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Viernes 7:35 p.m. (Día del baile)

Era la hora exacta para pasar a recoger al pequeño iceberg. Mi corazón se sentía emocionado, ansioso y a punto de estallar.
No podía esperar más, mi padre me prestó su auto y nada podía estar mejor.

Entonces luego de unos minutos ahí estaba yo, frente a la puerta hecho un manojo de nervios, me arreglé el traje una vez más, quería que todo esté perfecto. Quería estar perfecto para ella.
Pero fue Park quien abrió la puerta con una expresión cómica, algo así como una chica sorprendida al ver algo que le encanta.

— Ay Sehun, estás súper guapo
—mencionó haciendo un movimiento de manos súper afeminado— a mi hermana le encantará verte así, ¡estás que ardes!

— Y tú eres todo una diva —bromeé.

— Ya pasa tonto. Todo lo que dije fue en broma, me hiciste parecer super gay, ya estoy dudando de ti ahora.
(__) baja en unos diez minutos, nunca pensé que tardara más de una hora y media en su habitación arreglándose. Algo me dice que esto es culpa tuya mi amigo —me dió unas palmaditas en el hombro— más te vale que la cuides y la trates bien o te las verás conmigo.

— Oye, confía en mí. Jamás haría algo que la dañara porque yo... —oí sus pisadas bajar las escaleras y miré en su dirección, olvidando por completo todo lo que estaba diciendo.

— Par de bobos, ¿qué hacen ahí sentadotes? —dijo ella una vez parada  frente a nosotros.

Ella en verdad lucía hermosa. Estaba sin aliento para articular alguna palabra, ese vestido color vino se ajustaba perfectamente a su delgada figura, era la primera vez que la veía usando tacones y le quedaban perfectos.
Era obvio que la gran diferencia de altura disminuyó un poco, aún así yo seguía siendo más alto, pero eso a nadie le importa del todo, ¿o sí?

— ¡Sehun! ¿Qué te pasa, tan mal me veo que no dices nada?

— No pequeña... es que en verdad, luces muy hermosa.

— Vaya, gracias.

— Ya, váyanse de una vez. Y con mucho cuidado —mencionó con una mirada asesina— Cualquier inconveniente pueden llamarme, estaré en casa toda la noche.

Salimos. Le abrí la puerta del auto en el asiento del copiloto, ella me miró con una sonrisa y subió.
Fuimos de camino a casa de Kyunsoo (se preguntarán cómo lo sé. Pues él me lo dijo esta mañana), quien ya estaba listo y su novio también. Él era increíblemente alto, al principio no lo creía pero ahora puedo comprobarlo con mis propios ojos.

— Y... llegamos—exclamé con entusiasmo.

— ¡Genial! Es hora de mover el esqueleto hasta desarmarlo
—mencionó Chanyeol— Vamos, dejemos que ellos la pasen juntos. Los veremos adentro y, gracias Sehun.

El par entraron juntos mientras ayudaba a (__) a bajar del auto.
Los demás estudiantes me miraron, algunos sorprendidos por mí, y otros sorprendidos por el pequeño iceberg. Es decir, los entiendo porque me sorprendí al verla así también.

Los Kim ya estaban ahí desde muy temprano, al parecer Jong In estaba presumiendo sus increíbles pasos de baile en la pista junto a Tiffany.

Luego de un buen rato de estar sentado hablando con Jong Dae de vez en cuando, sin hacer absolutamente nada y casi aburrido una música lenta sonó, era perfecta, lo sabía.

— Vamos hermano, ve a bailar con ella, es tu oportunidad —susurró Jong Dae.

— Okay, lo haré —me puse de pie justo en frente de (__)— Pequeña... ¿qué tal si bailamos un poco? —crucé los dedos para que aceptara— qué dices, ¿aceptas bailar conmigo?

Aprendiendo Sobre el Amor | Sehun y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora