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Bendito seas martes, mi peor día de todos en este tonto año.

Parece como si éste día me odiase, lo detestaba.
Al despertar esta mañana, mi madre no estaba y, al parecer me dejó una nota en la mesita de noche de mi habitación diciéndome que hoy no me llevaría a la escuela, además que mi falda favorita que ella había lavado, sin querer la tintó de verde -en mi opinión ese color no me gusta por nada del mundo.
Así que tuve que ponerme lo primero que vi en mi armario; un polo blanco, jeans y zapatillas. Recogí mi cabello en una coleta, cogí mis cosas y fui por si fuera poco, CAMINANDO a la escuela.

Al llegar ubiqué mi casillero donde mis dos amigas (Tiffany y Sahara) ya me esperaban con rostro de desesperación porque se nos hacía tarde para la clase de música.
Me dispuse a correr hacia ellas pero un chico alto, de piel pálida y cabello negro como la noche que llevaba unos audífonos en sus oídos chocó conmigo y produjo que todas mis cosas se cayeran directo al suelo y fuera todo un desastre.
Ni siquiera lo miré, sólo me arrodillé en el suelo para recoger mis cosas, el chico me miró, se quitó los audífonos y comenzó a recoger mis cosas esparcidas en el suelo a la vista de todos.

— Deja eso yo puedo hacerlo sola —dije sin mirarlo.

— Lo siento mucho en verdad, no te había notado así que voy a ayudarte a recoger tus cosas, es lo menos que puedo hacer —me dedicó una sonrisa.

No le di importancia pues estaba con mucha prisa pero luego, como es lo típico en una película donde un chico ayuda a una chica a recoger sus libros en algún momento chocan sus manos... bien, eso sucedió. Alcé la mirada hacia el pelinegro quien me miraba sorprendido, quité rápidamente mi mano.

— ¡Qué rayos crees que haces tonto!
—vociferé, a lo que mis amigas abrieron los ojos como platos.

— Y-o... yo... —tartamudeó, estaba muy sorprendido por los gritos que le lancé.

— Ya vete de aquí, al fin y al cabo yo puedo con mis cosas, ¡entendiste! —le dije mientras me levantaba del suelo y él hacia lo mismo.

Me dispuse a irme pero él tomó mi brazo y jaló de mí, lo miré sorprendida de pies a cabeza, sin decir nada.
"sólo quería ayudarte, en verdad lo siento pero no tienes porqué gritarme", expresó.

Al escucharlo decir eso, además que ya no soportaba su presencia, lo fulminé con la mirada y lo empujé con fuerza.

"Ya déjame chico raro, no te di ningún derecho a tocarme, puedes irte por donde viniste y, si quieres oír de mi boca un gracias, pues no los tendrás así que, ¡Ya vete!", bufé.

La situación era incómoda, por lo que me fui de ahí antes de que se le ocurriese decir alguna palabra al muchacho.

◇◇◇

Dejé mis cosas rápidamente y corrí a clases que por cierto, era claro que el profesor ya había empezado, era consistente que recibiría un castigo por llegar tarde pero bueno, me dio igual, todo fue culpa de ese tonto pelinegro.

— ¿(__) en serio le gritaste a Sehun?, ¿Cómo se te ocurre semejante barbaridad? —dijo Tiffany al finalizar la clase.

— No sé quien rayos sea ese tonto pero por su culpa llegué tarde a clase y estaremos castigadas una hora aprendiendo de las partituras difíciles.

— ¡Cómo es que no sabes quién es Oh Sehun! —saltó Sahara— Es el chico más lindo de esta escuela y el más popular también —dijeron al unísono.

Rodé los ojos al oírlas.

— ¿Y a mí qué, que sea popular, lindo o lo que sea? Para mí es un tonto y torpe sin neuronas —ambas me fulminaron.

— Vaya (__), tu sí que no sabes nada. No creo que lo entiendas tampoco, pero bueno, todas mueren por estar con él y por si fuera poco, la semana que viene se unirá al curso de música. Estará con nosotras, ¡qué emoción! —gritó Tiffany aplaudiendo al tiempo que Sahara daba saltitos.

— A veces las desconozco chicas.

— Pero así nos quieres, ¿no es así, (__)? —rieron— Ya no hablemos más y veamos qué delicias tiene preparada para hoy la cafetería —dije mientras salía del aula— ¡A COMER, SÍ!
—gritaron.

La cafetería era el mejor lugar de la escuela, además de la biblioteca, pero creo que hoy no lo sería porque me encontré en la fila con el tonto de Oh Sehun.
Y por si no lo dije antes, también está en mi clase de matemática y lengua, cosa que mis amigas no lo sabían (sobre lo de lengua) pero que yo detestaba.
¡Ahora en música! Este día no puede ser peor.

Aprendiendo Sobre el Amor | Sehun y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora