mi odioso jefe (cap 36)

4.4K 221 11
                                    


Los ojos Ruggero se abrieron y se alejó de mí como si mis palabras hubieran salida mescladas con radiación mortífera. Una especie de vulnerabilidad se apoderó de su mirada un momento pero luego volvió a su sorpresa inicial, escudriñándome como si nunca me hubiera visto en su vida. Se sentía casi como si yo fuera una loca psicópata que había salido de la nada proclamando amarlo.

Sí, así me estaba mirando él.

—Karol… no puedes —su voz salió media quebrada, en un susurro cansado—… por favor dime que lo que acabas de decir no iba en serio.

No lo negué, pero tampoco me sentía con las ganas de afirmarlo una segunda vez.

—Lo siento —dije en cambio, sin saber por qué demonios me estaba disculpando.
—Mierda, Karol —gruñó él, como sí que yo estuviera enamorada fuera el peor de los castigos—. Esto es exactamente lo que te dije que no era, ¡por Dios!
— ¡Sigues actuando así! ¿¡Por qué mierda es tan terrible!? —yo siempre era fuerte, siempre había sabido guardarme las lágrimas en los peores momentos. Éste era uno de ellos, y a pesar de que mis ojos estaban ardiendo en llamas, yo no iba a soltar ni una. Maldita. Lágrima.

Él no respondió enseguida, y yo sinceramente no entendía. Cuando te gustaba alguien, él generalmente no reaccionaba como si estuviera comenzando un apocalipsis zombi, incluso si no correspondía tus sentimientos.

Ruggero sí reaccionó así, y a juzgar por su consternación, los zombis no le gustaban mucho.

—Karol... estoy enamorado de Cande —murmuró en voz baja, sin mirarme a los ojos. Hubo una pequeña, muy pequeña parte de mí, la parte que aún no estaba totalmente infectada por el dolor, que me dijo que él estaba mintiendo, que no estaba enamorado de Cande. ¿Pero por qué razón iba a mentir Ruggero? No había ningún fin, así que lo dejé pasar.
—Lo sé —dije secamente. Mi voz fue desprovista de sentimiento o emoción alguna, y realmente aprecié que de todos los momentos, este fuera el exacto momento en el que mi cuerpo se compuso a su alrededor y decidió actuar frívolamente—. Y realmente no importa, quizás solo necesitaba decirlo. No es como si tuviera alguna esperanza contigo… No la tengo, y no pienso tenerla. Tienes razón, esto no debió haber pasado, fue un completo error sobre todo de mi parte. Lo lamento.

A pesar de que estaba un poco destrozada por dentro, caminé con la cabeza alta hacia la puerta de mi oficina y la abrí de par en par, mirándolo con una ceja arqueada en señal de indiferencia. Ruggero me dio una mirada que no alcancé a descifrar por completo. Parecía dolido y sus ojos mieles no se veían así de intensos normalmente. Decidí no darle más vueltas y esperé a que saliera de la oficina.

Cuando salió, tuve que abstenerme de cerrar la puerta de un portazo. En cambio, la cerré cuidadosamente, girando la perilla para que no sonara al chocar contra el umbral. Me apoyé en la puerta tomando grandes bocanadas de aire mientras pensaba en las nacionales. Ruggero no importaba, lo que realmente era importante eran las nacionales. Eso no lo iba a perder, ¿verdad? Eso era seguro. Era seguro que las nacionales no iban a partir mi corazón.

Y desde un principio, eso debió ser la única cosa que tuviera lugar en mi vida, porque ahora me daba cuenta que todas esas veces que me había quejado por no tener una vida normal ni poder enamorarme, habían sido una pérdida de tiempo. Nunca me había sentido de esta manera antes y me gustaba más cuando la vida parecía simple. Esta vez, desde que compré aquel auto, la vida me había tirado piedras y cuchillas y me había mostrado la verdadera realidad: naces, creces, te rompen el corazón y mueres. Eso parecía una descripción justa de la situación.

Luego de ese gran incidente con Ruggero, el tema no volvió a surgir. Fui a su oficina, le comenté algunas cosas sobre el trabajo y le pregunté si quería café ya que yo iba a bajar a la cafetería a comprar uno. Él me miró como si me hubiera vuelto loca pero aceptó el café. Mi fuerte era bailar, pero tenía que admitir que habría sido una gran actriz también, porque hasta yo me creí esa actuación, incluso cuando Ruggero y yo sabíamos que era solo eso… una actuación.

Cuando mi turno terminó y Vale ofreció llevarme a casa porque no había manera en el infierno de que volviera a manejar mi auto luego de que me dejó tirada en medio de la calle haciendo un taco infinito detrás de él, tuve que contarle la verdad acerca de Ruggero. Ella por supuesto se hacía una idea bastante completa sobre nosotros, y obviamente se había dado cuenta de que yo lo miraba con otros ojos. A diferencia de mí, a ella le estaba yendo bien con un Pasquarelli. Aún no parecían formalizar, pero ella y Camilo estaban saliendo hace algunas cuantas semanas y por lo que Vale me había dicho, todo iba de maravilla.

—Él no merece la pena —se encogió de hombros mientras manejaba—. Siempre he dicho que no hay que sufrir por un hombre que no te merece. ¡Por Dios! ¿Candelaria Molfese? ¡Tú eres cien veces mejor!
—Ya quisiera yo —me reí sin humor.
—Es en serio. Yo creo que eres más bonita, además ella ni siquiera es castaña natural.
—Es exitosa, talentosa, inteligente y la ex prometida de Ruggero desde Harvard, ah, y no vamos a olvidar que es mucho más alta que yo.
—Todo el mundo es más alto que tú —Vale sonrió un poco.
—Eso es cierto —me reí un poco—. De todos modos esto es mi culpa. Ruggero me dijo desde un principio lo que esto era y debí haber sabido que no iba a poder manejarlo. Debí haberme olvidado de él en el momento en que me di cuenta de que era imposible resistirse a la tentación.
—De igual forma odio a Cande —Vale rodó los ojos.
—Bienvenida al club —bufé.
—Nadie puede ser tan perfecta. A puesto a que en las noches se prostituye en las esquinas de Boston.
—Eso es un poco dudoso —sonreí.
—Bueno, entonces, ¿qué te parece una salida al cine mañana luego del trabajo y un montón de helado de chocolate para derretir nuestras penas?
—Me parece como una perfecta idea —suspiré.
—Helado de chocolate será.

Pero yo sabía que el helado de chocolate no iba a arreglar en absoluto mis penas.
-------------------------------------------------------------
Lo prometido es deuda dije que iba a subir capítulo hoy en la noche horario argentino y chileno otra cosa ¿quieren maratón? De dos capítulos me quiero poner más activa y ando con mucha inspiración a si que dicen dejen comentarios si quieren o no bueno eso era gracias por todo l@s quiero mucho no se olviden de comentar, votar y seguirme besos😘 ~fefa~

"mi odioso jefe"[terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora