilizate, hoy verás en la ecografía cómo estás cuidando de maravilla a nuestro pequeño fetito–el menor miró mal a frank – vamos, lo dije con cariño.
gerard rodó los ojos.
patricio, el perro de frank, entró a la habitación de la pareja.
frank lo subió a la cama y se echó cerrando los ojos, con el perrito apoyado en su cuello. gerard miró a frank, no podía dejar de mirarlo cuando estaba con sus perros, era lo más tierno del mundo. le tomó una foto sin que el mayor se diera cuenta.
unas náuseas repentinas llegaron a su estómago para estorbarle la paz. tuvo que correr para vomitar.
frank se paró de golpe y el y su pequeño perro corrieron detrás de su novio. cuando dejó de vomitar, frank lo abrazó.
–tranquilo bebé, hoy la doctora nos dirá qué hacer con las náuseas.
//
gerard y frank estaban sentados en la sala de espera. gerard estaba vestido con sus clásicos pantalones holgados y una camiseta de la misma manera. frank agarraba la mano del menor en frente de todos. las otras parejas miraron con asco a gerard, lo que lo hizo sentir mal, y más con los cambios de humor.
frank se dio cuenta que su pelirrojo tenía los ojos brillosos. asumió la razón por la que el menor estaba así, y le dijo bien fuerte para que todos escuchen:
–tranquilo mi amor, todas estas mujeres tienen envidia porque vos te ves mucho mejor que ellas y no has engordado nada en tu embarazo. dejalas envidiarte bebé.
todos fulminaron con la mirada a frank. gerard lo besó y sonrió.
–gerard la doctora está esperando por ti en el consultorio b17.
el menor empezó a sudar frío y frank lo notó, parecía que se quería desmayar.
le dio un beso y eso lo hizo olvidar de toda la preocupación.
luego de entrar al consultorio, una doctora con un cabello celeste les sonrió y les dijo.
–un gusto. soy la doctora halsey, y soy yo la que estará a cargo del embarazo si eso gustan. he trabajado con casos así antes así que no tienen que estar nerviosos, sé lo que hago cuando hablo de un embarazo masculino.
la sonrisa de la doctora les inspiró completa confianza a gerard y a frank.
la doctora le pidió a gerard que se eche.
una vez que el pelirrojo se echó, le pasó a frank el gel. el mayor se dio cuenta de lo que la doctora esperaba que haga, entonces levantó la camiseta de su novio poniendo una cara provocadora y le aplicó el gel. el menor se estremeció por el frío, pero después se acostumbró.la doctora puso la máquina en el bulto de gerard.
luego de observar un poco dijo –su bebito está sano y fuerte.
unos latidos firmes empezaron a escucharse.
–f-frank, e-es nuestro– gerard no pudo terminar de hablar porque estaba llorando.
y frank tampoco tardó mucho en empezar a llorar.
–te amo gee.
gerard sonrió de oreja a oreja, era la primera vez que le decía que lo amaba.
–yo también te amo. me alegro que hayamos tenido sexo en tu oficina.
frank se sonrojó y la doctora se rió.
por lo menos el pequeño feto estaba de maravilla.::
Adivinen quién volvió al colegio y ya no tiene tiempo ni inspiración? Sí, yo.
Ayuda mátenme.
Gracias por leer.Edit: Ya saqué a Melanie de esto y ahora está Halsey. No voy a poner a gente así en mis historias.
xovcky.
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boss; frerard
Fanfiction-¿sabes por qué estás aquí, no? -por pasarle una foto de mi pene sin querer, señor iero. frank terminó de servir las copas de vino y miró al menor -¿sin querer? [frank es el jefe de gerard, y un día se lleva una demasiado agradable sorpresa]. !frank...