Frank y Jamia se conocían hace años. Desde que entraron a la secundaria y el avellana estaba completamente limpio de tinta. Eran amigos y hace un par de semanas comenzaron a salir pero Frank no quería comentar nada hasta que fuera oficial y si, ahora lo era.
Lo cierto es que Gerard si los había visto antes en la escuela juntos. Pero no sabía nada acerca de la vida amorosa de Frank y el siempre parecía estar rodeado de chicas. Por lo que ignoraba cuando Jamia se mostraba más especial que las demás. Nunca quiso especular acerca de eso porque simplemente no lo podía soportar. Y en ese momento estaba plasmado frente a la pareja, con su corazón a 50 latidos por segundo.
-¿Eh? Uh, ho-ola Jamia -Levantó su mano derecha y la sacudió a modo de saludo, sonriendo sin mostrar los dientes. La castaña rió, y dejó un amistoso beso en la mejilla del pelinegro.- No seas tímido, Gerard. Frankie me ha hablado mucho de ti y puedo conocerte al fin.
El esmeralda asintió sin dejar de forzar a sus mejillas, para seguir mostrando esa pequeña curva en los labios.
-¿Estás bien? -Frank lo miró, su seño fruncido con preocupación.
-Si, claro. Es sólo que... estoy un poco distraído, lo siento.Grandioso. Ahora estaba avergonzado a Frankie. Fantástico. Gee no entendía como es que el tatuado lo soportaba.
-Umh... -Jamia estaba mirando hacia un lado, moviendo los brazos y haciendo señas. Luego se detuvo antes de arrastrar a Frank por el brazo, recordando a el rellenito amigo de su novio.- Hey, Gerard ¿Vienes?
-Si, ven. Saldremos unos minutos, sera divertido y volveremos antes de que suene el timbre. Anda, no va a pasar nada, yo estaré contigo -Frank lo animó con una cálida sonrisa de esas que derretian a Gerard, y en cualquier otra situación el pelinegro habría aceptado sin preguntar si quiera de que se trataba pero no en ese momento. No allí, con esa linda chica abrazando a su Frankie, no con su pecho doliendo horrores ni con el terrible aspecto que de seguro tenía hoy.- N-no creo... no. Yo... no quiero problemas.
El avellana empezó a argumentar sin parar. Tratando de convencer a Gerard de que fuera con ellos, pero el seguía rechazando su oferta, mirando sus zapatos.- ¿Va todo bien? -Frank realmente quería quedarse con el esmeralda. Sabía que algo estaba taladrando la mente de su amigo y realmente quería ayudarlo, pero Jamia se adelantó.
-Frankie, ya vamos. Te veo luego, chico. -Le sonrió a Gerard y comenzó a arrastrar a el tatuado, quien sólo pudo articular un "hablamos luego" antes de desaparecer tras el muro, una parte alejada de el resto del recinto que parecía estar hecha para que los alumnos salieran por allí.
Cuando Gerard estuvo totalmente seguro de que no lo verían, se permitió recoger su corazón del suelo.
***
Intentó quedarse cerca de la sala de profesores en lo que duró el receso, consiente de la poca ayuda que le podían proporcionar. Joder, necesitaba a Frank allí. Con el podía caminar tranquilo, sin esconderse ni saltar a cada roce en su brazo.
-¿Tienes la tarea de literatura?
Se estremeció sobresaltado. Tal vez demasiado porque el chico bajito abrió los ojos con sorpresa ante la cara espantada de Gerard. Éste se puso rojo y pasó las manos por su negro cabello, murmurando una disculpa.
-Vaya, tienes que calmarte. -Gee no contestó, mantuvo su entrecejo fruncido y la vista en la cerámica gris del piso.- Sabes, en serio necesito esa estúpida tarea. El maestro Ross es el diablo. A veces siento que es mi madre gritandome. Dios.
Patrick no se fue, sino que se ubicó a su lado, apoyando la espalda en la pared.
-¿Y? ¿La tienes o no? -Insistió cruzandose de brazos.
-Mmm, si, yo... Si, aquí está.
Metió una mano en su mochila y revolvió las cosas que estaban adentro- Toma. -El chico acomodo su gorra y recibió el cuaderno.
-Gracias, te debo una. -Le sonrió enormemente y Gerard devolvió una pequeña y triste sonrisa.- Y... lo siento. Ellos son unos idiotas.
El esmeralda sabía a lo que se refería.
-Tu no tienes la culpa de nada. De verdad, lamento toda esa mierda que te hacen. -Luego murmuró en un tono bajo y cuidadoso: Yo no pude hacer algo al respecto, no escuchan a nadie.
-Está bien. -Lo tranquilizó Gerard, negando con la cabeza.- No importa.
Caminaron juntos a la siguiente clase cuando el timbre sonó. Patrick le ofreció a el pelinegro un sitio a su lado, en vez de el lugar al fondo del aula que siempre ocupaba, y éste aceptó, sentándose con desconfianza. Había una enorme posibilidad de que su hermano hubiera enviado a Patrick para jugarle otra de sus "divertidas bromas". No conocía al pequeño chico, tal vez era igual de imbécil que los demás.
Su desconfianza aumento al escuchar una invitación para comer juntos en la cafetería y al notarlo, Patrick fruncio el seño.
-Sólo quiero ser amable, Gerard.
Soltó un prolongado suspiro.
-Frank dice que eres un buen tipo.
-¿El te envió? -Gerard quiso salir corriendo a esconderse, con temor a la respuesta. El tatuado no era su maldito asistente social y el no era un patético caso de soledad que necesitaba ayuda inmediata.
-No, sólo lo comentó. Fue mi elección. ¿Vamos?
Gerard asintió, un poco más tranquilo. Esperaba que Patrick fuera amable de verdad. Así podría dejar de fastidiar a Frankie y conseguir un amigo. Eso sería genial. El esmeralda no podía evitar sentirse como una carga para el avellana, babeando cada vez que lo miraba y sintiendo profundos celos al verlo con otra persona.
Joder, si fuera el estaría harto. No entendía que había hecho para soportarlo todo éste tiempo.
En el pasillo de camino a la cafetería vio al niño bonito del que estaba enamorado. Parecía no despegarse nunca de la chica. Gerard se sintió mal, realmente mal. Porque Frank siempre estaba con el y ahora caminaba tranquilamente con su mano entrelazada con la de Jamia.
El tatuado ya no se fijaba en los tristes ojos esmeralda que lo observaban con anhelo.
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Crash Into My Arms {Frerard}
FanfictionGerard está perdidamente enamorado de Frank. [♡Portada por mi hermosa niña @mychemicalverga♡]