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Estaba sola, aburrida pensando en las cosas que podría hacer antes de dormir, quizá cantar un poco.

¡Cielos, esto es frustrante ahora!

Bien, creo que ya lo decidí —pensé tomando el celular— creo que iré con él, tal vez sea divertido.
Llamé a su celular.

"Pequeña? Te sucedió algo?", preguntó del otro lado de la línea.

Claro que no tonto, estaba pensando sobre lo de mañana... creo que sería divertido ir.

¿En serio?, n-no lo dices de broma, ¿verdad?

Claro que no, estoy bromeando.

¡Genial! Pasaré a recogerte mañana a las 7.

Esta bien, te esperaré temprano. Hasta entonces, cuidate.


No esperé respuesta y colgué.

Sólo espero no arrepentirme de haber accedido a esto.

Bien, creo que me decidí por buscar una película para no morir de aburrimiento en tanto esperaba la llamada de mi madre que quizá no lo haría.

Sehun

¡No podía creerlo, ella, el pequeño y lindo iceberg aceptó salir conmigo!
Y ahora no sé si estoy feliz o nervioso por no saber qué hacer exactamente.
Aunque la verdad, yo nunca tuve una cita, Kim (__) era la primera chica con la que yo saldría así que, por ese lado estaba nervioso y no tenía idea de algo genial.
Pero estoy seguro que las cosas saldrán bien, creo que todo fluye al estar juntos.

Quizá preparar algo sería bueno, eso creo, siempre tengo mucha hambre cuando estoy nervioso.
Estoy hecho un desastre, creo que será mejor irme a dormir temprano.

◇◇◇

Eran exactamente las 6:30 a.m.
Tomé una ducha rápida, y ya estaba mejor, creo que descansar era lo que necesitaba.

Me cambié y bajé a la cocina para preparar algo, pero recordé que no era muy bueno en eso sólo en la sopa así que era mejor comprar algunas golosinas en el camino.
Antes de salir escuché la voz de mi madre, me había descubierto.

— Hijo, ¿a dónde vas tan temprano?
—colocó sus manos en la cintura— no me mires con esa cara y dime.

— Saldré con mi amiga de la escuela.

— Cielos, una chica  —su expresión era de alegría completa— y... ¿es linda?

— Sí mamá, te dije que es muy hermosa —sonreí tontamente—. Ahora sí, ¿puedo salir?

— Oh, sí hijo. Ve con cuidado. Cúidala también y no regreses tarde, ¿de acuerdo?.
Espero poder conocerla algún día.

— Descuida mamá estaré en casa temprano. Y conocerla... ¿no te parece muy formal? Solo digo, porque aún no es mi novia.

— Quizá después lo sea, bueno sólo digo —me dedicó una sonrisa— en fin, iré a hacer algunas cosas, ve ya no te quedes ahí parado.

— Oh sí, es cierto me tengo que ir, te quiero mamá, hasta luego —cerré la puerta.

Mamá a veces tiende a decir unas cosas que me dejan pensando mucho, pero no era hora de pensar ya era hora de estar en casa de (__).

Tomé un taxi para llegar rápido, pero antes pasé a comprar algunas cosas y luego llamé a su puerta.
Entonces ella estaba ahí, frente a mi, mirándome dulcemente con una sonrisa a la cual correspondí.

— Llegas justo a tiempo, vamos pasa
—se colocó a un lado tendiéndome el paso— estaba preparando algo para llevar por si nos da algo de hambre, se me da bien hacer los sándwich y pensé que también te gustarían... ¿qué opinas?

— Mmm creo que está perfecto, además, compré algunas cosas
—levanté una bolsa blanca que traía en las manos.

— Vaya, genial ya tenemos todo listo, meteré esto en una canasta de picnic y terminamos —fue por su canasta y metió todo ordenadamente— listo.

— Bien, nos vamos entonces —dije sosteniendo la canasta.

— Trae eso, yo lo llevaré.

— Oh no, claro que no, un caballero no deja que la princesa cargue con todo además, preparaste todo esto y debes estar cansada —despeine un poco su cabello.

— No entiendo por qué me cambias el apodo siempre, ahora soy una...¿princesa? No se tú pero sigo creyendo que lo de iceberg esta mucho mejor conmigo.

— Pues no pequeña ademas, el día de hoy eres una princesa a la cual concederé sus deseos.

— ¿Algo así como un genio?

— Algo así... — me acerqué a su oído— pero sin lámpara

— ¡Tonto! — me empujó— vuelve a acercarte de esa manera a mí y juro que no saldrás vivo.

— Creo que mantenerme con vida es la mejor opción, de lo contrario... ¿cómo concederé tus deseos? — dije en tono gracioso.

— Cierto, bueno ¿nos vamos ya?

— Claro que sí, salgamos.

Caminamos hasta la parada de autobús la cual se encontraba cerca del lugar.

El último autobús salió hace 20 minutos lo que significaba que el siguiente no tardaba en llegar.

El pequeño iceberg se sentó en la banca a esperar hasta que el autobús al fin había llegado, entonces ella se paró de un brinco y corrió hacia él.

— Pido el lado de la ventana —dijo una vez dentro.

Por lógica me senté junto a ella, quien estaba feliz mirando la ventana.
El recorrido era de media hora por lo menos y la calor dentro del autobús se empezaba a sentir y me causaba somnolencia.

— Sehun, no te duermas ayúdame con esto —empezó a sacudirme levemente— Sehun, la ventana no se abre y me estoy muriendo de calor.

— Esta bien te ayudaré —hice esfuerzos por abrir los ojos—. Espera un momento —coloqué mis brazos por encima de ella para tomar el seguro de la ventana que estaba atascado, estaba muy cerca de ella y... — listo ya se abrió— dije aún tomando el seguro.

— Quítate, me pones nerviosa— habló tomando sus mejillas sonrojadas.

— Lo siento pequeña, no quería ponerte nerviosa — reí.

— Eres un gran tonto. Mira — señaló de frente— llegamos al fin.

Aprendiendo Sobre el Amor | Sehun y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora