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Creo que esperamos más de media hora a que el autobús llegara, ya era muy tarde y el ella se notaba muy cansada.

— Me cansé, ¿sabes qué? Tomaremos un Taxi. Ven aquí —dije rodeando sus hombros con mis brazos— ¿Tienes frío aún?

— ¿Eh? Qué haces, quítate —dijo en tono algo nerviosa— sí, tengo frío pero sólo un poco, asi qué esperaré lo que sea para ir a casa, estoy cansada.

— Mira, —señalé hacia la pista— aquí viene un taxi —lo detuve—. Vamos, entra tú primera.

— Esta bien.

El camino fue silencioso, hasta que noté que ella se durmió, la miré, por lo visto estaba en una posición incómoda así que tomé cuidadosamente su cuello y la coloqué sobre mi hombro.
De alguna manera sonreí al mirarla, parecía un ángel cuando dormía, es adorable verla así.
Mientras yo seguía tonteando en mis pensamientos, el conductor me indicó que ya habíamos llegado al destino.
Vi que el pequeño iceberg no despertaba aunque la llamase casi a gritos.
Creo que no tuve otra opción que buscar primero sus llaves en su mochila y luego llamé al conductor sólo para que me ayudase a colocarla sobre mi espalda, de otro modo no podría abrir la puerta y cargar sus cosas.
Por suerte el señor era amable y me ayudó con gusto.
(__) podría ser pequeña y delgada, pero era muy pesada para ser sincero.

Su casa era muy bonita tanto por fuera como en su interior, era acogedora en pocas palabras.
Busqué su habitación rápido y la tendí sobre la cama, le quité los zapatos y la cubrí.
Ordené sus cosas y luego fui a la cocina a prepararle algo por si más tarde le diese hambre dado que no había comido en todo el día.
No es que fuera buen cocinero pero si algo se me da muy bien es la sopa de avena y arroz.
¿Ingenioso verdad? Ya lo creo.

Luego de terminar vi la hora, eran cerca de las 11:30 pm. Era muy tarde y de seguro mi madre estaría muy preocupada por mí.
Me apresuré en dejar todo limpio y subí al cuarto de (__), quien aun dormía me causó tanta ternura que me acerqué y besé cálidamente su cabeza, luego de ello, ella se movió diciendo algo que a penas pude escuchar: "Papá, no te vayas".
En ese momento ella tomó mi brazo y una lágrima recorría su mejilla, las limpié cuidadosamente y la miré un largo segundo.

«¿Qué es aquel recuerdo que te causa tanto dolor?, ¿qué es eso que hizo que ya no creyeras en el amor? ¿Llorarás de esta forma silenciosa a menudo?, por favor confía en mí», pensé mientras acariciaba suavemente su cabeza.

Me alejé luego de que ella se calmase en sus sueños, le dejé una nota sobre su mesita y salí luego camino a casa.
Pero las preguntas en mi cabeza y todas esas dudas que habían aparecido cuando dijo eso, me mataban de intriga; quería saber qué pasó, quería ayudarla de la forma que fuese posible en ese momento porque quiero que ella aprenda sobre el amor, que ella sepa que el amor existe y que a pesar de lo que haya pasado hay personas que la aman, y que hay chicos que no le harían daño, que no... que yo...

— ¡¿Eres tonto Oh Sehun?! —mi madre salió de casa enojada y gritando— ¿Sabes la preocupación que me causaste? Pensé que algo te había sucedido —sus ojos se llenaron de lágrimas—. Si vas a tardar en llegar, al menos llama.

— Oh, mamá ven aquí —la abracé—. Lo siento, te daré una gran explicación por esto. Lo siento, no llores, ¿bien? Yo estoy completamente bien.

— Ay hijo, tu explicación deberá ser buena y nada de mentiras o excusas, sino te daré una buena golpiza.

— Lo prometo, mamá —alcé la mano derecha en modo juramento y sonreí.

— Bueno, entremos ahora que tu cena ya debe estar fría. Ah, tu padre llamó hoy —informó mientras entrábamos.

Me sorprendí porque mi padre no había llamado en tres días. Él había ido a un viaje de negocios de emergencia a Europa desde hace ya un mes, se supone que en estas semanas volvería o algo así pero, había dejado de llamar.
Al parecer, hablaba con madre seguido pero conmigo no, siento que los dos traman algo, espero que ese algo sea bueno y no malo.

— ¿Dijo algo sobre mí? —inquirí con entusiasmo— ¿Me llamará esta vez?, ¿vendrá a casa?

— Tu padre ha estado ocupado hijo, dijo que te ama y te extraña. Aún no dijo el día exacto que volverá pero supongo que lo hará en estos días como te lo prometió
—me dedicó una sonrisa— bueno, ven a cenar.

— Descuida, estoy cansado y solo necesito dormir —contesté con poco ánimo—. Que descanses mamá.

— Hijo...

Ella me miró apenada. No quería hacerla sentir mal pero, aquello que dijo sobre mi padre me dolió. Últimamente me enojaba porque ellos ponían mil excusas sobre porqué no hablaba conmigo.
De verdad ya no sé si creer o no en lo que dicen.
Pero extraño ver a mi padre, creo que no lo había sentido tanto hasta que escuché lo que (__) dijo al tomar mi mano, en ese momento no pude evitar recordarlo; me conmovió mucho.

Aún así, esperaré con ansias cada día para poder verlo.

Aprendiendo Sobre el Amor | Sehun y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora