Aprendiendo Sobre el Amor | Sehun y Tú

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Sehun

La semana ha pasado tan rápido, como en un abrir y cerrar de ojos, por así decirlo.
El baile tan esperado por todos y anhelado por mí para que sea una noche soñada era mañana, ¡cielos mañana! Y ni siquiera he salido de compras, aish...

Al parecer (__) se esfumó como la lluvia cuando sale el sol, durante todo el día.
Igual fue en la salida, lo bueno es que al menos sé que vino a la escuela total, no me preocupa mucho no verla porque igual la veré mañana.

A penas salimos, llamé a los dos Kim para que me acompañen a hacer compras, sé que ellos odian ir conmigo a comprar ropa pero en cuanto menciono comida, aparecen tan rápido como un rayo.

Compré la ropa más sencilla que pude aunque ellos decían: "Vaya, tu sencillez es muy costosa".
A lo que yo sólo les respondí: Qué más puedo hacer, es lo que me encanta. Son unos envidiosos. Pero no se preocupen, si desean algo de mi guardarropa les prestaré".

"Sí cómo no. El señor elegante prestando ropa. No gracias nuestro estilo nos encanta".

Pienso que es gracioso que me llamen de esa forma cada vez que voy de compras con ellos, no sé que tienen en contra de mi estilo porque a mi parecer es atractivo y a muchas chicas les encanta.
Igual sé que necesitarán de mi ayuda con su ropa mañana porque claro, les encanta hacer todo a último minuto. Como yo por ejemplo; lo digo por hoy.

- ¡Ya trminó de comprar. Ahora vamos a comer hasta reventar! —vociferó Jong Dae, a quien pasando cada cinco minutos le rugía el estómago.

— Solo diré que no quiero pollo.

—Ni yo. ¿Qué tal espagueti? —ofreció Jong In.

— ¡Perfecto! —coincidimos.

Fuimos a un restaurant cercano y pedimos más de lo que habíamos planeado comer, luego caminamos un poco antes de separarnos para por fin ir cada uno a su casa.

En cuanto llegué mi madre ya me miraba preocupada porque ni siquiera me atreví a avisar que llegaría a casa tarde.
Luego de una larga explicación y un gran sermón de parte de mi padre todo volvió a la normalidad.
Cenamos juntos, mi madre tuvo curiosidad sobre lo que compré pero le dije que aguardase hasta mañana, dije además que iría con (__), a lo que ellos estaban ya encantados con ello y en fin... muchas cosas más.

Más tarde, ya en mi habitación y luego de tomar un buen baño, mi celular sonó.
Corrí como pude a contestar, era el pequeño iceberg intentando hacer una videollamada a la que por suerte no alcancé a contestar porque estaba sin polo y bueno, a ella quizá le daría un infarto verme así.
Pero después de cambiarme por completo mi pijama, fui yo quien la llamó.

— ¡Yah! ¿Por qué no me contestaste. Sabes cuándo demoré en memorizar lo que iba a decir? —empezó.

— Créeme que te hubiera dado un ataque cardiaco si te contestaba como estaba —reí y ella abrió los ojos como dos enormes platos— hey, ¿qué es lo que tu pequeña cabecita está imaginando? Sólo no llevaba puesto el polo y ya.

— Quién dijo que estoy pensando si estabas total o parcialmente vestido, total ni me interesa —trató de expliarse.

— Se me hace que sí. Además, quién memoriza lo que va a decir antes de llamar —me burlé. Era divertido hacer que se enoje un poco, en broma claro.

— Eres... un completo tonto Sehun, te mataré por esto en cuanto te vea, ya verás.

De pronto una voz familiar llamó a mi puerta, era mi madre: "¡Sehun! Hijo entraré ahora a dejarte tu abrigo que llegó de la tintorería".

Y antes de que pudiese decir algo, ella ya estaba dentro. Se suponía que solo dejaría el abrigo y se iría pero entonces vio a (__) en mi celular.

— ¡Oh cielos! ¿Ella es (__), hijo? —me miró con un gran brillo en sus ojos— pero si eres muy bonita.

— Buenas noches señora, y muchas gracias por el cumplido —respondió una (__) muy nerviosa.

— Mi hijo habla mucho de ti, le dije muchas veces que te trajera a casa y no lo ha hecho. Imagino que ni siquiera te ha invitado el muy tonto este.
Pero descuida, ahora yo te lo diré, espero que vengas a cenar con nosotros este sábado y....

— ¡Mamá! —bufé— creo yo que papá te está buscando ahora y... deberías ir.

— De acuerdo, iré ya sé que los estoy interrumpiendo. Fue un gusto conocerte y espero puedas venir.

— Muchas gracias señora Oh, es usted muy encantadora. Diferente a Sehun por cierto —sonrió— y acepto encantada su invitación.

— Eres muy encantadora, bueno ahora sí los dejo. Hey hijo, no muy tarde eh.

— Sí mamá.

Dicho esto volví a mirar la pantalla un poco avergonzado de lo que dijo mi madre.

— Es bueno que vengas, iba a decírtelo pero... ya ves que se adelantó
—continué.

— Ella es muy adorable. Estoy segura que eso no lo heredaste por nada del mundo —dijo a manera de burla— dicen que de tal palo tal astilla pero, eso no aplica a ti. Ella es muy bonita y tú...

— ¡Yah! Mis encantos atraen a todas las chicas de la escuela —alardeé— incluso a las de otras escuelas y universitarias. Que puedo decir, soy muy hermoso
—sonreí.

— Eres un tonto presumido y nada atractivo a mi gusto.

— ¡Que, qué! ¿Cómo es que no atraigo al pequeño iceberg y sí a todo mundo? Imposible, inaceptable —dije en tono de broma, aunque en el fondo lo decía en serio— no puedo creerlo.

— Créelo. Además, tú lo has dicho, soy el pequeño ICEBERG, muy difícil para ti —enfatizó— Por cierto, ¿vendrás por mí mañana? —preguntó tímida— ¿o te espero allá?

— Irás caminando señorita, acaba decir que no soy atractivo e imagino que no querrá llegar con alguien poco atractivo al baile —respondí a modo de broma con un tono serio— ¿Me equivoco?

— Uh, que maldad la tuya. ¡Bien! Y yo que iba a decir que eres una lindura pero ya no, ¡olvídalo! Y ni creas que bailaré contigo.

— Hey eso no iba en serio, iré por ti a las 8 p.m. con Kyunsoo y su novio
—increíble que aceptara recogerlos, cielos— Espera. ¿Dijiste que soy una lindura? Suena extraño pero, tomaré eso como el mejor cumplido que me han dadl.

—¡Sabía que funcionaría! —alardeó— no te creas mucho lo de lindura Sehunnie —rió— ya tengo mucho sueño. Te veo mañana entonces.

— Descansa pequeña, te veré mañana. Te adoro —dije eso último sin pensar— yo... eh...

— Ya calmate tonto, te adoro igual. Ahora duerme o te golpearé mañana
—sonrió y colgó.

Ella me adora... oh mi dios, mi corazón está a punto de estallar.

«En verdad no sabes lo mucho que me gustas (__). Ahora, en este mismo instante, estoy sacando todo el valor para confesar esto que siento. Este es un extraño sentimiento que crece, que puede incluso alejarme de ti y causar que te pierda pero, quiero que sepas que lo guardé por mucho tiempo para mantenerte a mi lado y lo siento pero, ahora no puedo seguir ocultándolo más».

No sé cuántas veces se repitió eso en mi cabeza pero, fue lo suficiente como para haberme quedado dormido al fin.