Capítulo 9: ¿Qué?

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Frío...

El aire estaba realmente frío y más aún cuando te pega en toda la cara.

Estaba sentada, abrazada a la cintura de Katsuki, ya que este me había casi secuestrado y arrastrado hasta su moto, menos mal que no me mareaba y que me gustaban bastante; pero no contaba con que fuéramos sin casco, debería habérmelo imaginado, se trataba de Katsuki, era imposible que todo ese pelo le cabiese en el casco y que quisiera ponérselo.

A una velocidad de 100 kilómetros por hora, por carreteras prácticamente vacías, y si había algún coche, lo adelantaba sin pensárselo, lo único bueno que sacaba de todo eso, era que podía pegarme a Katsuki todo lo que quisiera con esa estúpida escusa.

Lo primero que pensé en cuanto arrancó fue "¿Para esto me peino?", ahora podía entender porque Katsuki iba con esos pelos por el instituto, aunque ahora eso no era lo más importante, sino el por qué Katsuki quería hablar conmigo; según lo que me dijo quería respuestas y, en cuanto las tuviera, me dejaría en paz, o eso fue lo que entendí más o menos.

Aparcó en frente de mi casa, ¿este cómo sabía dónde vivía? Se bajó de la moto arrastrándome con él, me sacó del bolsillo las llaves y entró en esta, no sin antes haber mandado una mirada llena de furia e instintos asesinos hacia todo el que estuviera pensando en robar o pinchar, alguna rueda de su moto.

Caminó por mi casa como si la conociera, se acomodó en el sillón y me colocó a su lado, nuestras piernas rozaban gracias a que él se sentó con las piernas bastantes separadas, yo en cambio pegué las mías lo más posible.

El miedo, los nervios y la cercanía me hacían temblar y querer vomitar. Katsuki me miraba de reojo, mientras que yo intentaba esconderme tras mi pelo; me agarró del brazo obligándome a girar para mirarlo, tenía su misma cara de siempre, pero no tenía el ceño fruncido, por lo que parecía que simplemente, me estaba analizando, pero este chico es tan complicado, que es imposible saber lo que está pensando. De repente sonrío de lado, gatuna y maliciosamente.

-Katsuki: Te veías mejor con orejas neko.-

Me sonrojé en menos de que mi corazón diera dos latidos seguidos y bajé mi cabeza. Hay cosas que me esperaba, pero eso no estaba en mis planes, me podría haber dicho de todo, de todo menos eso. Estuve a punto de soltar un -¿Qué?-, pero contuve mis ganas al ver su maldita, pero igualmente preciosa, sonrisa arrogante. Al ver que no iba a contestar, ni siquiera a emitir algún sonido, continuó con lo que quería decir.

-Katsuki: Intenté hablar con tu padre, necesito respuestas, pero él no iba a decir nada delante de la policía, por lo que te busco a ti, a ver si sabes algo o te puedes enterar por mí.-

¿Me estaba pidiendo ayuda? ¿De verdad este es Katsuki?

Chasqueó un par de veces la lengua al ver mi cara, sabía lo que estaba pensando, a él no le gusta pedir ayuda y lo estaba haciendo, indirectamente, pero lo hacía.

-_____: ¿Qué quieres saber?-

Sonrió complacido al escucharme, no iba a negarme a hablar con él, mucho menos si lo podía tener tan cerca como para poder olerlo.

-Katsuki: ¿Tu padre como se convirtió en villano?-

Espera. Son las cinco menos algo de la mañana, he dormido sólo un par de horas, he estado trabajando todo el rato, me están matando los pies, me has arrastrado hasta tu moto, me has llevado a una velocidad no muy recomendable hasta mi casa, me has sentado al lado tuya, ¿y sólo necesitas saber eso?

-_____: Esto... ¿Es una broma?-

Me frunció el ceño, volviendo a poner su cara de enfado.

-Katsuki: ¿¡Tengo cara de estar bromeando!?-

Te quiero aquí... (Katsuki Bakugou y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora