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tres semanas después

gerard y frank estaban pasando su ultimo día en la playa, porque el embarazo ya estaba por llegar a los seis meses, y gerard estaba sintiéndose mal y con dolores de espalda que ya no le estaban dejando disfrutar del viaje. frank tenía planeado pedirle matrimonio hoy.

era de noche.
los dos estaban echados en unas bancas para playa que había. estaban mirando el mar sin decir nada, sólo tomados de la mano.
frank estaba sólo con su ropa de playa a diferencia de gerard, que tenía sus shorts de playa y una camiseta, porque no quería dejar a la vista su pancita.
frank miró la hora.

–creo que hoy habrá algo como un espectáculo de fuegos artificiales, ¿sabes?– dijo mirando ahora al menor.

–que lindo– gerard le devolvió la mirada y sonrió.

no pasaron más de tres minutos, que empezaron a escuchar el clásico sonido de fuegos artificiales. gerard miró el cielo, en el cual se escribía "gerard arthur way, ¿te casarías conmigo?"

gerard miró a frank con los ojos brillantes.

frank se arrodilló, sacando un anillo de su traje de baño.
tomó la mano de su novio.

–gerard arthur way, eres una persona terriblemente especial, nunca me he sentido tan en casa como contigo. realmente nunca había sentido pertenecer a algo antes de vivir bajo el mismo techo que vos. llevas trabajando para mí como dos años, lo que me da gracia, ya que aún puedo recordar perfectamente el momento en el que te conocí– frank desvió la mirada y mordió su labio –recuerdo que tu cabello rojo me llamó la atención, y que entraste con algo de nervios hasta que empezaste a hablar de lo mucho que te apasionaba trabajar conmigo. viendo ese brillo en tus ojos supe que ibas a ser más que un simple empleado. y luego, te embaracé, no sé cómo, pero lo hice. y estoy tan feliz de haberlo hecho, porque estamos a sólo tres meses de ver a nuestro fetito. este embarazo nos ha dado ciertas complicaciones, pero vaya que me encanta el hecho de poder ser el causante de tus sonrisas y de esa pancita que te llevas. así que, mi amor, ¿me harías el honor de poder decir que estoy casado con el hermoso gerard way?

la mano de frank con el anillo temblaba, mientras gerard tapaba su boca con sus dos manos, para evitar sollozar.
le miró a los ojos.

–no, gracias.

–¿no?– dijo frank al borde del llanto.

–es mentira idiota, obvio que me quiero casar contigo y esas palabras que dijiste es lo más hermoso que alguien me ha dicho. te amo frank.

–yo más gee.

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a la mañana siguiente, ambos ya estaban dentro del avión con los dedos entrelazados y el anillo brillando en el dedo anular de gerard.

–se te ve hermoso– dijo frank besando el anillo.

–es que me lo compró mi prometido.

–¿ah si? y-.

frank hubiera seguido hablando de no ser porque gerard se puso tieso. la mano del menor fue directo hasta su pancita, mientras abría sus ojos y estos se cristalizaban.

frank estaba asustado.

–amor, ¿estás bien? ¿que ocurre?

gerard no dijo nada, simplemente agarró la mano de frank y la apoyó sobre su pancita.
el mayor empezó a sentir las débiles pataditas.
frank sollozó y besó a su novio.

–¡pateó! ¡mi bebé está pateando! ¡nuestro bebé está pateando!

la pareja se paró y se besó.
todos en el avión empezaron a prestar atención a lo acontecido.

–¡nuestro bebé pateó!– dijo frank con emoción y lágrimas en los ojos.

todos aplaudieron y algunos gritaron, otros silbaron, demostrando la felicidad que todos habían sentido por la pareja.

–¿es niña o niño?– escucharon que alguien preguntó.

–anda a saber– respondieron ambos al mismo tiempo y se volvieron a sentar.

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No las quise dejar sin nada así que les traje esto mientras edito. Lasamo un mundo.
Gracias por leer.

xovcky.

boss; frerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora