Aprendiendo Sobre el Amor | Sehun y Tú

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Terminando la clase fui a la biblioteca, donde Sehun ya se encontraba.
Me miró y sonrió, de algún modo también le sonreí, creo que estaba... ¿feliz de verlo?
Me quedé parada cuestionándome eso como una tonta.

— Pequeña, llegaste al fin —vino hacia mí y despeinando mi cabello.

—¿Eh? S-sí ya estoy aquí —traté de sonreír.

— ¿Va todo bien?— inquirió.

— ¡Claro! Todo está perfecto —bociferé y todos nos miraron— eh... creo que deberíamos empezar ya —caminé de puntillas sin hacer ruido a lo que él sólo se burló.

Encontré una mesa cerca a los estantes de libros de matemática para que fuera más fácil sacarlos y colocarlos una vez que termináramos.

Y mientras yo trataba de enseñarle y él prestaba poca atención, contenía mis ganas de darle un golpe en la cabeza.
Me estaba volviendo loca que no entendiera lo que trataba de explicarle, que por cierto no era para nada difícil.

— ¡Por Dios Sehun, deja de mirarme como un tonto y presta atención a lo que te estoy enseñando o me largo
—grité en voz baja—.  Esto me va a enloquecer cielos —pensé en voz alta.

— Lo siento, no enloquezcas, a menos que sea por mí —me lanzo una de sus supuestas sonrisas seductoras— ¿okay?

— Estas totalmente loco —dije seria—. Es la última vez, ¿de acuerdo? Porque ya me tengo que ir a clase de gimnasia.

— Está bien prestaré mucha atención, lo prometo —alzó la mano derecha—. Por cierto, ¿eres la clase B de gimnasia?

— Ah sí, al parecer competiremos con la clase A hoy —suspiré.

— Genial.

— ¿Genial?, ¿qué tiene de genial eso?

— Que soy de la clase A pequeña, este es el día mas genial, ¿no crees?

— No lo es para mí, así que o prestas atención o... haré lo posible para que pierdas en gimnasia —creo que no era una buena idea decir eso pero bueno ya está.

— De que me ganes no lo veo venir pero bueno, puedes continuar con la clase —sonrió.

Tomé el último libro de hoy, por suerte esta vez si me prestó atención (bendito sean los cielos).
Sonreí para mis adentros por lograr que me obedeciera. Creo que esto iría mejor de lo que pensé en algún momento, quiero creer eso al menos.

— Bien, hemos terminado por hoy señorito, tengo que ir a clases así que dejaré esto en su lugar.

— ¿Señorito? Es gracioso —sonrió como un bobo—. Te ayudaré con esto, un segundo —ofreció tomando los otros libros que estaban en la mesa.

Como dije, colocarlos fue rápido porque estábamos cerca. Miré el reloj y estaba a minutos de llegar tarde al gimnasio, y justo cuando tenía pensado correr, Sehun tomó mi brazo.

— Hey espera pequeña, ¿ya te vas?, ¿así tan rápido?

— Se me hace tarde... puedes correr conmigo si quieres, ¡pero de prisa!

— Suena divertido, corramos entonces—tomó mi mano— ¿Lista? A las tres.

— ¿Qué?

— ¡Tres!

— ¡Espera! ¿Y qué hay con el 1 y el 2?

— Sigue mis pasos pequeña o tropezarás con algo

— ¡E-Eso trato! Te mataré después de esto.

— Tienes todo mi consentimiento para matarme si así lo deseas —giró un poco su cabeza para dedicarme una sonrisa.

"Tonto", dije para mis adentros.
Creo que este chico no era igual a los demás como pensaba, creo que, ¿Me agrada?
¡Cielos no puedo pensar eso!, ¿o sí?