.EPÍLOGO.

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navidad, diez años después.

–¿papi, a qué hora va a llegar el tío ray con mikey y rowan?– preguntó bandit inocentemente.

–papi el perro mordió mi peluche– dijo miles con tristeza

–amor no sé si el pavo ya está listo– dijo frank con el delantal puesto.

–¡YA!– gritó gerard –¿los toro-way llegan en 20, frank costurará tu peluche, y frank TE ENSEÑÉ CÓMO HACER EL PAVO LA ÚLTIMA NAVIDAD QUE NO APRENDES NADA ENANO?

los hijos way-iero se miraron entre ellos, sacudieron la cabeza y se fueron a jugar con los perros.
frank agachó la cabeza.

–l-lo siento mi amor, es sólo que pasar navidad en casa me estresa porque tengo que preparar el árbol y las decoraciones y la comida y pues me estresa, lo siento– dijo gerard abrazando a frank y llorando en su hombro.

–no te preocupes mi amor.

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–gerard, josh mandó un mensaje, dice que él y tyler no podrán venir, ya sabes, con lo de la gira– le dijo frank a su esposo.

–¡papis, el tío mikey y el tío ryan están en la puerta!

ya eran las nueve. para esa hora, todos los preparativos estaban listos, frank, gerard y los mellizos estaban bien vestidos —frank y gerard con elegantes camisas y los pequeños con sweaters navideños.

abrieron para darle paso a un mikey cargando a una niña de nueve años, y atrás a ray que llevaba la chaqueta de mikey en caso de que le hiciera frío, y más atrás a brendon que cargaba a una bebita, con ryan que agarraba su manita.

se sentaron a la mesa luego de que los padres way llegaran.

–¿brendon a quien le robaste la niña?– preguntó ray sonriendo.

brendon y ryan se miraron, con los ojos brillosos y una sonrisa nerviosa.

–la adoptamos el lunes pasado. se llama sarah.

todos miraron a la pequeña, la cual sonrió.

–sarah sonríe como si nada le importara– dijo ryan con los ojos alto llorosos.

–es divina.

comieron diciendo lo rica que estaba la comida preparada por gerard y frank, luego de un brindis y de unas lindas palabras de parte de donna, los niños subieron al balcón con frank.

–¿ven eso?– preguntó frank apuntando una estrella brillante.

–sí– dijeron los tres al mismo tiempo.

–es santa.

–wow– dijeron con una sonrisa.

miles, rowan y bandit empezaron a gritar para —según ellos— llamar la atención de santa.

frank los miraba y sonreía.

fue así hasta que mikey subió a avisarle a frank que ya podían bajar.

los niños bajaron las escaleras corriendo para poder ver sus obsequios.

se sentaron alrededor del árbol y empezaron a leer los nombres.

–este es para rowan– dijo miles.

–este para bandit– dijo rowan.

–tío mikey– dijo bandit, pasándole una pequeña cajita a mikey.

el de lentes la abrió, y era un anillo.

ray se lo quitó de las manos y se arrodilló.

–michael james way lee, ¿te casarías conmigo?

mikey asintió con una sonrisa, y luego de que ray le pusiera el anillo, lo abrazó.

–tío frank– dijo rowan pasando una cajita un tanto larga.

–gracias pequeña.

la abrió, dejando ver una prueba de embarazo positiva.
frank como por reflejo miró a gerard, que se tapaba la boca con las dos manos mientras sus ojos empezaban a lagrimear.
el mayor dejó la prueba y una sonrisa tomó lugar en su rostro, junto con unas pequeñas lágrimas que se deslizaban por sus cachetes.

abrazó a gerard, provocando que ambos llorasen en el hombro del otro.

–te amo gerard.

–yo más, jefe.

gerard sonrió.

–realmente jamás me voy a arrepentir de haberte mandado esa foto.

–lo sé, mi amor, lo sé.

boss; frerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora