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–gee, nunca te pregunté. ¿en serio quieres tener al bebé?– frank preguntó, seguido miró a su novio que estaba echado en la cama vistiendo pijamas viendo televisión.

gerard malinterpretó la pregunta y empezó a llorar. ¿después de haber pasado por tanto frank ya no quería tenerlo?

–no mi amor, no llores. te lo digo porque nunca te pregunté si estás feliz cargando con un bebé en tu hermoso cuerpo.

frank tomó la mano de su novio para entrelazar sus dedos y acercó su cara a la del menor.

–no creas que yo no lo quiero. yo estoy más que feliz con esto. te quiero más que a nadie y tener un bebé contigo me alegra mucho.

gerard sonrió y besó a su novio.

–la verdad es que al comienzo estaba muy asustado, pero ahora no puedo más que estar feliz.

se abrazaron y durmieron.

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–no mamá, no puedo ir esta semana a la casa. no mamá, terminé con jamia. no mamá, no voy a vender a mis perros. no mamá no quiero ir a verlos. adiós.

frank tenía una mirada llena de odio, no quería a sus padres. no quería verlos.

–frank, quiero conocer a tus padres.

eso mató al pelinegro.
sabía que sus padres no estarían contentos con esto, con el hecho de que frank embarazó a un chico.

–no bebé, creo que mejor no.

el pelirrojo miró mal a frank y se enojó.
estuvieron así por cómo 4 horas, hasta que frank ya había terminado de preparar el almuerzo.

–aunque coma de tu comida sigues siendo un estúpido– dijo gerard sentándose a la mesa frente de la comida que frank había preparado.

cuando frank fue a lavarse las manos, gerard agarró su celular y le mandó un mensaje a su madre diciéndole que le encantaría ir a comer a su casa el domingo.

cuando frank lo vio con su celular en manos, agarró el móvil y abrió los mensajes.
miró a gerard, puso una cara llena de enojo y se fue a su cuarto.

gerard corrió atrás de él, pero bastante lento, ya que el embarazo le estaba empezando a pesar.
frank cerró la puerta con llave y gerard escuchó los fuertes sollozos de su novio.

–vamos frank, lo siento. sólo quiero que tu mamá me conozca.

el pelinegro no abrió la puerta.
así que gerard se fue a comer.

pasaron dos horas cuando gerard volvió a insistir.

–me vas a abrir en este momento frank anthony thomas iero priccolo– sólo oyó el silencio –¡abre la puerta! quedamos en que yo gané la apuesta y exijo tener sexo ahora mismo.

frank la pensó, no tenía opción. él debía cumplir con esto.

abrió la puerta y gerard lleno de lágrimas entró a abrazarlo.

–te amo– gerard estaba con la cara en el cuello del menor.

–yo también.

frank provocó que la mirada del menor suba a sus ojos agarrándolo del mentón, y le dio un tierno beso en los labios.
gerard lo empezó a intensificar metiendo su lengua en la boca contraria.
frank gimió bajó al sentir la lengua de su novio dentro de su boca.

su mano derecha la posó en el cuello del menor, y la izquierda la bajó suave y lento hasta llegar a la entrepierna de gerard.
cuando gerard sintió el contacto jadeo y su miembro empezó a despertar.
frank al tocar el miembro un poco erecto de gerard soltó un gemido alto.
la ropa estorbó y ambos se desvistieron.
una vez desnudos, frank tiró a gerard a la cama. se echó sobre él y empezó a lamer, chupar y morder sus pezones, gerard arqueó un poco la espalda y al hacerlo, sus entrepiernas rozaron.

–fr-frank– gimió gerard.

–po-ponete e-en cuatro– dijo frank entre jadeos.

gerard hizo caso y se acomodó.
el mayor tomó sus caderas y alineó su pene totalmente erecto, luego, lo metió sin previo aviso o lubricación.

–puta madre f-frankie.

frank empezó a mover su miembro dentro del menor de manera lenta provocando placer a gerard.
gimió al ver la espalda de gerard arquearse.
empezó a embestir más rápido, mientras gerard maldecía y soltaba muy altos gemidos, hasta que se corrió dentro del menor.
luego salió.
gerard se dio la vuelta para besarlo, mientras el pelinegro masturbaba su pene, hasta que se corrió en la mano de su novio.

se echaron, gerard en el pecho de frank.

–¿sigues enojado?

–no, te acabo de dar por atrás. por fin, después de desearlo por más de un año y diez meses.

–gracias a dios ya no necesitamos condón.

frank sonrió y besó la cabeza del menor.

–el domingo iremos a que conozcas a mi familia– frank suspiró.

–gracias bebé, el pequeño o pequeña estará feliz de conocer a sus abuelos de tu lado.

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Lo siento. Falta de inspiración. Pero smut de recompensa (?.
Espero no esté tan aburrido.
Las amo.
Chao.

xovcky.

boss; frerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora