Capítulo 48

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Entrar a último año de secundaria ya era bastante malo de por sí, pero hacerlo sin Frank lo volvía aún peor.

Había llegado y de inmediato le pareció extraño no tenerlo encima llenándole la cara de besos. Entonces tuvo que hacer un esfuerzo por no echarse a llorar en medio del pasillo. No veía al tatuado hace dos semanas. Nunca habían estado tanto tiempo separados. De hecho, Gerard no recordaba haber pasado mas de 24 horas sin el.

Aunque claro, se enviaban mensajes constantemente, hablaban por teléfono 3 veces al día y en la tarde, cuando ambos estuviesen en casa, solos, hablaban por videollamada. Esa era su forma de no tener un ataque de pánico o comenzar a sentirse inseguro. Ese día Frank entraba oficialmente a la Universidad, así que cuando hablaron en la mañana Gerard había intentado sonar lo mas alegre posible aunque en el fondo estuviese aterrado. Le deseó suerte y luego rompió a llorar escandalosamente cuando Frank se despidió diciendo: "Te amo, bebé".

Así que había buscado a Patrick y ambos se habían encaminado a su primera clase, con los ojos algo llorosos y la mirada triste, mientras que en ese mismo momento, en Manhattan, Frank conocía a Cara.

El chico de ojos avellana se había levantado tarde por haber cerrado los ojos luego de apagar la alarma, había saltado por todo el apartamento intentando vestirse y tomar desayuno al mismo tiempo y luego había conducido a toda prisa hasta la Universidad, prometiendose alquilar una bicicleta antes de ponerse obeso y tener un infarto.

La encontró o se encontraron, en la entrada. Su figura esbelta estaba de pie en las amplias puertas de caoba, y Frank sólo necesitó unos minutos para darse cuenta de que el estampado militar de sus pantalones, los tatuajes y la perforación en la nariz eran sólo una fachada. Ella tiene el cabello castaño sujeto en una desordenada coleta y sus ojos se achinaban al reír, mientras hablaba por teléfono. No tenía facciones realmente bellas pero había algo que la hacía lucir, no lo sé, linda. Cara podría considerarse una chica linda.

-¿Estás muy perdido? -Escuchó su voz melodiosa y alzó la vista de inmediato. Sostenía un cigarrillo entre los labios.

-Algo.

-¿Necesitas ayuda? Mi maestro no vendrá así que tengo la hora libre. -Bajó los escalones de un salto hasta quedar frente a él. Sólo entonces pudo verla bien y pensar en Gerard. La chica le recordaba a Gerard.

Le hizo un gesto con la cabeza indicándole que la siguiera- ¿Qué estudias?

-Música.

-Oh, vaya. -Ella sonrió, ofreciéndole la mano- ¿Qué clase?

-Ehmm... -Sacó un papel arrugado doblado en cuatro partes de su bolsillo. Su horario- Historia.

-Entonces lamento informarte que ambos tenemos la hora libre. -Le puso una mano en el hombro amistosamente.- ¿Quieres ir por un café? Conozco un lugar aquí cerca. -Le tendió la mano- Soy Cara.

-Frank. -Le devolvió la sonrisa, estrechando su mano.

La castaña estaba en su primer año y había nacido en Manhattan, jamás se había mudado de allí ni pensaba hacerlo. Vivía sola con su madre en una casa pequeña en el centro, su padre había tenido un accidente cuando ella era niña y planeaba mudarse para vivir con su novio. El tatuado aún no podía descifrar que era lo que le recordaba tanto a Gerard en ella. Seguramente esa había sido la razón por la que en vez de ir a dormir por una hora más a su apartamento, decidió ir con ella.

-¿Qué hay de ti, Frank?

-Pues... Soy de Jersey, quiero volver allí lo más pronto que pueda. Vivo sólo en un departamento o algo así, es... complicado. Llevo sólo un par de semanas aquí.

Crash Into My Arms {Frerard}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora