Penúltimo capítulo.
Abrí mis ojos, cuidándome de que el sol los encandilara por completo. Pero en cambio, me encontré con una mirada verde cristalina y una amplia sonrisa que derrochaba dulzura. Pasó una mano por mi cabello, quitándolo de mi rostro, para que nuestras miradas se encontraran. Pude sentir sus rizos sobre mi frente cuando se acercó, haciéndome estremecerme por completo.
"Buenos días" susurró en mi oído. "No tienes idea lo mucho que te extrañé" Una lágrima recorrió mi mejilla acalorada. Una lágrima de felicidad. "Estás aquí, Harry. Viniste por mí" pude balbucear a penas. Parecía irreal.
Y tristemente, lo era. Me dí cuenta cuando desperté. Cuando realmente desperté. Fue sólo un maldito sueño, uno que me rompió el corazón por la mañana.
Todo me daba vueltas. Estaba mareada, y mi cabeza me dolía. Apenas podía mover mis pies, los sentía adoloridos, cansados. Y lo peor de todo era que ni siquiera podía recordar el motivo de mi malestar.
«Fue tan real» musité en voz baja. Irina, mi mejor amiga, quién se encontraba de rodillas junto a mi cama, alzando una ceja; confundida.
-¿Quién es ese tal Harry con el que fantaseas por la noche?- rió con su típica actitud de autosuficiencia.
-U-un personaje de un libro que leí hace p-poco- tartamudeé, nerviosa. ¿Había dicho todo en voz alta?
Pequeño detalle, jamás le había contado a mis amigas de Nueva York sobre Harry. Y no porque no quisiera, si no porque, simplemente... no había podido hacerlo. Me costaba aceptar la idea de que todo aquello había terminado. Es realmente triste acordarse de cosas que sabes que no volverán a suceder.
-Suena interesante- dijo con ironía.- Adivina- inquirió dejando atrás -gracias al cielo- el tema de Harry.
-Dime- traté de despabilarme un poco.
-Conseguí el número del chico con el que estuviste anoche- dijo divertida, mostrándome un papel que en tinta negra decía un número. "Niall x" decía al final.
-¿Qué hice qué?- me sobresalté. No lograba recordar nada de la noche anterior. El alcohol había logrado un efecto instantáneo en mí, ya que lo único que tenía aún en mi memoria eran esos vasos de vodka que tomé.
-¿No lo recuerdas? Diablos, yo no podría olvidarme de él. Pero no te culpo, a penas podías mantenerte en pie- rió con una voz chillona que la caracterizaba- Da igual, deberías llamarlo. Estaba bien bueno- me guiñó un ojo.
Algunas imágenes volvieron a mi cabeza. Tal vez un poco lo recordaba. Ojos profundamente azules, cabello rubio, de estatura mediana. Recuerdo también haberlo besado y haber charlado con él mientras tomaba y tomaba sin parar. Hice una mueca, eso era todo lo que mi memoria guardaba.
-No quiero saber nada con chicos ahora. Estoy bien así- aclaré.
Mi mirada bajó al suelo, y mis pensamientos volvieron a aquél rizado de mirada cautivadora que me robaba suspiros incluso dormida. Lo extrañaba. Extrañaba todo de él. Todo lo que viví con él.
Sin embargo, no podía quejarme. Todo estaba saliendo bien ahora. Estos últimos tres meses habían sido meses de mejoras. Mi madre, un claro ejemplo, mi vuelta a Nueva York y mis insistentes pedidos habían logrado que ella empezara rehabilitación. Por otra parte, la relación con mi padre, -a pesar de la distancia- había cambiado totalmente. Ahora se preocupaba más por mí, y cada día llamaba para saber cómo estaba todo por allí.
Todo estaba bien.
Bueno, realmente no todo. ¿Acaso podría seguir fingiendo que el recuerdo de Harry no me estaba rompiendo por dentro? ¿Qué no me dolía el hecho de no tenerlo conmigo y necesitarlo como nada más en mi vida?
En mis manos, sostenía aquél pequeño papel dónde se encontraba el número de ese rubio que anteriormente había conocido. Suspiré.
Era hora de terminar con todo esto. No podía seguir dejando que los recuerdos me mataran de esa forma. Simplemente, ya no podía seguir más con eso. Y definitivamente no, no iba a quedarme de brazos cruzados.

ESTÁS LEYENDO
RudeBoy |H.S|
ФанфикEl chico rudo, el peligroso, el que jamás se enamora. ¿Habrá alguien capaz de demostrar lo contrario? ¿Habrá alguien capaz de sacarle la mascara? Adaptada creditos a la autora.