RudeBoy |H.S|

17. Rebecca.

Después de la hermosa y divertida cena sobre el césped, bajo la luz de la luna, Zayn me llevó a dar un paseo por la iluminada ciudad de Londres. Todo era tan absolutamente perfecto. Él me tomó de la mano sin previo aviso. El tacto de su cálida piel me cosquilleó por dentro. Sólo pude mirarlo a los ojos y dedicarle una tímida sonrisa, para luego volver mi vista al suelo. Escuché una sutil risita de su parte y mis mejillas se sonrojaron aún más.

-¿La estás pasando bien?- preguntó borrando el incomodo silencio.

-De lo mejor, Zayn. Gracias por esto-sonreí-No pensé que me recordaras luego de la fiesta- agregué haciendo una mueca con mis labios.

-Nunca olvido las caras bonitas-me miró con esa espléndida sonrisa.

Luego de pronunciar aquellas palabras se detuvo frente a mí, sin quitar sus ojos miel de los míos. Me mordí el labio inferior, tratando de esconder mis evidentes nervios. Estábamos tan incómodamente cerca que podía sentir su respiración sobre mi boca. Tragué saliva. Seguramente me veía patética. Él pareció notar mis pensamientos y rió suavemente. De repente sus ojos bajaron hasta mis labios. No pude evitar hacer lo mismo. Zayn no demoró en tomar aún más cercanía de mí, haciendo que mis mejillas se acaloraran. Sus labios buscaban los míos, y yo estaba agonizando. Su boca apenas pudo rozar mis comisuras, cuando una voz ronca nos interrumpió.

-¡Pero mira que casualidad!- exclamó.

-Oh, sí, por supuesto- respondí con la risa más falsa que jamás hice en mi vida-Que oportuno eres, Styles-le susurré al oído cuando lo tuve más cerca. El sonrió divertido, para luego fulminarlo con la mirada.

-Lo siento- agregó del mismo modo- Tu debes ser Zayn, Zayn Malik. Un gusto conocerte- dijo extendiendo su mano para estrecharla junto con la del moreno- Ella es Céline- la señaló. La rubia se acercó con confianza y lo besó en la mejilla.

-Un gusto conocerte, Céline. Y tú...-dijo dejando inconclusa su oración con un gesto de desagrado hacia Harry.

-Harry, Harry Styles.

-Bueno, fue un gusto encontrarnos- quise despedirme.

-Oh, vamos Rebecca, no seas aburrida. Hay un bar por aquí, a unas pocas cuadras. Aún es temprano- dijo Harry incitando a que lo siguiéramos.

El rizado tomó, como era de esperarse, la delantera, para así guiarnos hacia aquél bar. Me adelanté hasta estar a su lado, dejando atrás a Céline y a Zayn, quienes parecían llevar una buena conversación.

-Gracias por arruinar un momento que podría haber sido perfecto-dije entre dientes.

-¿Un beso en la primera cita, Rebecca?-preguntó frunciendo el ceño. Puse mis ojos en blanco y lo golpeé suavemente en el hombro.

-Idiota-apreté mis labios- Creo que me hubiera gustado besarlo. Me agrada Harry, él es tan, tan ¿perfecto?-le conté embobada a mi amigo, arruinador de momentos.

-¿Perfecto? Creo que alguien se está enamorando. Ugh- hizo una mueca de asco y luego rió, divertido.

-No, claro que no. No lo conozco. Pero creo que me gustaría conocerlo. Y ya sabes, que pase lo que tenga que pasar.

La sonrisa de Harry se desfiguró y apretó sus dientes, como si estuviera enojado. Preferí ignorar su actitud. Hacía tiempo que Harry tenía actitudes extrañas conmigo, aunque, a veces, éstas me agradaban aún más.